sábado, 17 de noviembre de 2018

EL AMOR




El AMOR
17-11-2018

Va quedando poco para que termine el ciclo litúrgico, este año casi coincide con el final de mes. Revisando a groso modo cuál ha sido mi actitud o mi caminar hacia la meta, no estoy decepcionado pero, tampoco puedo echar las campanas al vuelo, puedo decir que el avance es cierto pero escaso desde mi parecer. El permanecer cada día en este estado me causa más dificultad por varias razones porque, quiero y deseo expandir mi amor en todas direcciones, para esto se requiere una fe sin límites, y, hacer un inmenso esfuerzo en un estado casi permanente de vigilia, para el cual me comienza a fallar la voluntad, la memoria, la capacidad de resistir, etc. etc. si a esto le sumamos el deterioro físico y psíquico por la edad, juzguen cada cual por sí mismo el esfuerzo a realizar.

Ahora entiendo muy bien aquellas palabras de Jesús (1 Juan 4:20 Reina-Valera RVR1960) 20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?

Dicho como se suele hablar hoy. “Si decimos que amamos a Dios, y al mismo tiempo nos odiamos unos a otros, somos unos mentirosos. Porque, si no amamos al hermano a quien podemos ver, mucho menos podemos amar a Dios a quien no podemos ver”. No es posible amar a Dios y despreciar a nuestros semejantes, si odiamos o despreciamos a uno solo de nuestros semejantes, también, estamos odiando o despreciando a Dios, cuyo Espíritu cohabita en todo ser humano de forma mas evidente que en el resto de los seres creados, esta es la diferencia entre el ser sapiente que posee el libre albedrío, cualidad única entre los seres creados ya sean animados o inanimados.

Creo que la sociedad actual ha perdido el norte en cuanto a todos los principios o valores éticos, morales y religiosos. Según dicen una “gran mayoría”, quedamos pocos comprometidos con la práctica y la vivencia de una fe “trasnochada y caduca” destinada a desaparecer, pero, en realidad aunque fuésemos pocos, “esta pequeña masa fermentará como la levadura; en la juventud actual que compone esta “minoría”, se está impregnando de fermentos nuevos que nos traerán renovados y nuevos horizontes iluminados por el desarrollo de las nuevas ciencias tecnológicas que, nos darán una nueva visión de Dios y de su creación.

Hemos de ser conscientes y de hechos creo que lo estamos siendo, vivimos los últimos coletazos de una época en plena decadencia, pero al mismo tiempo, estamos inmersos en una transición bastante insegura, de la cual se saldrá dando paso a una nueva era, el resultado final será el despertar de una civilización mas espiritual y evolucionada, época que ahora mismo está en los primeros albores del parto que ha de dar a luz a una nueva forma de vivir.

Después de este brevísimo acortamiento del presente y del devenir más inmediato, pienso que, este resumen está dirigido a mí mismo como recordatorio a semejanza de flash, para releerlo de vez en cuando y ver o calibrar como es el avance en el caminar diario hacia la meta que me ha sido marcada por el “destino”. Caminar por la senda de la entrega y el servicio a mis semejantes, en especial a los de mi propia familia espiritual en las medidas de sus necesidades y contando con mis posibilidades.

Amar es la palabra mas grande y hermosa que existe, amar sin esperar recompensa. En el amor está todo incluido como la entrega, entrega amorosa que se expande tanto como sean las necesidades, el amor no tiene límites, el amor es una energía sin límite e inmensamente poderosa que existe en todo el universo. Me atrevo a decir que el amor es la cualidad imperante en Dios, por su infinita energía amorosa, Dios creó todo cuanto existe, por amor nos creó a su imagen y semejanza, por amor a nosotros sus hijos, se encarnó en un cuerpo semejante o igual al nuestro, Cristo, Dios y Hombre por amor y para redimirnos de nuestras imperfecciones, dio su vida por nosotros. ¿Que amor puede ser mas grande que aquel que dio su vida para salvarnos sufriendo una muerte ignominiosa?, muerte de cruz, muerte destinada a los malhechores, y todo esto por mí y por cada uno de nosotros.

Creo y quiero alcanzar mi objetivo sobre el amor a Dios y a mis hermanos, se que aún en mi está en pañales, esto no significa que mi amor hacia mis semejantes sea nulo, no, amo pero no lo suficiente como amar a mis hermanos como creo amar a Dios, esto me lleva a pensar que, si mi amor hacia mis semejantes no es lo suficientemente perfecto, tampoco mi amor a Dios creo que sea perfecto, esto es algo fácil de entender o de decir pero, es difícil de emparejar unificando ambas formas de amar, que no son dos diferentes sino una en sí misma.

Cristo amó y perdono a sus verdugos, ¿seré capaz dado el caso de perdonar a aquel o aquellos que me difamaron, me golpearon o que destrozaron la vida de un ser querido e indefenso? ...., así creo que lo siento, pero ...., ¿tendría el suficiente amor como para perdonar como lo hizo Jesucristo? Creo que aún tengo dudad, y esto me preocupa si llegase el caso. Para dejar buen sabor espiritual plasmaré en este escrito-recordatorio el mayor canto al amor que se haya podido hacer, y es la Primera carta de san Pablo a los Corintios en su capítulo 13, versículos del 1 al 13, dice:

1Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe. 2Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada. 3Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.
4El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, 5no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, 6no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. 7El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; 9porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas. 10Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto. 11Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, 12pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí. 13En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de todas es el amor.

Bella preeminencia del amor que nos conforta y fortalece.

    Como nota final, he de decir que después de varios meses ya está casi a punto de hacerse realidad, el próximo día 10 de diciembre pisaré y viviré unos días en la tierra donde Jesús nació, vivió y entregó su vida por nosotros, es un viaje muy deseado a Tierra Santa, ahora a pedir que este viaje dé los mejores frutos de amor y esperanzas.