DIOS ES AMOR
2019-05-07
El Amor, FUENTE de la Creación
Nota del autor: Aunque estos escritos son notas para mi recuerdo y así pasado un tiempo, poder releerlo para observar cual es mi avance o retroceso en mi sentir y vivir la Palabra que Cristo nos dio a conocer, se que mi forma de entender y conocer a Dios es algo singular, pero no tengo nada que añadir o quitar a las escrituras, solo que uso otros puntos de vista o de entendimiento que justifica todo lo dicho, pero... lo veo desde otros ángulos que me llenen y satisfacen, por ser para mi más acorde con los momentos que vivimos, no trato de decir ni hacer nada diferente a lo que se me ha dado entender pero si he de decir que tengo muchas dificultades para poder encontrar las palabras adecuadas. Por lo dicho, pido perdón a aquellos que al leerlos puedan no entenderlo o que puedan escandalizarse, esta no es mi intensión, pero debo de ser leal al expresar lo que siento y trato de vivir con todas mis ansias de amor a Dios y a la verdad.
Se que lo leen muchas personas de diferentes países, ante mi peculiar forma de pensar y sentir tengo que aclarar que: lo escrito es como veo y siento mi trato con el Señor, puede ser que a algunos les parezcan algo rara o disonantes, pero es lo que pienso en estos momentos.
DIOS ES AMOR
El Amor, FUENTE de la Creación
Todo cuanto existe, procede de la Fuente Matriz de energías inagotables, este manantial consciente y sapiente, es la manifestación de su causa originaria, es del que ES, a cada ser creado o naciente es dotado de un orden evolutivo en el más perfecto orden silencioso, del cual emana y proclama la infinita sabiduría de su creador.
En el plano “espiritual”, todos somos energías-pensamientos con distintas densidades según la especie o evolución de cada entidad, es algo así como cristalizado y transparente, sin sombras, imposible de ocultar actos, acciones o pensamientos unilaterales.
Todo lo creado tiene su espíritu, ánima o duende. Es algo visto así de una forma individual como, esferas energéticas conscientes y sapientes con autonomía y movimiento, están a la vez interrelacionadas entre sí y formando parte de un bloque conectadas entre ellas y al servicio de la gran mente matriz.
Es muy difícil expresar la más mínima parte de como es o son los espíritus en su plano o dimensión espiritual, ya que las visiones o percepciones que en mi caso he podido ver y percibir, son muy singulares dada las capacidades, condiciones o necesidad de cada persona agraciada por causas, que solo Dios puede saber. Las he visto en diferentes ocasiones, pero, estas esferas de energía sapientes y pensantes han tenido unas evoluciones de menor a mayor tamaño, supongo que a mayor tamaño mayor evolución. Esto invita a intuir que, en ese estado, todos somos o formamos parte de una unidad en toda su esencia, donde no existe diferencia ni estado como lo es en esta dimensión en la cual vivimos.
De todo ser creado se dice que tienen cualidades o poderes especiales, en realidad, todos son seres vivos con un espíritu singular, que encierran gran sabiduría dentro de un orden único y propio de cada especie ya pertenezca al reino mineral, vegetal, animal y etéreo (de lo oculto).
Todos están interconectados e interrelacionados con una multitud de subespecies.
Cada especie están intercomunicados y relacionados entre sí, la física y la química se encarga en su estudio de clasificarla según sus composiciones, cualidades y derivaciones. Las características y el orden implícito es lo que nos indica el gran saber y poder de su creador, que no solo los crea, sino que, está constante y permanentemente presente en todas y cada una de sus derivaciones y evoluciones de las especies.
Todo esta creado con energía emanada de la Fuente o de la mente del Creador.
Todo lo que existe fue creado por la emanación de energías pensantes y sapientes, configuradas en mayor o menor grado o densidad. Estas energías están compuestas de vibraciones o frecuencias sinodal.
Para mí, Dios, o, la Mente Cósmica o Universal como tal, no es un ser que se pueda ver o tocar porque, no tiene forma, es Conocimiento puro, es Saber, es Poder, es Esencia y Existencia pura infinita. Es el SER, es el innombrable, es el que ES.
Esta mente crea todo cuanto existe por el solo hecho de desearlo y pensarlo, él ES energía creadora, es conocimiento o luz….
Toda energía procede de la fuente universal a la cual, volverá a integrase una vez terminado su ciclo vital.
La teoría sobre el AMOR de EINSTEIN
La lectura de la carta que le escribió Albert Einstein a su hija Lieserl, a la cual nunca conoció. Fruto de una relación fuera del matrimonio con Mileva Maric, una de las compañeras de estudio del científico en aquella época (1900).
Carta para su hija Lieserl:
“Entre otras cosas le comenta que cuando dio a conocer su teoría de la relatividad, muy pocos científicos le entendieron. Ahora, le da a conocer otra teoría sobre el AMOR, le advierte que será aún más incomprendida”. Para ello, le pide que el darla a conocer lo retrase todo lo que le sea posible, (Te pido, aun así, que la custodies todo el tiempo que sea necesario, años, décadas, hasta que la sociedad haya avanzado lo suficiente para acoger lo que te explico a continuación). Y continua (Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido identificado por nosotros. Esta fuerza universal es el AMOR).
Y continua así hasta el final de la carta: Cuando los científicos buscaban una teoría unificada del universo olvidaron la más invisible y poderosa de las fuerzas.
El Amor es Luz, dado que ilumina a quien lo da y lo recibe. El Amor es gravedad, porque hace que unas personas se sientan atraídas por otras. El Amor es potencia, porque multiplica lo mejor que tenemos, y permite que la humanidad no se extinga en su ciego egoísmo. El amor revela y desvela. Por amor se vive y se muere. El Amor es Dios, y Dios es Amor. Esta fuerza lo explica todo y da sentido en mayúsculas a la vida. Ésta es la variable que hemos obviado durante demasiado tiempo, tal vez porque el amor nos da miedo, ya que es la única energía del universo que el ser humano no ha aprendido a manejar a su antojo.
Para dar visibilidad al amor, he hecho una simple sustitución en mi ecuación más célebre. Si en lugar de E=mc² aceptamos que la energía para sanar el mundo puede obtenerse a través del amor multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado, llegaremos a la conclusión de que el amor es la fuerza más poderosa que existe, porque no tiene límites.
Tras el fracaso de la humanidad en el uso y control de las otras fuerzas del universo, que se han vuelto contra nosotros, es urgente que nos alimentemos de otra clase de energía. Si queremos que nuestra especie sobreviva, si nos proponemos encontrar un sentido a la vida, si queremos salvar el mundo y cada ser sintiente que en él habita, el amor es la única y la última respuesta.
Quizás aún no estemos preparados para fabricar una bomba de amor, un artefacto lo bastante potente para destruir todo el odio, el egoísmo y la avaricia que asolan el planeta. Sin embargo, cada individuo lleva en su interior un pequeño pero poderoso generador de amor cuya energía espera ser liberada.
Cuando aprendamos a dar y recibir esta energía universal, querida Lieserl, comprobaremos que el amor todo lo vence, todo lo trasciende y todo lo puede, porque el amor es la quinta esencia de la vida.
Lamento profundamente no haberte sabido expresar lo que alberga mi corazón, que ha latido silenciosamente por ti toda mi vida. Tal vez sea demasiado tarde para pedir perdón, pero como el tiempo es relativo, necesito decirte que te quiero y que gracias a ti he llegado a la última respuesta.
Tu padre: Albert Einsten
El AMOR es el Creador, aunque no hace falta decirlo, queda mas que confirmado, “Dios es AMOR”. Todo cuanto existe tiene como principio y fin el amor, energía infinita e inagotable. El amor todo lo contiene, el amor es luz, es unión, es poder, etc., etc.
También san Pablo en su epístola 1 Corintios 13:4-8 dice:
4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
GRACIAS ... GRACIAS ... GRACIAS ...
*2Dijo Jesús: «El que busca no debe dejar de buscar hasta tanto que encuentre. Y cuando encuentre se estremecerá, y tras su estremecimiento se llenará de admiración y reinará sobre el universo». *2 del evangelio apócrifo de santo Tomás
En este punto se nos dice que no deje buscar hasta que se encuentre lo que se busca, para ello se ha de buscar sin descanso dentro de nosotros mismos, sorteando entre los innumerables obstáculos que se nos presentarán, por lo cual, no hemos de desfallecer en ningún momento por nada, ni por posibles dudas sobre la fe o por el empeño en encontrarnos, ni darnos por vencidos a causa de las dudas, porque, vendrán los desánimos, el abatimiento, la soledad, el miedo, la incomprensión, etc. etc. Es posible que tengamos que vivir las noches oscuras del alma, como decía san Juan de la Cruz. Una vez que encontremos en nuestro interior nuestra verdadera identidad que nos une al Dios vivo, nos estremeceremos llenándonos de admiración al ver que, somos los canalizadores de esta energía que reina sobre el universo.
La vida debe de ser una búsqueda constante del conocimiento de Dios dentro de nuestros corazones para avanzar espiritualmente, salvo extrañas excepciones, este avance no es ni lineal ni continuo, es como en aquellos sueños en los cuales queremos correr y escapar de algo que nos persigue, pero …, despertamos sobresaltados. Queremos y creemos que avanzamos, pero, de vez en cuando despertamos del sueño mientras caminamos. Si nos observamos durante nuestros quehaceres diarios, nos damos cuenta de que andamos como embriagados, y mientras dormimos olvidamos casi constantemente nuestros objetivos, causa por la cual nuestros avances espirituales son muy lentos y escasos.
*7Jesús dijo: «Dichoso el león que al ser ingerido por un hombre se hace hombre; abominable el hombre que se deja devorar por un león y éste se hace hombre». *7 del evangelio apócrifo de santo Tomás
Dichoso el hombre que se forja en la “sabiduría del Conocimiento”, este es como un león, si el hombre ingiere “sabiduría-conocimiento”, este se transforma en un hombre poderoso, altamente consciente de la realidad. Igualmente, de abominable es el hombre que se deja devorar por ese felino que, al final se transforma en un hombre ignorante y soberanamente ambicioso y repugnante.
Se dice que, en esencia, el hombre es lo que come, cuando ingerimos ambición, odio, soberbia, ira, etc., etc., estamos nutriendo a nuestra mente corporal y espiritual con un alimento tóxico, que fortalece al felino (nuestro ego).
Cuando comemos, ingerimos toxinas, a este respecto en Wikipedia se dice: Una toxina (del clásico τοξικόν [toxikón], que significa ‘flecha’) es una sustancia venenosa producida por células vivas de animales, plantas, bacterias u otros organismos biológicos... por lo cual, estas sustancias tóxicas de alguna manera nos modifican física y psíquicamente.
Para nosotros los cristianos, alcanzar la meta en nuestro caminar es un objetivo irrenunciable, para ello, contamos con Jesucristo, Dios y hombre que nos ama como nadie ha amado al hombre en su totalidad, el nos conoce, nos entiende y a pesar de nuestra peculiaridad personal, nos ama tanto que para redimirnos se dio así mismo a una muerte cruenta en la cruz para conciliarnos con el Padre.
Dios padre nos ama a semejanza de: un padre o madre ante la condena irrevocable a muerte de uno o varios hijos, ¿no se ofrecería a sí mismos para que sea él, el ajusticiado? Si el ser humano como padre o madre es capaz de hacer esto, es posible que la mayoría de los padres den sus vidas por uno o varios de sus hijos.
Ante esta situación de la humanidad, quien puede extrañarse de que nuestro Padre por amor a nosotros, sus criaturas, sus frutos, ¿no sintió necesidad de salvar a su obra predilecta engendrándose así mismo, para hacerse hombre como nosotros, y sacrificándose a sí mismo para rescatarnos?, todo, ¡todo ello por Amor!, nos ama tanto que se dio por nosotros muriendo cruentamente en una cruz. El ES, el Dios de la Vida y del Amor, ¿Cómo podía dejar que su obra maestra hecha por Amor fuese condenada a una muerte eterna? Muriendo Él, nos dio la vida eterna, por eso, nunca, nunca debemos de dejar de dar las GRACIAS a Jesucristo que, junto con el Amor del Padre y la Acción Silenciosa de su Espíritu Santo no solo nos rescató, sino que nos dio la potestad de ser llamados hijos del Altísimo.
