sábado, 29 de abril de 2017

NUEVO PENTECOSTÉS


Nada es lo que parece
29-04-2017

Abril está finalizando, es hora de ir retomando al camino después de un largo letargo. El 7 de febrero decía: “…. Digerir y Reafirmar …”, la verdad es que, es necesario enmendar ciertos desvaríos que se producen al relajarnos mientras caminamos. Para ello es necesario parar un poco, digerir nuestro caminar por la senda del día a día.

A veces creemos que sabemos mucho, otras que, nada es imposible de realizar o que nos bastamos por sí mismo, etc. etc. pero al meditar o digerir nuestro pasado más reciente, nos damos cuenta que en nada hemos avanzado porque: Creí que sabía, que podía, o que mi caminar era correcto conforme al proyecto que seguía o creía seguir, pisando donde Él pisó o, haciendo lo que Él hizo, nada era así, un espejismo enturbiaba mi visión, mis oídos y mis sentimientos.

Señor, da luz a mis ojos y ahuyenta mi sordera porque, no veo Tu espíritu reflejado en todo cuanto me rodea, ni oigo tu voz en el cantar de los pajarillos, ni en el silbido del viento o el estruendo de una tormenta, o en el aroma de las flores en primavera, tampoco te veo o te oigo en el salterio o en las notas melódicas de cualquier tipo de música o sinfonía.

Si Tú eres luz, ¿como que no te veo con la claridad suficiente para que mi espíritu salte de alegría como un cervatillo en la pradera tras su madre? También eres la fuente del sonido, “¿cómo no te oigo con la claridad suficiente para entender la voz de tu voluntad?, Señor, necesito con urgencia ver y oír, ¡si Tú quieres!, puedes curarme.

Tú eres amor, por eso creaste todo cuanto existe por amor a nosotros y para colmo, entregaste tu vida para salvarnos y de qué forma. Desencalla las durezas de mi corazón, quiero sentir y vivir como Tú, no puedo seguir ausente de las voces de las injusticias y de la desesperación que se padece en este mundo y en este momento, haz que un nuevo Pentecostés extraordinario resurja entre tus hijos, expandiendo tu luz y tu amor, haz cambiar la faz de la tierra como cambió después de tu resurrección, en esta conmemoración de la venida de Tu Espíritu Santo, resucita nuevamente en nuestros corazones para que tu fuego purifique nuestras acciones y nuestros espíritus.

Nada es lo que parece, por eso creo en la necesidad de un nuevo Pentecostés extraordinario, conviértenos en una nueva generación de Luz y de Paz para glorificar al Padre por siempre.