Por la Resurrección, Cristo ha vencido a la muerte
2023-04-09
Estamos casi a mitad de abril, es domingo de resurrección y… ¿cuál ha sido mi evolución espiritual durante este breve espacio de tiempo?, desde navidad hasta ahora según mi perspectiva, aparentemente nada, pero, sí se me ha quedado más clara la idea por la cual se llega con más facilidad al Padre, y es honrando al Hijo porque, con esta honra al Hijo el Padre es Glorificado en Cristo.
Porque, con la intermediación de Cristo, las ofrendas que hacemos al Padre son (“un decir” …), más productivas que si las hacemos directamente a Él (al Padre). ¿Por qué? Por la simple conjetura de que nosotros como padres agradecemos más lo que nos hacen los demás por nuestros hijos. Aunque Jesús fue hombre en esta vida terrenal, también fue y es Dios, Jesús es su obra y procede o es derivada del que ES, es el Verbo, y su voz es Vida, más Cristo es el rostro o imagen, este rostro o imagen es el rostro o imagen que da visibilidad al que ES.
El Padre o Dios no tiene rostro ni se le puede ver como tal. Porque su rostro está en toda y cada una de las cosas creadas, su rostro está en todo lo que existe en el Universo. Según las sagradas escrituras, el nombre de Dios es impronunciable porque contiene todos los nombres.
Dios Padre ES y transciende a la infinita totalidad de todas las “energías etéreas” que existen o puedan estar en todo el universo, por eso, no tiene forma ni se le puede ver con nuestros ojos, pero si se le puede ver a la luz de los ojos del entendimiento porque, Él está en todas partes, pero, en esas partes o en esa toda su creación podremos ver el espíritu y la sabiduría de su creador, pero, esos todos o partes no es Dios. Por lo cual, Él está en nosotros y nosotros estamos en Él.
Por lo que Dios como tal, no es parte de nada sino ES lo que transciende a todo cuanto existe visible o invisible.
El espíritu de Dios está en todo y en todo lugar, está en mí y en ti en espíritu y verdad. La humanidad es diversa en su individualidad, pero es una en el espíritu de Dios, somos diversos, pero, uno en Dios, porque, nuestro espíritu procede del que ES.
Cristo con su muerte y resurrección ha vencido nuestra muerte espiritual y nos ha dado la heredad de ser llamados hijos de Dios y herederos de la vida eterna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario