¿UN NUEVO AMANECER?
El ciclo de esta generación está agotado por mucho que
los gobiernos y poderes económicos se empeñen en prolongar. Todo está en la
descomposición, lo peor es que no quieren o no saben hacia donde orientar el
nuevo renacer de una nueva época.
Todo está orientado hacia el dominio y los beneficios
de los gobernantes y del gran poder socio-económico, pero ya este modo viviente
no resiste más; el sistema capitalista esta al borde de su autodestrucción como
lo fue para el comunismo y sus satélites. Un nuevo amanecer se vislumbra, o se
hace un cambio desde las instituciones y poderes económicos o, la historia hará
el cambio de igual forma que lo hizo en cambios anteriores.
Desde el principio Dios creó al hombre como el centro
de su creación. Nuevamente todo se ha desvirtuado como en ocasiones anteriores,
ahora hemos de mirar y volver a colocar al hombre como copartícipe de los
bienes terrenales y espirituales, se han de recuperar los valores y principios
naturales y éticos de una sociedad avanzada, adaptándolos a las necesidades de la nueva situación.
Pese a quien le pese, Dios ha estado y está presente
en todos los actos y acciones en el transcurso de la historia del hombre, el da
directrices, pero el hombre cegado por su canibalismo emocional, todo lo que
Dios ha puesto en sus manos, lo ha usado como herramienta para engordar su ego,
creyéndose el dueño y señor de la creación.
El paraíso terrenal, la torre de Babel, son signos del
mal uso de las energías o transferencias dadas por Dios al hombre; otra vez
más, su mal uso nos pueden mandar al caos y a nuestra destrucción por falta de
limpieza en nuestras acciones, ellas nos conducen de un equilibrio a un error o
confusión que nos apartan del camino marcado por Dios.
Dios nos habla a través de todo, sepamos ver y
escuchas las señales de su lenguaje o de su voz. Hoy como ayer, entre otras,
nos habla también a través de las corrientes o directrices que mueven e
inquietan por ahora a una pequeña parte de la población, sepamos separar la
paja del grano, pues, (para que uno
exista se necesita del otro), somos como la paja, nuestro fruto o grano son
nuestras acciones. Aprovechemos lo positivo de estos movimientos llenándolo de
luz, como principio generador y motor que evolucionará a la humanidad.
Los poderes facticos nos han despojado de todo
principio ético y moral, incluso a la ley natural la han saqueado, para
hacernos o construir una sociedad vacía y por tanto manipulable para sus
intereses.
El hombre de hoy no tiene conciencia, derechos ni
principios, de tal forma que, hasta se dejan manipular por unos mendrugos o
migajas, que sus amos de turno les echan en el pesebre como único alimento para
que el asno fabricado a su conveniencia, permanezca fiel y atado a su escaso y
ridículo estado de “libertad”, haciéndole creer que es un hombre libre.
Toda nueva creación necesita estar basada en unos
principios o, principios que den fuerzas y sentido a las ideas renovadoras;
nada sin principio o piedra angular se mantiene.
Nuestra sociedad ha sido vaciada o saqueada de sus
principios, las consecuencias es la decadencia de la misma y la necesidad de
una regeneración basada en la creación de pilares que fundamenten su estabilidad y
permanencia por otro espacio de tiempo indefinido.
El hombre ha de ser el centro de la nueva sociedad o
unos de los pilares fundamentales, ha de ser el centro emisor y receptos, ha de
lanzar emisiones de pensamientos, actos u acciones que, al rebotar sus efectos
retornen como signos de ir por el camino adecuado, por el camino del amor que
beneficia a la creatividad y en especial a la colectividad del ser humano.
El hombre pues, ha de reorganizarse para recuperar su
dignidad, su autonomía y su libertad, utilizando todos los medios a su alcance
que sean adecuados para hacer posible el cambio y la renovación de todos los
estamentos que les han sido hurtados.
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