lunes, 28 de noviembre de 2022

ADVIENTO 2022



ADVIENTO 2022
27-11-2022

    Es tiempo de reflexionar sobre lo vivido durante el año que finalizará próximamente. Para evitar los errores cometidos, hemos de aprovechar esta nueva etapa de luz y esperanza que nos ofrece el nuevo periodo de adviento, para ello, es necesario tomar nuevos impulsos durante estos días que nos invitan a reflexionar dando vida en nosotros al Verbo de Dios encarnado como lo fue en una virgen adolescente, en María fue engendrada la humanidad divina de la palabra (Jesucristo) o Verbo Divino, ahora, para hacerla nuestra hemos de darle vida en lo más profundo de nuestro ser.

    Como lo hice en advientos anteriores, a este lo puedo catalogar de igual forma, veo que son avances casi inapreciables que instan a desertar del empeño, pero, si repaso los ciclos desde el principio, el avance es bastante considerado, pero, no lo creo suficiente.

    Escucha mi voz suplicante Roca mía, tú eres mi fuerza y mi escudo: Da luz a mi ceguera para que, pueda caminar sin apartarme de tu senda, ella es también la mía, pero, sin tu auxilio no sé ni puedo avanzar.

    Acudo a Ti porque, solo Tú eres firme, único y el que me puedes dar garantías para enfrentarme a mis temores y dudas por la falta de tu luz. Enciende en mí la lámpara del conocimiento y así podré desprenderme de mis oquedades.

    Dudas y temores nacidos especialmente de las crisis que actualmente todos conocemos y, por su implicación que abarca la totalidad de la población mundial, ya sea por una u otras causas, más tarde o temprano nos afectará a todos.

    En este adviento, tengo que actuar en mi interior con más ahínco y perseverancia para que, no se pierda ni un solo segundo en estar totalmente expectante y vigilante hacia mis pensamientos y deseos de amor a Dios y a nuestros semejantes, porque, no hay amor a Dios si no amamos a nuestros hermanos, pues, todo somos hijos del Altísimo y Él nos ama a todos por igual. Porque, Él está en nosotros y nosotros en Él.


 


sábado, 19 de noviembre de 2022

NO TE PARES, CAMINA


NO TE PARES, CAMINA
18-11-2022

Hoy, para meditar he escogido al azar el salmo 122, que dice así:


A ti levanto mis ojos, a ti que habitas en el cielo.

Como están los ojos de los esclavos fijos en las manos de sus señores, 

como están los ojos de la esclava fijos en las manos de su señora, 

así están nuestros ojos en el Señor, Dios nuestro, esperando su misericordia.

Misericordia, Señor, misericordia, que estamos saciados de desprecios; 

nuestra alma está saciada del sarcasmo de los satisfechos, del desprecio de los orgullosos.

    En este texto se refleja una bella oración que nos puede valer adaptándola a nuestra realidad actual: Porque, gran parte de nuestra sociedad se ha olvido y relajado de todos los principios éticos, morales, sociales, etc. más, de todas las normas para una convivencia normal y sana, (en este momento, no me refiero a temas espirituales o religiosos); vivimos en un desenfreno que nos conducirá al caos.

      ¡Hermanos, aún existen causes para rectificar, caminemos!, no nos paremos, caminemos, ... hagamos caminos de amor al andar, mas, el Amor nos acompaña en nuestro transitar, esperándonos está para que reanudemos nuestras sendas. 

      Hagamos todo lo posible para que los malos presagios que pululan por doquier no nos perjudiquen en demasía. La situación que estamos viviendo en estos momentos es muy desalentadora, .... guerra en Ucrania con posibilidad de llegar a una conflagración nuclear, crisis económica y social, gobiernos corruptos y perversos, etc., cambio climático con unas consecuencias incalculables para la población mundial. (Nota: En 1950 la tierra tenía 2.540 millones de habitantes, y 50 años después, en el año 2.000 pasó a tener 6.140 millones, y en noviembre del 2.022 se ha alcanzado los 8.000 millones de habitantes, a este ritmo pronto se alcanzarán los 10.000 millones. Con este ritmo de crecimiento, posiblemente la tierra no pueda dar más para alimentar su población).

     Será un gran problema el de la superpoblación de la tierra que, sumada al cambio climático, más, los diferentes regímenes políticos y nacionalistas, da mucho que pensar del futuro que nos espera, más, yo me pregunto: ¿Esto no tendrá algo que ver con el Apocalipsi?, puede ser o no ser, por lo cual repasemos lo que dice entre otros los capítulos 6:1; el 8:7; el 16:1-2; el 19:11-12; y 21:1-2. De dicha lectura se puede deducir que existe un cierto paralelismo entre esta narración del Apocalipsis si la comparamos con la situación actual; mejor sería leer este libro en su totalidad. También podría ser una aparente similitud casual sin tener nada que ver ambas cosas entre sí.

   Seguidamente se ha insertado varios capítulos del Apocalipsis con su correspondientes versículos que refieren algunos puntos que pueden dar una mayor aclaración del paralelismo que entiendo se está dando en estos momentos, como la posibilidad de que sean situaciones parecidas, pero de hechos diferentes en lugar y tiempo diferentes. He creído conveniente exponer mi parecer que con toda seguridad tendrá sus detractores y acreedores.

        Este es un breve resumen que acompañan a los capítulos y versículos que tratan o se asemejan a la situación actual sobre la apertura de los sellos, las trompetas, las copas, jinetes, ... cielo nuevo y tierra nueva nos espera etc. Etc.

 6:1 Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira. 

      El sello puede indicar varias cosa: Garantía de confidencialidad, autenticidad, señal de autoridad que respalda al escrito. Los primeros cuatro sellos pertenecen a un solo grupo (es presentado por cada uno de los cuatro seres vivientes, el cinco y el seis son independiente y el séptimo sello da lugar a la apertura de las siete trompetas.
Al abrir el primer sello, con voz de trueno (con autoridad y poder) el primero de ello dijo: Ven y mira.

8:7 El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.

     El fuego es dolor y desgracias, la sangre es sufrimiento y muerte, el ruido (por el destrozo de cosechas), todo esto afectará a un tercio de la tierra dejando tras si una devastación superior a lo que podamos imaginar.

16:1 Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios.

      Es el anuncio de las siete plagas o tragedias admitidas por dios para castigar a los hombres que están contra el Cordero (Cristo); las copas a modo simbólico del contenido del mal que el hombre se ha causado a sí mismo, es llegada la hora y se va a dar comienzo.

16:2 Fue el primero, y derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen.

      La primera copa contenía una epidemia de úlceras, malignas y pestilentes, posiblemente cáncer maligno causado por agentes bacteriológicos o producidas por radiaciones de tormentas solares, esto recaerá sobre todos aquellos que por su forma de vida, no estén inscrito en el libro de la vida.

19:11 Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.

        El que monta a caballo es Cristo (el Cordero).

19:12 Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.

    Son los ojos del que ilumina, su mirada es luz purísima. Las diademas son coronas o poderes, pues ahora, Él es el único rey y su nombre es impronunciable, porque ya no es solamente el Cordero, es el que ES, el que ha sido y el que será.

21:1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.

    Se da a entender que al no existir ya el mar (naciones y pueblos, sociedades o gobiernos) y el primer cielo y la primera tierra pasaron, o no existen en ese momento, pues todo lo que conocíamos ha pasado. El ser humano como tal, ya no existe tampoco, pero si sigue la vida del espíritu porque, este no muere, permanece para siempre. Al desencarnar o muerte del cuerpo, el espíritu queda liberado y pasa a existir gozando de la presencia de Dios o apartado de Él, según las obras, así será el lugar de descanso o de sufrimiento.
En definitiva, el hombre desaparecerá de la faz de esta tierra sin antes pasar por terribles e insoportables momentos de angustia y dolor.

21:2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

      Juan vio descender al nuevo pueblo de Dios (la nueva Jerusalén), una gran multitud feliz y engalanada, vestida de blanco, como si fuera la novia ataviada que sale al encuentro de su amado para desposarse con Él.

     Termino esta reflexión repitiendo lo escrito al principio ¡Hermanos, aún existen cauces para rectificar, caminemos!, no nos paremos, caminemos, ... hagamos caminos de amor al andar, mas, el Amor nos acompaña en nuestro transitar, esperándonos está para que reanudemos nuestras sendas glorificando al Padre, al Verbo y al Hacedor silencioso, que es un solo Señor. Amén.