domingo, 29 de septiembre de 2013

1ª CARTA A MI PADRE



Domingo 29 de Septiembre de 2013


1ª Carta a mi Padre

          ¡Padre!, Hoy quiero inaugurar una etapa epistolar dirigida a Ti, mi memoria empieza a flaquear volviéndome olvidadizo; así, entre carta y carta iré releyéndolas una y mil veces si fuese necesario, así refrescare mi memoria para mantener viva nuestra comunicación, se que Tú no necesita recordatorios, pero yo sí. 
          Tú me conoce desde antes de que yo naciera, conoce cada instante de mi vida, que he hecho y que he dejado de hacer por las causas que solo tú conoces, también conoces mis aspiraciones, mis éxitos y mis fracasos. 

          Padre, quisiera poder recordar puntualmente toda la trayectoria de mi vida, desde mi infancia hasta el día de hoy, a modo de examen, pero para ello necesito tu ayuda, no hará falta recordar hasta los mínimos detalles, pero sí la veracidad de los momentos más importantes y decisivos de mi vida, creo que ahora necesito recordar y rectificar, no, mejor dicho, recoger impulso para poder y tener fuerzas para dar el gran salto de mi vida, el llamado por Francisco de Asís “saltar al abismo de Dios”, salto sin retorno, desprendimiento de todo lo que me pertenece como persona del mundo que se me dio. 

          Las turbulencias que he padecido en mi vida son frutos de las miles de veces que he querido mirar para otro lado, atraído por el poder ilusorio del mundo en que vivimos, pero jamás me he podido liberar de Ti, de una u otra manera mi pensamiento retornaba a ti aunque yo te negase, lo que yo soy hoy es fruto de tu inmenso amor hacia mí. Lo que más me hace pensar es ¿Qué tengo yo de valor para que no me hayas dejado durante toda mi vida?, siendo como soy un montón de podredumbre. 

          Espíritu Santo, otra vez más acudo a ti para que guíe mis pasos, no sé por qué me comporto contigo de una manera tan ligera, perdóname otra vez más, no sé si mi trato hacia ti es debido a un exceso irreverente de confianza o más bien a una falta de educación por mi parte, me estoy dando cuenta que con cierta frecuencia cuando estamos frente a frente (en oración), a la primera de cambio, sale algo que me reclama, no sé si el reclamo es necesario o inventado, en ese instante dejo todo y atendiendo a lo que exige mi atención, lo malo es que me suelo marchar y regresar a ti sin la más mínima excusa, despido o saludo de regreso. 

          No soy consciente si el trato que te dispenso es bueno o malo, o es fruto de una desmesurada confianza hacia ti, estoy cayendo en la cuenta que no es correcto un comportamiento así hacia mi Dios y Señor, pudiera ser que mi trato a tan excelso Ser es porque Te siento y quiero verte solamente como mi amantísimo Padre y al padre se le trata con respeto, confianza y amor dejando el formulismo a un lado, esto es lo que me consuela, llegado a este punto, Te pido padre mío que, si esta forma de trato te desagrada, hazme sabe que estoy presto a rectificar para que se cumpla tu voluntad. 

          Padre y Espíritu Santo, concédeme renacer en Cristo Jesús, Tu Hijo para que, pueda decir con Pablo de Tarso, “no soy yo quien vive en mí, es Cristo quien vive en mí”. Con todo mi amor a ti Padre de amor y misericordia, hasta la próxima carta. 

sábado, 28 de septiembre de 2013

HE REGRESADO





HE REGRESADO, EL VERANO PASÓ
Acabó el verano y el otoño está comenzando a cambiar la visión de todo cuanto nos rodea. Está cambiando los matices y los colores. La naturaleza cierra un ciclo y comienza a reflexionar, formo parte de este ciclo y también me toca renovar, desprenderme de lo caduco y desde la oscuridad luminosa comienzo a preparar mi examen sobre el camino andado en estos últimos meses.
Antes que nada, quiero saludar a los seguidores de mi blog y pedir disculpas por este silencio de algo más de tres meses, no he estado ni he visitado ningún lugar, he vivido un tiempo de relajación influenciado de alguna manera por la calima estival. Ahora me predispongo a reanudar la marcha para seguir escalando esa serie de metas que parecen muy simples y fáciles, pero en sí encierra todo tipo de dificultades. El ánimo  esta recompuesto y confió en mi socio y maestro que se llama Evangelio.
No esperéis ver reflejado en mis escritos los frutos de un gran investigador, o ni siquiera de un filósofo mediocre o de un teólogo que escudriña entre textos tratando de razonar o explicar lo inexplicable.
En mis relatos encontrareis todas las dificultades e inseguridades de un niño y la tranquilidad, seguridad, gozo y amor que el pequeño siente cuando se encuentra en el regazo paterno-materno. Los temas y problema teológicos para los doctores en estas ciencias, ¿qué le importan a los niños estos temas?.
Trato de decir que en mis escritos, encontrarán reflejados unos esfuerzos por superarse cada día, escritos en un tono sincero, nacidos de los sentimientos y vivencias de un niño, ¿Por qué, qué somos ante Dios?, niños que demandan ayudas y amor para superar las dificultades de cada día.
Quiero ser y sentirme ante Dios como un niño; en Él, pienso depositar toda mi confianza y todo mi amor para poder llegar a dormirme en su regazo. No aspiro a más, solo Dios me basta.



PD: Perdón a los filósofos, teólogos y demás personas dedicada a unos temas tan importantes como los que desarrollan, mi respeto y admiración.