viernes, 10 de enero de 2020

NADIE ES PERFECTO








NADIE ES PERFECTO
10-01-2020

Para cerrar un año y abrir otro, quiero insertar unos versículos de las escrituras que darán fundamentos a las conclusiones, que expondré mas adelante ya que, nadie es perfecto porque: somos lo que somos. En (Gálatas 5:17).  “17 Pues la carne desea contra el Espíritu, y el del Espíritu contra la carne; hay entre ellos un antagonismo tal que no hacéis lo que quisierais.

Y (1 Juan 1:8).8Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y la verdad no está en nosotros.” Todos los cristianos o creyentes en Dios, hemos de perfeccionarnos porque en nosotros no existe la perfección, hemos de procurar ser lo mas perfecto en semejanza a Cristo. La santificación es un proceso por el cual Dios trabaja en los creyentes a través del Espíritu Santo, los mueve gradualmente hacia la semejanza de Cristo.

Todos nos quedamos cortos en perfección. Pablo nos enseña que nuestra propia imperfección sólo nos debe estimular a la meta de ser a la semejanza total de Cristo. Cuando empezamos a excusarnos por la fragilidad humana como excusa de nuestra culpa, estamos caminando por un laberinto resbaladizo.
Hemos de ser conscientes porque tendremos que caminar hacia una meta de perfección, la cual alcanzaremos o concluiremos cuando nuestro Padre Celestial nos lleve a su presencia, por lo cual, para alcanzar cierto grado la transformación hemos de realizarla durante el trayecto ya que, el final solo lo conoce Dios. (2 Corintios 3:18). 18 Mas todos nosotros, con la cara descubierta, reflejamos la gloria del Señor y nos vamos transformando en su imagen con resplandor creciente, por la acción del Espíritu del Señor. El hecho de que la transformación es gradual –no instantánea, y nunca completa en esta vida– es confirmado por muchos pasajes de la Escritura.
Desde mi parecer y para mí, creo es mucho más fácil llegar a Dios por el amor, esto es, impregnando todo de amor al Padre y amándonos como Cristo nos amó. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Para poder alcanzar el amor a todos hemos de apoyarnos en todo aquellos soportes que nos puedan ayudar.

En los comienzos de este año 2020, y mirando hacia el camino recorrido durante el año que nos precedió, la satisfacción fue escasamente moderada, se podría haber hecho algo más si yo hubiese aportado un poco más de esfuerzo, pero la vida es así, no quiero disculparme o ampararme por la cuestión de la edad ni por la situación familiar, hubiese sido mejor si te hubiese amado más y mejor.

En este año que ha pasado, he observado un mayor cambio que el anterior en cuanto de dejar todo aquello que es rigidez y monotonía en las horas y momentos de oración y meditación matutina, vivo más relajado en este aspecto pero, si. procuro tenerte en mi pensamiento todo el tiempo posible que me permiten las ocupaciones culinarias y otras, y cuando me dispongo a dormir, procuro hacerlo pensando en ti, te doy gracias por la jornada que acaba y me encomiendo para que guardes mis sueños, por eso, cuando despierto entre sueños mi saludo es para ti y sigo durmiendo plácidamente; al despertar mi pensamiento y acción de gracias son para ti, trato de hacerlo lo más normal posible porque estoy aceptando esa realidad que tanto nos cuesta creer, antes lo decía y ahora empiezo a vivirlo porque, tu mi Dios estás en mi y yo en ti, cosa fácil de decir y difícil de asimilarlo con todas las consecuencias.

Estos cambios que tanto me están afectando, tienen unos tiempos difícilmente de medir o controlar, al principio, el motivo principal fue para evitar caer en la monotonía de un ritual enmarcado y repetitivo, o, en un radicalismo trasnochado, creo que ahora me dejo llevar por una especie de corriente que me empuja a no aferrarme a nada ni a nadie, voy aceptando de forma natural los dictámenes o impulsos que emanan de mi interior, confió y espero en ti mi Señor Jesucristo, y en la acción silenciosa del Espíritu Santo, más, trato de no hacer resistencia a tu voluntad, pero, si estoy equivocado, se que Tú me irás conduciendo y seguiré esos flash de luz, porque, no puede proceder de otra fuente que no sea la tuya.

Es casi imposible verte reflejado en cada hermano, más, si los conoce bien y ve que ¡no! …, pero he de decir ¡sí!, solo por el hecho de que a pesar de todo, tú también está en ellos, he de amarlos tal cual para que se cumpla el mandamiento nuevo: Amar a Dios sobre todas las cosas y, Amarás a tu hermano como a ti mismo. Cuando te busqué en el cenobio, me di cuenta de lo equivocado que estaba cuando medité sobre una poesía que decía:
La vida que no florece
es estéril y escondida,
es vida que no merece
el santo nombre de vida.

A cambio seguí el camino trazado para dar valor a mi vida, resolví hacer lo que se dice a continuación:
Quiero darme en amores
cuanto mi espíritu encierra
y deshacerme en sudores
para que al dar en la tierra,
la tierra produzca flores.

Lo que equivale a una entrega al servicio de los demás, así lo he intentado “a trecho y mocho”, y deambulando de un lado para otro, lo cierto es que a pesar de todo, este caminar para mi, ha sido incalificable. Me resisto a tirar la toalla, a pesar de los pesares, me da ánimo otras palabras muy bellas de otra poesía anónima, hay quien se la atribuye a Carlos de Foucauld, en la que se dice que Jesús se dirige a cada uno de nosotros y nos dice:
Ámame tal como eres

Porque, Él conoce nuestras miserias, las luchas y tribulaciones de nuestras almas, la debilidad y las dolencias de nuestros cuerpos, conoce nuestra cobardía, nuestros pecados y flaquezas. Y continua diciendo que a pesar de todo, nos dice: dame tu corazón y ámame tal como eres.
Y, si para darme vuestros corazones esperáis a ser Ángeles, nunca llegareis a amarme. Aún cuando caigáis de nuevo muchas veces en esas faltas que jamás quisierais cometer y seáis unos cobardes para practicar la virtud, no me dejéis de amar. Amadme tal como sois.
Ámenme en todo momento, cualquiera que sea la situación en que os encontréis, de fervor o sequedad, de fidelidad o de traición. Ámenme tal como sois.
Jesús continua diciéndonos: Dejaros amar, quiero vuestros corazones. En mis planes está moldearos. Pero, mientras eso llega, os amo tal como sois. Y quiero que vosotros hagáis lo mismo. Deseo ver vuestros corazones que se levantan desde lo profundo de vuestras miserias: amo en vosotros incluso vuestra debilidad.
Me gusta el amor de los pobres, quiero que desde vuestra indigencia se levante incesantemente este grito: Te amamos, Señor. Lo que me importa es el canto de vuestros corazones. ¿Para qué necesito yo vuestras ciencias o vuestros talentos?
No os pido virtudes, y aún cuando yo os las diera, sois tan débiles que siempre se mezclaría en ellas un poco de vuestro amor propio. Pero no os preocupéis por eso ... preocuparos sólo de llenar con vuestro amor el momento presente.
Hoy me tenéis a las puertas de vuestros corazones, como un mendigo, a mí que soy el Señor de los señores. Llamo a vuestras puertas y espero. Apresuraos a abrirme. No alejéis vuestras miserias. Si conocieseis plenamente las dimensiones de vuestras indigencias, moriríais de dolor.
Una sola cosa podría herirme el corazón: ver que dudáis y que os falta confianza. Quiero que penséis en mi todas las horas del día y de la noche. No quiero que realicéis ni siquiera las acciones más insignificantes por un motivo que no sea el amor.
Cuando os toque sufrir yo os daré fuerzas. Vosotros me disteis amor a mí; yo os haré amar más de lo que hayáis podido soñar. Pero recordad solo esto: ámenme tal como sois.

Como broche final termino con san Pablo, (La Meta) (Filipenses 3: 12-16) 12No es que ya lo haya conseguido o que ya sea perfecto: yo lo persigo, a ver si lo alcanzo como yo he sido alcanzado por Cristo. 13 Hermanos, yo no pienso haber conseguido el premio. Solo busco una cosa: olvidarme de lo que queda atrás y lanzándome hacia lo que está por delante, 14 corro hacia la meta, hacia el premio, al cual me llama Dios desde arriba en Cristo Jesús. 15Todos nosotros los maduros, debemos sentir así. Y, si en algo sentir de otro modo, también eso os lo revelará Dios. 16En todo caso, desde el punto a donde hemos llegado, avancemos unidos.