sábado, 20 de junio de 2020

TIEMPO BORRASCOSO


TIEMPO BORRASCOSO

20-06-2020

Tengo el presentimiento de que este coronavid19 está siendo aprovechado por entes de mal agüero para hacer grandes cambios en la vida de este pueblo llamado España, “aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid”. Como si se tratase de un tsunami que arrasa y destruye todo cuanto se antepone a él, así es lo que percibo de esta nueva casta de gobernantes que decían que el gobiernos anterior y los que le presidieron estaban corruptos. En realidad, en nada se diferencian de los gobiernos anteriores, están más corruptos que los anteriores y resudan odios y revanchismo por los cuatro costados, los que se autoproclamaban como salvadores, se le va viendo el plumero de corruptos y destructores. Esto es, el futuro inminente que se percibe desde una óptica crítica de la sociedad.

Visto desde la fe, tampoco el futuro se vislumbra nada esperanzador; los múltiples escándalos dentro del seno de las iglesias sumado a la gran crisis de valores humanos y religiosos de la sociedad, hacen ver unas congregaciones de personas mayores casi sin relevos que hacen mermar cada vez más el numero de fieles en las celebraciones religiosas. Desgraciadamente, el tiempo que se nos viene encima, es semejante a tiempos de borrascas y de negros nubarrones.

Estos brevísimos trazos de lo que yo vislumbro, ojalá que no sucedan nunca y, que sea yo el equivocado por el bien de todos. Notas y tiempo para recordar y releer más adelante, con el tiempo se aclaran todas las dudas

Dios mío, mi alma te busca; porque, de vez en cuando, también yo veo negros nubarrones que me hacen dudar, como agua entre los dedos que se escapa, así paréceme que te pierdo de vista y entro en una tenebrosa oscuridad. Se dice que: “la curiosidad mató al gato”. Cuando recapacito Señor, veo que Tú nunca me abandona, soy yo quien se enreda en “baratijas de ocho al cuarto” y me ausento de tu presencia, entonces mi alma siente sed de Ti. Y, como el cervatillo busca corrientes de aguas puras y cristalinas, así mi alma sedienta y compungida te busca a Ti. ¿Por qué te acongojas, alma mía, por qué te me turbas? Espera en Dios que volverás a alabarlo: "Salud de mi rostro, Dios mío".

Mientras se despejan estos tiempos de oscuros nubarrones, seguiré esperando y confiando en Ti, Señor. Abre nuestras mentes y corazones para que, tu luz ilumine nuestras vidas porque, no hay nada mas hermoso y gratificante que vivir en la paz que genera tu presencia. Señor, gracias ahora y siempre por tu amor y misericordia.