sábado, 18 de noviembre de 2017

QUIEN SOY YO







¡Quién soy yo!
18-11-2017

Como decía mi padre, “...líbreme Dios de prejuzgar y mucho menos, con falsos testimonios”, .... en la difamación, jamás se podrán restituir los daños ocasionados. Huir de la difamación.

Hoy en día que fácilmente se suele hacer y, abusar de estos actos, ejemplos los tenemos casi a diario, solo hay que zapear entre canales para encontrar fácilmente programas de tv, entre ellos, los llamados prensa amarilla o del corazón. No solo se vierten intimidades de personajes (llamados) públicos, sino que a veces, entre los mismos colaboradores de estos programas se destrozan sin piedad. Es la carnaza lo que parece interesar a los televidentes, y para ello, vale todo. ¿qué pena de sociedad?

La historia nos demuestra que los grandes imperios sucumbieron bajo el peso de la difamación y de la corrupción. Nuestra sociedad está plagada de actos y hechos corruptos, no están exentos: gobiernos, sociedad civil o religiosa, incluida nuestra querida iglesia católica ¿Cuántos escándalos? ..., ¿qué estamos haciendo para remediarlos dentro de nuestras posibilidades?

Parece ser que, hoy en día todo es lícito, hemos caídos en una relatividad casi absoluta, todo está permitido, ¡eso sí!, lo viejo, lo añejo no nos vale, los valores naturales y tradicionales están caducos, no nos sirven ni nos pertenecen, son reliquias del pasado. La sociedad que se olvida de su historia, está condenada a repetirla.

Y ¡Quien soy yo! Para juzgar a nada ni a nadie.















lunes, 13 de noviembre de 2017

QUE ES LA MUERTE



¿QUE ES LA MUERTE?
13-11-2017

Hoy trataré de expresar lo que es para mí la vida, aquí en este mundo o en esta dimensión, y lo que será después de la separación de esa energía consciente, sapiente y sintiente, llamada espíritu o alma inmortal que, procede de esa otra energía universal e infinita a la cual llamamos Dios o Padre, pues, su energía o presencia inunda todo el universo vivible e invisible, dando vida, forma y leyes que diferencia a todo lo creado, estas formas y sus cualidades solo son la manifestación de su presencia, he de decir que esas manifestaciones no son Él, porque solo él ES.

Como sabemos, la vida del ser humano es la fusión del espíritu con el homínido, cuando se produce lo que llamamos muerte no es más que, la separación de lo material y la liberación de la parte espiritual o energética, a tal acto, llamo muerte de lo que entiendo como extinción del ser humano.

¿Qué es la vida?, ¡un momento! Por favor, párate y medita sobre tu propia experiencia de tu existencia. ¿Cómo fue tu niñez? Feliz o llena de altibajos; ¿como fueron los días de tu pubertad?, como fueron tus anhelos, proyectos de vida, amores, desamores, y de tus preferencias e inclinaciones sexuales, cómo los usaste; ¿Qué tal fue tu madurez? Fidelidades e infidelidades en tu pareja o en tu conducta en general, ayudaste o impediste el desarrollo de tus hijos si los tuviste o lo adoptaste, etc., cómo fueron tus principios éticos y o religiosos etc. etc. ¿Cómo es tu vejez hasta el momento? Desde tu fe o tu agnosticismo: Satisfacciones, desengaños, frustraciones, amor y o esperanzas.

Si te has parado por un momento meditando sobre tu vida, habrás comprobado que todo ha transcurrido, ya nada se puede modificar, el pasado, lo pasado perdura en la mente a semejanza de un sueño y pertenece al ayer. Como ayuda de lo antedicho, degustemos:

¿Qué es la vida? Según el monólogo de Segismundo, por Calderón de la Barca.

Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?

Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

En resumen: ¿Qué es la muerte?: “El fin de un sueño, que nos devuelve a la vida”. Es el resultado o producto de una fe o, de experiencias extrasensoriales que nos da la certeza de la existencia de una vida eterna después de nuestra muerte como seres humanos.

Pero, hay otros que responden a: ¿Qué es la muerte?: “El fin de un frenesí o tránsito, que nos conduce a la nada o no vida”. Estos, también tienen el derecho de pensar así, espero que, algún día puedan ser consciente de que ellos al igual que todos, somos portadores de la chispa de luz que, como seres espirituales, nos mantienen vivos y unidos a este cuerpo, el cual no es un medio sino el fin para nuestro tránsito por este mundo.

Mientras transitemos por esta vida formando una unidad de cuerpo y alma, (materia y espíritu) ambos, han de permanecer fundidos para que se produzca el milagro del ser humano, “ser único y semejante a su creador”, el más perfecto ser creado.

Para alcanzar la vida “después de la vida”, el ser humano ya sea creyente en un ser único y creador de todo cuanto nos rodea, o como cristiano dando testimonio con su vida, siguiendo las huellas del Redentor: “Este, no ha de ser un creyente de orilla, ha de tener profundidad, por eso, sin ella nunca llegará a embarcarse, ¿por qué tienen miedo a adentrarse en el mar?, qué pena, ... se quedan en las normas que otros dieron, lo peor es que dejan de buscar y de respirar, descansan y no avanzan más, mientras tanto: se le está escapando la vida, dando vueltas por la orilla por tener miedo a embarcar y adentrarse en las profundidades del mar.


Para alcanzar la otra orilla del mar, he de perder el miedo y embarcar diciendo: Aquí estoy Señor ( … ) siempre navego junto a Ti, en medio de mi vida cotidiana, me detengo para escucharte con un espíritu abierto, con un corazón desprendido, hoy y siempre presta atención a mi actitud, quiero recogerme, para lanzar hacia ti mis deseos, desde lo más profundo que soy capaz.