17-10-2013
Porqué he dado a mi Blog en nombre de CHARCALES
Al estar ocupado el nombre de chircales, he dado el
nombre a mi Blog el de Charcales por la similitud con Chircales y con los temas
que se exponen.
Del Blog de Félix Marca he cogido la definición mejor
que se ha dado de ese lugar de oración y peregrinación desde los antiguos
eremitas hasta nuestros días.
El lienzo del Cristo de Chircales se venera desde primero de septiembre a final de octubre en la Parroquia de Valdepeñas de Jaén, el resto del año en su ermita de Chircales.
La historia completa pueden verla en: http://chircalesysucristo.blogspot.com.es/
Lugar de Chircales
No conocemos cómo empezó su historia, y cómo y cuándo
surgió la devoción al Cristo de Chircales y otros miles de interrogantes, que
con frecuencia nos hacemos.
El primer enigma es el origen de este nombre: Chircales o como se llamaba en el libro de la Montería de Alfonso XI, Chirjcales o Chirical. El origen que se ha dado a esta palabra ha sido múltiple. Para unos deriva de la palabra Charco, aduciendo, que, por esta razón, en Jaén existe una ermita con el nombre del Cristo de Charcales y que la palabra charcales se usa también en documentos antiguos. Últimamente se hace derivar de la palabra Chirca, que es una planta que existe en algunas regiones de Hispano-América. Ambos nombres son sugerentes, pero este arbusto ni existió ni existe en Valdepeñas. También tenemos que descartar como originaria la palabra charco.
Me atrevo a sugerir otra posible interpretación. Se trata de una intuición, bastante fundamentada. Valdepeñas en el siglo XIV y XV era un inmenso quejigal, hasta el extremo de que predominaba el quejigo en algunas zonas sobre la encina, como indicábamos al hablar del territorio. Al existir tantos quejigos, especialmente en la zona de Chircales, como se deduce de una escritura del siglo XVI, llegué a concluir que la palabra Chircales y la más antigua chirjcal o chirical del libro de la Montería, podría tener su origen en la palabra quejigo con sus antecedentes romano visigótico-mozárabe-arabeizados.
Tenía que ser un especialista y fue mi amigo Pedro Márquez Bergara, especialista en el tema, el que me dio esta respuesta que transcribo íntegramente: Es muy posible que quercus o las formas metatizadas cerquus, cerqua (sin atestiguar) hayan existido en la Península ibérica como se deduce de la toponimia (cerch, cerqueda,) y otros restos lingüísticos (cerqual, cerquihn, portugués); chircua (mozárabe)
Algunos derivados hispánicos se remontan a cerqua (sin atestiguar), que nos dan en Mozárabe chirca y chiric.
De donde se deduce que el origen del término, con bastante probabilidad, tiene su origen en chirca, que al pluralizarse, da origen a Chircales. La palabra chirical sería la forma arabeizada del mozárabe. No olvidemos que los árabes estaban a dos pasos de Chircales, en el castillo de Susana e incluso es muy posible, que hubiera habido un pequeño grupo viviendo en el mismo sitio, como comentaremos posteriormente al indicar que había viviendas en dicho sitio antes de la construcción de la ermita.
El primer enigma es el origen de este nombre: Chircales o como se llamaba en el libro de la Montería de Alfonso XI, Chirjcales o Chirical. El origen que se ha dado a esta palabra ha sido múltiple. Para unos deriva de la palabra Charco, aduciendo, que, por esta razón, en Jaén existe una ermita con el nombre del Cristo de Charcales y que la palabra charcales se usa también en documentos antiguos. Últimamente se hace derivar de la palabra Chirca, que es una planta que existe en algunas regiones de Hispano-América. Ambos nombres son sugerentes, pero este arbusto ni existió ni existe en Valdepeñas. También tenemos que descartar como originaria la palabra charco.
Me atrevo a sugerir otra posible interpretación. Se trata de una intuición, bastante fundamentada. Valdepeñas en el siglo XIV y XV era un inmenso quejigal, hasta el extremo de que predominaba el quejigo en algunas zonas sobre la encina, como indicábamos al hablar del territorio. Al existir tantos quejigos, especialmente en la zona de Chircales, como se deduce de una escritura del siglo XVI, llegué a concluir que la palabra Chircales y la más antigua chirjcal o chirical del libro de la Montería, podría tener su origen en la palabra quejigo con sus antecedentes romano visigótico-mozárabe-arabeizados.
Tenía que ser un especialista y fue mi amigo Pedro Márquez Bergara, especialista en el tema, el que me dio esta respuesta que transcribo íntegramente: Es muy posible que quercus o las formas metatizadas cerquus, cerqua (sin atestiguar) hayan existido en la Península ibérica como se deduce de la toponimia (cerch, cerqueda,) y otros restos lingüísticos (cerqual, cerquihn, portugués); chircua (mozárabe)
Algunos derivados hispánicos se remontan a cerqua (sin atestiguar), que nos dan en Mozárabe chirca y chiric.
De donde se deduce que el origen del término, con bastante probabilidad, tiene su origen en chirca, que al pluralizarse, da origen a Chircales. La palabra chirical sería la forma arabeizada del mozárabe. No olvidemos que los árabes estaban a dos pasos de Chircales, en el castillo de Susana e incluso es muy posible, que hubiera habido un pequeño grupo viviendo en el mismo sitio, como comentaremos posteriormente al indicar que había viviendas en dicho sitio antes de la construcción de la ermita.