¡ ... FUEGO ... !
28-08-2022
AGOSTO: Por doquier, se siente y se huele a fuego real, bosques que arden, tierra seca y quemada con olor a cenizas; guerra en Ucrania y ... guerras que prenden en corazones áridos y sedientos de locuras por ignorancias, egoísmos e intereses que conducen a noches oscuras de almas que han olvidado sus orígenes. Pasiones, rupturas. etc. .... Sed y ausencia del amor hacia lo natural y eterno, olvido forzado de lo tradicional e imposición de consignas que nos llevan al fracaso personal y social. Todo huele a humos de bosques, rastrojos y baldíos que arden y nos inducen a recuerdos apocalípticos. Una breve pincelada del texto apocalíptico de san Juan, capítulo 21 versículo 1º:
21:1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.
Su lectura nos da a entender que al no existir ya el mar (naciones y pueblos, sociedades o gobiernos) y el primer cielo y la primera tierra pasaron, o no existirán en ese momento, pues todo lo que conocíamos ha pasado. El ser humano como tal, ya no existirá tampoco, pero sí sigue la vida del espíritu porque, este no muere, permanece para siempre. Al desencarnar o muerte del cuerpo, el espíritu queda liberado y pasa a existir gozando de la presencia de Dios o apartado de Él, según las obras de cada cual; así será el lugar de adoración y contemplación o de sufrimiento por la ausencia de la Luz.
En definitiva, el hombre desaparecerá de la faz de esta tierra sin antes pasar por terribles e insoportables momentos de angustias y dolor. No se si el tiempo marcado en el apocalipsis está muy cerca o lejano, al menos, en estos momentos es muy semejante el contenido de lo impreso con los síntomas de estos tiempos turbulentos y desasosegados.
Reactivemos "nuestro amor" sin distinción hacia todo lo creado, por que, el amor hacia la creación del universo es obra del amor de Dios, amémonos como Él nos ama. El amor es el "arma" más poderosa que disponemos los seres humanos, poder que todo lo transforma, usemos el amor como "arma" para reparar nuestros errores personales, sociales y medioambientales, por que, aún estamos a tiempo.
