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sábado, 11 de julio de 2015

CAPITULO 18 APOCALIPSIS



APOCALIPSIS, CAPÍTULO 18
18:1 Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria.

Creo que, este “otro ángel” no es otro que el Cordero, porque “la tierra fue alumbrada con su gloria”, no hay otro ángel con más esplendor y poder que Jesucristo.

18:2 Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible.

La tierra entera se ha convertido en  “habitación y guarida” donde se cobijan todos los demonios aborrecibles.

18:3 Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.

Porque todos los poderes y mercaderes de la tierra han fornicado y bebido el vino de la corrupción con la gran ramera (Babilonia, la iglesia), y se han enriquecido de la potencia de sus deleites (mentiras y adulteración de las enseñanzas recibidas).

18:4 Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas;

Juan oyó otra voz del cielo, que anunciaba a los justos para que salieran de la tierra (van a ser castigados los impíos) para que los vencedores sepan que van a ser sacados de este mundo, para que ellos no sufran los tormentos que recaerán sobre los embriagados por la maldad del engaño de Satanás.

18:5 porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.

Este versículo no necesita otra interpretación que la que se extrae de su lectura al pié de la letra.


18:6 Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble.

Todo lo que ellos han hecho sufrir a los santos, ellos recibirán el doble según sus obras.

18:7 Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto;

Todo el abuso que han provocado, de poder, de autoridad, de delirios de grandezas, de enriquecimiento, de sometimiento, etc., etc. los moradores de la gran Babilonia recibirán el doble de los sufrimientos que ellos sometieron a los justos.

18:8 por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga.

Lo de  “en un solo día”, creo que se refiere en muy pocas fechas, todo será muy rápido.

18:9 Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio,

Todos los poderosos de la tierra que hayan fornicado, y los que han convividos con ella, lloraran y sufrirán, por haber compartido los poderes y el placer de beber el vino del deleite, llorarán y se lamentaran al ver y percibir los vapores de sus propios aniquilamiento.

18:10 parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio!

Aún no sentían el temor por lo que han de pasar, por el momento, solo se quejaban al ver que Babilonia se desmoronaba y en poco tiempo se preparaba el juicio (castigo).

18:11 Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías;

Los grandes comerciante y la economía se lamentaban (lloraban) de la ruina que se les venia encina, nadie compraba y empezaron a ver que el sistema no resistía más.

18:12 mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino fino, de púrpura, de seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de mármol;

De nada valen las riquezas acumuladas, no se comen ni nadie da nada por ellas, lo urgente y necesario es sobrevivir a una vida que ya estaba muerta. Es o será la ruina de la producción y del comercio.

18:13 y canela, especias aromáticas, incienso, mirra, olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos y carros, y esclavos, almas de hombres.

Es hora de escasez y de sufrir por las obras de una sociedad que se olvidó de Dios, la tierra ya no producirá de aquello que tu te creía el único dueño y señor, nada crece ya para los depredadores, solo le acecha el sufrimiento y la muerte.

18:14 Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca más las hallarás.

Los frutos (oraciones) de tu alma se apartaron de ti, y todo aquello que alimente el espíritu (=la Palabra de Dios, meditación, arrepentimiento, etc., etc.), por mucho que los busque ahora, nunca más los podrás hallar.

18:15 Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando,

Los mercaderes de sacramentos, que se han enriquecido a costa del esfuerzo de los santos, se darán cuenta del tormento que les espera, sus lamentaciones no tendrán una respuesta de misericordia, sino de justicia.

18:16 y diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas!

Se lamentaran de la gran ciudad, aquellos que se vestían ricamente, de telas carísimas y de colorido arrogante, más engalanados con ricas joyas. Pueden ser: obispos, arzobispos, cardenales, papas y un largo etc.

18:17 Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas. Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos;

Todo se perdió en un fortísimo tiempo. Y todo piloto (=cabeza de la ciudad), todos los que viajan en la nave (=altos cargos y clérigos en general), y los marineros (=servidores), y toda esa inmensidad que trabajan en el mar (=multitud o naciones), se pararon lejos (=fue muy tarde cuando cayeron en su error).   

18:18 y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad?

El humo de su incendio (=una niebla como si fuese humo no les había dejado ver, en cuanto tomaron conciencia supieron que ya nada seria igual).

18:19 Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido de sus riquezas; pues en una hora ha sido desolada!

Todos los que tenían mandatos sobre las naciones y se han enriquecidos a costa de los demás,  se lamentaran sin hallar consuelo.     

18:20 Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella.

El cielo, los santos, apóstoles y profetas, alegraos sobre la caída de (la bestia), Babilonia ha sido destronada y reducida a nada.

18:21 Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada.

La piedra que tomó el ángel puede ser la señal de una plaga sobre el mar (naciones) o podría referirse a un aerolito de gran tamaño que caiga sobre el mar y sea este el ejecutor de la vida en los mares, diciendo que con el mismo ímpetu Babilonia será destruida y reducida a la nada.

18:22 Y voz de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti; y ningún artífice de oficio alguno se hallará más en ti, ni ruido de molino se oirá más en ti.

Y la voz ejecutora de maldades no se oirán más en ella; ni de artífice de oficios, ni ruido de molinos o motores de fabricas, nada, nada quedará de ella.

18:23 Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones.

No habrá luz de lámpara, ni voz de esposos ni casamiento o asociación, nada quedará de la gran Babilonia.

18:24 Y en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra.

En ella se halló la culpa de la sangre de los profetas y santos y de todos los mártires, con su destrucción se hace justicia por todos los crímenes de la humanidad. La gran ramera y sus servidores pagaran con creces sus abominaciones.



CAPITULO 17 CONDENACIÓN DE LA GRAN RAMERA


Condenación de la gran ramera

APOCALIPSIS, CAPÍTULO 17

17:1 Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas;

El ángel llamó a Juan para mostrarle la sentencia contra la gran ramera, el agua significa pasión, y sobre estas pasiones se asiente la gran ramera.
También muchas aguas quiere decir sentada sobre muchas naciones y lenguas, y poderes o poderosas de la tierra.

17:2 con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación.

La cual ha fornicado (se ha acostado, ha compartido poder perdiendo a cambio sus principios y su dignidad) con los poderosos, y los moradores de la tierra se han embriagado (han vivido y han seguido en la falsa ilusión de los fornicadores perdiendo también sus principios y dignidad, es posible que este sea nuestro pecado original) con el vino de su fornicación y el adulterio a la ley divina.

17:3 Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos.

La ramera estaba sentada sobre la bestia, el dragón o serpiente de color rojo escarlata, no es más que la prostituta rodeada de todos los placeres con el nombre de Satanás, con siete cabezas (los siete pecados capitales) y el poder (corrupción) de los cuernos,

17:4 Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; lujo y desenfreno

Satanás en todo su esplendor, color llamativo, suntuosidad, esplendor, riquezas, poder y dominio que nos llevan al desenfreno de la fornicación abominable e inmunda.

17:5 y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.

Y en su mente la falsedad y la fornicación en todos sus sentidos, es Babilonia, la madre de las ramera. Ahí autores que la asignan a: Israel?, la iglesia?, yo creo que más bien es la segunda que la primera.

17:6 Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro.

Juan vio a la mujer ebria por su abuso a sus fieles y de la sangre de los mártires del Cordero (Cristo), quedando asombrado seguramente por la crueldad de sus acciones y por la gran cantidad de afectados.

17:7 Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos.

En este caso la mujer y la bestia parece ser el mismo sujeto, tiene en sus manos todo el poder y soberanía para hacer daño.

17:8 La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será.

(La iglesia), la bestias que has visto, era y no es (era pura y fiel al principio, ahora no lo es), y estálos santos de la tierra, aquellosnesa no lo es) mo sujeto,os. los martires io que nos llevan a hora, para subir (de los pueblos y naciones) del abismo e ir a la perdición, pero el mal será vencido y volverá a ser pura como al principio.

17:9 Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer,

Esto indica a Roma, que está asentada sobre siete colinas y entre ellas esta asentada la gran ramera o Babilonia (la mujer).

17:10 y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo.

 Este y el siguiente versículo, es para mi uno de los mas oscuros de entender, personalmente creo que pudiera referirse al papado implicado en unirse a los poderes terrenales, y los que han de venir son igualmente papas que se implicaran aun mas, pero antes de que la iglesia caiga en desprestigio total, el Señor presentará batalla y vencerá, y la que fue pura y ahora no es, al final lo será como al principio.

17:11 La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición.

La Iglesia de Roma, en principio era fiel y ahora no es, pero lo será, creo que estos versículos tiene correspondencia con lo que se manifiesta en el capitulo XI referente a los dos testigos.

17:12 Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia.

Históricamente terminó con la caída del imperio romano pero, escatológicamente está por definir. Supongo que habrá algún dirigente de la iglesia que de una manera directa o indirecta contribuya con la bestia, la cual dará más poder a la bestia, grupos islámicos, o facilitar el golpe mortal a algún grupo terrorista o bélico.

17:13 Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia.

El poder que tiene la ramera será entregado a la bestia.

17:14 Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.

En la lucha contra el Cordero habrá muchos mártires. La bestia y sus secuaces, pelearán contra el Cordero, y el Cordero vencerá, todos los que están con el Cordero son sus elegidos y sus fieles. Los marcados en la frente, los que están su nombre en el libro de la vida.

17:15 Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas.

Las aguas donde se asientan la ramera, (desaparecerán las aguas y la ramera)

17:16 Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego;

Llegado el momento, los diez cuernos que viste en la bestia (los reyes o poderes que la sustentan) abandonaran a la ramera; se descompondrá (disolverá con mucho dolor y sangre) y la quemaran con fuego. Habrá comenzado de ese modo el juicio de esta que culminará Cristo como lo declara Apocalipsis 20. 

17:17 porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios.

Dios quiso que los hombres se pusiesen de acuerdo y regresaran a su estado inicial, como no fue así, dio su reino por un tiempo a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios.

17:18 Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra.

Me da a entender que la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra es el la iglesia de Roma.