jueves, 30 de julio de 2015

NOTAS DEL MES DE JULIO

Notas del mes de Julio
2015-07-30

Todo lo que escribo y coloco en mi blog, es para cuando los relea  pueda recordarlos cuando pase un tiempo o unos años, y ver como pensaba y que evolución o retroceso haya podido existir, no obstante se que muchas personas lo leen, espero que sepan entender mis fallos que como ser humano los tengo,  lo mismo que si les vale para algo positivo mucho mejor; me alegraría saber opiniones de los posibles lectores.

A principio del mes de Julio he terminado un breve trabajo (que están en este blog) sobre la interpretación en estos últimos tiempo del Apocalipsis según san Juan; es muy probable que algunas de las interpretaciones de varios capítulos o versículos no acierte, pero es lo que yo he sentido en ese momento,  después de analizar la situación general de la economía, la política, la religiosa y de la perdida de los valores éticos y naturales, más, los efectos que ya se notan, son bastante claros que el cambio climático es una realidad: es por todas estas cosas juntas y sus consecuencias, lo que me ha movido ha hacer esta interpretación.

Durante la lectura y meditación del Apocalipsis, me vino a la imaginación que podría tener otra lectura muy diferente ya que le veía posibilidad de volver a hacer otra interpretación basada en la “iniciación espiritual”, esto es lo que estoy haciendo desde mediado de este mes y creo que podré subirlo al blog muy pronto.

Esta nueva visión o interpretación del Apocalipsis me está siendo algo mas complicada ya que requiere mucha atención porque, a las dificultades interpretativas lógicas del Apocalipsis hay que añadir otra mas que hace que nuestra imaginación juegue entre conceptos y abstracciones puesto que, trato de usar solamente métodos diferentes para dar una nueva visión sobre el cuerpo humano como motor y receptor de energías síquicas y espirituales.

Para ello, me es necesario transformar los siete chacras o plexo como puntos de energías, a los cuales hay que dinamizar para que produzcan los frutos deseados. En esta nueva interpretación los chacras o plexos se convierten en siete Centros Energéticos y a cada uno se le asigna una de las siete iglesia del Apocalipsis. Es sobre estas siete iglesia las que hay que conocer y con ello iremos conociéndonos a sí mismo; todo lo que Cristo revela a Juan, nos vale para purificarnos e iniciarnos en el camino de la iniciación o iluminación espiritual.

Esto no es nada más que una nueva visión de la revelación de Jesucristo (el Cordero) visto o estudiado desde una óptica diferente, pero tan cristiana y católica como es el Apocalipsis, se que muchos la van a entender, otros tendrán alguna dificultad y otros no la entenderán, puede ser por falta de fe en Cristo o porque se mire desde un punto demasiado ortodoxo.


Hemos de tener en cuenta que la visión de Dios es infinitamente amplia y no tan obtusa como la que solemos tener, y más cuando lo hacemos desde un sectarismo teológico o desde lo razonable, porque a Dios hay que mirarlo y vivirlo hasta desde fuera de la lógica y de lo razonable, para ello hemos de ser completamente libres, libres hasta de los dogmatismo, pues en Dios no hay dogmas, él está por encima de toda sabiduría, técnica, razón o demostración científica, Dios es otra cosa, por eso él nos habla en parábolas, en sentido figurativo porque, su realidad, su reino es inexplicable a nuestra mente o visión, por eso hay que usar la simbología cuando nos referimos a temas tan fluidos o espirituosos.

NOTA: pasado mañana 1 de Agosto cumplo 72 años y el domingo día 2,  45 de casado, estaremos ilocalizables Elena y yo.


sábado, 11 de julio de 2015

CAPÍTULO 22 APOCAÍPSIS



APOCALIPSIS, CAPÍTULO 22

22:1 Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.

Río limpio de agua de vida. Los salvados son como un río de vencedores, puros en pensamientos, palabras y acciones. Que salían del inmenso trono de Dios misericordioso (el trono de Dios es su Reino), y por la redención del Cordero.

22:2 En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.

Parece ser que Juan vio una ciudad (la nueva Jerusalén), y en medio de ella hay un río, y a uno y otro lado del río estaba el árbol de la vida (Cristo es el árbol de la vida), que da muchos frutos ( los justos o vencedores) y las hojas (la palabra de Dios), es como medicina, cura todo mal, estas eran para sanar y fortalecer a los que cumplen su voluntad.

22:3 Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán,

En la nueva Jerusalén no habrá más mal, el trono y el templo de Dios y del Cordero está en ella, y sus siervos le servirán.

22:4 y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.

Y verán el rostro de Dios, y cada cual verá su nombre en la frente del  Cordero, esto quiere decir que allí todos serán uno con el Padre y el Hijo, los vencedores serán verdaderos hijos de Dios.

22:5 No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.

Allí no hay sol, luna ni estrellas, la única gran luz que alumbra y no se apaga jamás, es la luz de Dios que brilla y que ilumina todo lo creado, por los siglos de los siglos (eternamente)


La venida de Cristo está cerca

22:6 Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.

Se afirma que, este libro es para que se sepa lo que ha de suceder, y que es palabra de Dios revelada a su siervo Juan.

22:7 ¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.

Cristo vendrá pronto, y dice que los que guardan su palabra y la profecía de este libro, son Bienaventurados.

22:8 Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas.

Juan nuevamente testifica de cuanto vio y oyó, y que hincado de rodillas quiso adorar al ángel.

22:9 Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.

No lo hagas, me dijo: “Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos los profetas”, añadiendo “adoras a Dios”.

22:10 Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca.

No selles (no lo oculte bajo ningún pretexto) porque el tiempo de cumplirse está cerca.

22:11 El que es injusto, sea todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.

Llegada la hora, cada cual quedará en ese estado, no habrá lugar ni tiempo para cambiar o rectificar.

22:12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.

Cristo vendrá pronto y mi recompensa viene conmigo, para dar a cada uno según sus obras,

22:13 Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.

Cristo dice referente a su iglesia: “yo soy el primero y el último”, el primero como Dios y el último con servidor; ¿Quién es dentro de la iglesia, el primero como seguidor de Cristo o el último como servidor de la congregación?, piénsatelo bien y aún estás en tiempo de arrepentimiento y rectificación, de lo contrario, la recompensa o el castigo solo será de tu responsabilidad.

22:14 Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.

Bienaventurados los que rectifican (lavan su ropa), ellos, habitaran en la ciudad santa de Dios.

22:15 Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.

Todo impío quedara fuera.

22:16 Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.

Este es el testimonio de Jesús para las cosas en las iglesias (General, particular o personal), él es el sol o la estrella de la mañana del nuevo día en la Jerusalén celestial.

22:17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome deL agua de la vida gratuitamente.

Dios nos invita a todos, ir si te dicen ven, o decir ven a mi y recibirlo; saciad la sed tomando del agua de la vida. Invita al Cordero a que pase a tu corazón o ve tu al suyo, él lo desea de cualquier modo.

22:18 Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.

Es testimonio para aquellos que oyen las palabras de esta profecía, para que sean verídicos y no añadan ni quiten cosa alguna, serán castigado por mentir y falsear su contenido.

22:19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.

Nuevamente se insiste en transmitir este mensajes tal cual se dice en el libro de esta profecía.

22:20 El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.

Es palabra de Cristo que dice: Ciertamente vengo en breve.

22:21 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.

La gracia de nuestro Señor sea con todos nosotros. Amén




CAPÍTULO 21 CIELO NUEVO Y TIERRA NUEVA


Cielo nuevo y tierra nueva

APOCALIPSIS, CAPÍTULO 21

21:1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.

Se da a entender que al no existir ya el mar (naciones y pueblos, sociedades o gobiernos) y el primer cielo y la primera tierra pasaron, o no existen en ese momento, pues todo lo que conocíamos ha pasado. El ser humano como tal, ya no existe tampoco, pero si sigue la vida del espíritu porque, este no muere, permanece para siempre. Al desencarnar o muerte del cuerpo, el espíritu queda liberado y pasa a existir gozando de la presencia de Dios o apartado de Él, según las obras, así será el lugar de descanso o de sufrimiento.
En definitiva, el hombre desaparecerá de la faz de esta tierra sin antes pasar por terribles e insoportables momentos de angustia y dolor.

21:2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

Juan vio descender al nuevo pueblo de Dios (la nueva Jerusalén), una gran multitud feliz y engalanada, vestida de blanco, como si fuera la novia ataviada que sale al encuentro de su amado para desposarse con Él.

21:3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.

Del cielo se oía una gran voz “he aquí el templo de Dios con los hombres”, y él morará con ellos, y ellos serán el pueblo de Dios, y Dios estará con ellos como su Dios.

21:4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.

No habrá más lagrimas ni dolor, ni muerte porque las primeras cosas pasaron, (el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existirá más.

21:5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.

El que estaba sentado (el Cordero = Dios) dijo: “… yo hago nueva todas las cosas”(el nuevo cielo y la nueva tierra también serán verdaderamente nuevas, porque Él las creará para su nueva ciudad celestial), esto es palabra de Dios, son palabras fieles y verdaderas salidas de la boca del Señor.

21:6 Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.

Nada que aclarar o añadir. Salvo que Cristo es el Alfa y el Omega, el primero y el último. Aplaquemos nuestra sed en la fuente del agua de la vida, ahora que es tiempo, preparémonos.

21:7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.

       Si permanecemos (es vencer) fieles hasta el final, Cristo será nuestro Dios y seremos llamados hijos del Altísimo.

21:8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

Ni el agua puede ser más claras que estas palabras.

La nueva Jerusalén

21:9 Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.

Y un ángel le dijo a Juan: “Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del cordero”, (La desposada es el nuevo pueblo de Dios la nueva Jerusalén), “la esposa del Cordero”. Entiendo por desposada o esposa a todo justo que vive en comunión con él, y con los demás miembros de este gran pueblo.

21:10 Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,

Cristo, llevó a Juan a un lugar elevado para que pudiese ver descender del cielo a la gran ciudad santa de Jerusalén (a todos los santos).

21:11 teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.

La gran masa de gente que descendía del cielo, brillaba como piedra preciosa, transparente como el cristal, toda llena de resplandores y poseyendo la gloria de Dio. Visión de un espectáculo maravilloso e indescriptible.

21:12 Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;

Ahora se refiere simbólicamente a su protección y seguridad ya que, en la nueva Jerusalén no son necesarios los muros y las puertas tal como las conocemos en este mundo, porque es la ciudad de los justos. Los muros con las puertas son los justos de las doce tribus de Israel.

21:13 al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas.

Creo que son guardianes espirituales.

21:14 Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.

Los cimientos son los apóstoles como cimientos y muros sobre la que Cristo edificó su iglesia.

21:15 El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.

La caña es un instrumento de medir alguna magnitud, es como medir la calidad del material con el cual se fundamenta esta nueva ciudad. Si la caña es de oro es porque lo que hay que medir es algo muy valioso.

21:16 La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales.

Desconozco estas medidas y no puedo hacer objeción “fiable o lógica”. Es como un cubo, o los cuatro elementos de la tierra, cuatro puntos cardinales, todos son 4, el 4 es el número del hombre, podría referirse al hombre equilibrado en todos sus conceptos, medir esos conceptos con la caña, una especie de juicio, etc.

21:17 Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel.

Me parece que es algo regular, pues su largo, ancho y alto tienen las mismas dimensiones o que todo es del mismo valor lo mire por donde lo mire.

21:18 El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio;

Todo es igual de valioso pero su procedencia es variable, gentes de todo lugar, raza o idioma, pero todos tienen el mismo valor.

21:19 y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda;

Los adornos pueden ser de distintos valor y material ya que se refiere a las obras de los vencedores que configuran esa fantástica ciudad.

21:20 el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.

Efectivamente, cada obra tiene su piedra de valor

21:21 Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio.

Cada tribu de Israel, es semejante a una joya o piedra preciosa.

21:22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.

En la nueva Jerusalén no habrá templo alguno porque el templo es el Señor Todopoderoso y el cordero es el rescatador de la ciudad santa..


21:23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.

En la gloria de Dios no existen soles ni lunas, la claridad que inunda todo es el poder y sabiduría que ilumina todo, y es el cordero la lumbrera del creador.

21:24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.

Todos los vencedores (o salvados), andarán a la luz del Cordero.

21:25 Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.

Vivir, ser o existir en el día del reino de los cielos no tiene fin, ni sombras porque es vivir en la fuente de la vida y de la luz.

21:26 Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.

En la nueva Jerusalén estará la honra y gloria de las naciones, los santos o vencedores.

21:27 No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

Todo lo que entre en la nueva Jerusalén, estarán inscrito en el libro de la vida del Cordero (Cristo).