lunes, 10 de junio de 2013

UN NUEVO AMANECER



                                              ¿UN NUEVO AMANECER?

El ciclo de esta generación está agotado por mucho que los gobiernos y poderes económicos se empeñen en prolongar. Todo está en la descomposición, lo peor es que no quieren o no saben hacia donde orientar el nuevo renacer de una nueva época.
Todo está orientado hacia el dominio y los beneficios de los gobernantes y del gran poder socio-económico, pero ya este modo viviente no resiste más; el sistema capitalista esta al borde de su autodestrucción como lo fue para el comunismo y sus satélites. Un nuevo amanecer se vislumbra, o se hace un cambio desde las instituciones y poderes económicos o, la historia hará el cambio de igual forma que lo hizo en cambios anteriores.
Desde el principio Dios creó al hombre como el centro de su creación. Nuevamente todo se ha desvirtuado como en ocasiones anteriores, ahora hemos de mirar y volver a colocar al hombre como copartícipe de los bienes terrenales y espirituales, se han de recuperar los valores y principios naturales y éticos de una sociedad avanzada, adaptándolos a las necesidades de la nueva situación.
Pese a quien le pese, Dios ha estado y está presente en todos los actos y acciones en el transcurso de la historia del hombre, el da directrices, pero el hombre cegado por su canibalismo emocional, todo lo que Dios ha puesto en sus manos, lo ha usado como herramienta para engordar su ego, creyéndose el dueño y señor de la creación.
El paraíso terrenal, la torre de Babel, son signos del mal uso de las energías o transferencias dadas por Dios al hombre; otra vez más, su mal uso nos pueden mandar al caos y a nuestra destrucción por falta de limpieza en nuestras acciones, ellas nos conducen de un equilibrio a un error o confusión que nos apartan del camino marcado por Dios.
Dios nos habla a través de todo, sepamos ver y escuchas las señales de su lenguaje o de su voz. Hoy como ayer, entre otras, nos habla también a través de las corrientes o directrices que mueven e inquietan por ahora a una pequeña parte de la población, sepamos separar la paja del grano, pues, (para que uno exista se necesita del otro), somos como la paja, nuestro fruto o grano son nuestras acciones. Aprovechemos lo positivo de estos movimientos llenándolo de luz, como principio generador y motor que evolucionará a la humanidad.
Los poderes facticos nos han despojado de todo principio ético y moral, incluso a la ley natural la han saqueado, para hacernos o construir una sociedad vacía y por tanto manipulable para sus intereses.
El hombre de hoy no tiene conciencia, derechos ni principios, de tal forma que, hasta se dejan manipular por unos mendrugos o migajas, que sus amos de turno les echan en el pesebre como único alimento para que el asno fabricado a su conveniencia, permanezca fiel y atado a su escaso y ridículo estado de “libertad”, haciéndole creer que es un hombre libre.
Toda nueva creación necesita estar basada en unos principios o, principios que den fuerzas y sentido a las ideas renovadoras; nada sin principio o piedra angular se mantiene.
Nuestra sociedad ha sido vaciada o saqueada de sus principios, las consecuencias es la decadencia de la misma y la necesidad de una regeneración basada en la creación de pilares que fundamenten su estabilidad y permanencia por otro espacio de tiempo indefinido.
El hombre ha de ser el centro de la nueva sociedad o unos de los pilares fundamentales, ha de ser el centro emisor y receptos, ha de lanzar emisiones de pensamientos, actos u acciones que, al rebotar sus efectos retornen como signos de ir por el camino adecuado, por el camino del amor que beneficia a la creatividad y en especial a la colectividad del ser humano.

El hombre pues, ha de reorganizarse para recuperar su dignidad, su autonomía y su libertad, utilizando todos los medios a su alcance que sean adecuados para hacer posible el cambio y la renovación de todos los estamentos que les han sido hurtados.

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