martes, 20 de agosto de 2019

TÓRRIDO VERANO



TÓRRIDO VERANO
20 de Agosto de 2019


Todos los meses de agosto son para mi un agobio que, me hace bajar el rendimiento en todos los aspectos tanto en cantidad como en calidad, este verano lo estoy sintiendo mucho más que los anteriores, es posible que no toda la culpa sea por las altas temperaturas, es probable que también tenga algo que ver los años que, sumados a las “goteras” que toda persona mayor padecemos, hagan posible ese cóctel que años tras años arrastramos. Este final de “primavera” seguida por un verano especialmente tórrido, han sido inusuales la cantidad de días que se superaron los 40 grados. “Y aún, algunos siguen negando que el cambio climático no ha llegado, pero, sin duda ya se ve y se nota su entrada, veremos a donde nos lleva todo esto.

Deseo que pasen estos días para retornar al camino con plena conciencia de que estoy haciendo o por lo menos, intentando seguir a Cristo para que, su voluntad sea una realidad en mi. Quiero y deseo vivir íntegramente su presencia en todas mis acciones y de poder ver su rostro en cada uno de nuestros semejantes, para poder llegar algún día a hacer realidad “aquí y ahora” el Reino de Dios dentro y fuera de nosotros, acabando con toda duplicidad y volviendo todos a ser Uno en el Todo.

Reencontrémonos todos para hacerlo posible, es imprescindible que miremos y rebusquemos en nuestro interior, para ello, las herramientas indispensables son la meditación y la contemplación; con el silencio sonoro, y o, con la oscuridad luminosa podemos llegar a reencontrarnos con nuestro mismísimo “Yo” interior, que es parte y principio de la presencia del Espíritu de Dios por el cual, dentro de la diversidad somos “uno” con Él.                

Cuando tratamos de exponer o comparar la inmensidad de Dios con esa chispa o presencia divina que habita dentro de nuestro ser, por mucho que nos esforcemos, esta comparación se transforma e un error casi infinito e imposible de entender. Por lo cual, solo se ha de imaginar como una comparación abstracta e irreal, ya que, nada es parecido o comparable a esta idea, pero de alguna forma hemos de exponer la existencia de unas realidades que escapan a toda razón o lógica, pues, estos pensamientos para poder comprenderlos hemos de transcender a toda razón lógica humana.


Somos como esa gota de agua que procede del mar y que a él regresa irremediablemente sin perder su esencia y conservando nuestra individualidad propia que nos caracteriza o nos define.