HÁGASE EN MÍ TU VOLUNTAD
14-04-2020
Muchas veces lo he pensado, pero ..., hasta hoy no me he decidido a hacerlo, porque: después de un mes confinado en casa, he tenido más tiempo para la meditación, en mi interior se ha robustecido una idea que ha creado la necesidad de sacar a la luz un deseo muy persistente, el cual me hace dudar si lo quiero manifestar por sí mismo o por interés personal, la verdad es, que no se a ciencia cierta si debo hacerlo o no, ¡Dios me libre! Para que mis hijas sepan al detalle que pasó cuando por su escasa edad no fueron consciente de lo que ocurrió, como la memoria la veo que me flaquea de vez en cuando, esta es la causa principal por la cual, escribo estos hechos tan íntimamente guardados durante tanto tiempo. También permanece en mí la causa de escribirlos a fin de poder releer y recordar algunos momentos de mi pasado. A los que suelen leer este blog les pido que, tomen a bien no mofarse de mis interioridades, porque, son parte de mis sentimientos y vivencias muy íntimas, por supuesto, yo estoy muy seguro y satisfecho con mi vida en todas sus trayectorias. No trato de mentir ni fanfarronear, amo y respeto a todos y acepto las discrepancias que pudiesen surgir. Pido perdón a mis yernos porque nunca le he dado las gracias por lo bien que hasta este momento lo están haciendo con mis tres hijas, gracias a Juan Antonio, a Bernardino y a Pedro.
En los momentos difíciles de mi vida nada Te pedí a cambio de algo Señor, lo sabes muy bien, no han sido uno, ni dos momentos, fueron tres veces los que con un pellizco en el alma te dije: ¡mi Señor!, solo te pido que mi hija no sufra más porque ¡Tuya es, si es tu deseo, cógela ya en tus brazos! Tu sabes lo que yo quiero y deseo, más, hágase según Tu Voluntad. (En todo los casos), puse en tus manos la vida de mi hija menor cuando…. Todo parecía derrumbarse.
Ahora, soy yo quien pone mi vida en Tus manos pidiéndote que proteja a mi familia de esta pandemia. Señor, Tú conoce mis pensamientos y deseos, acepto y aceptaré siempre tu voluntad, sabes cuanto me preocupan todos mis hijos, nietos y demás familia, en especial mi esposa si esto llegase, lo hago porque confío en Ti, se que Tú les protegería si yo faltase, no deseo morir pero, dado el caso dispón de mi vida antes de las de ellos, lo acepto gustoso y voluntariamente. A continuación trataré ser lo más fiel posible a lo ocurrido, aunque será difícil hacerlo con tantos detalles que quedarán por no hacerlo excesivamente extensivo. Con toda seguridad, quedarán en el silencio, muchos detalles, pero el meollo del asunto está aquí reflejado.
Era sábado, 12:00 horas del día 28 de febrero de 1976, (año bisiesto como el actual), yo me encontraba tomando lecturas de los contadores de la luz en Villargordo cuando, a través de la emisora del coche de Sevillana, el capataz me dice: “José Mª, deja todo y vete para tu casa, tu hija Mª Belén la de 23 meses, empeoró y el médico la ha mandado al Hospital Capitán Cortés para que la ingresen”, (así se llamaba el actual Hospital Clínico de Jaén).
Retrocederé hasta el viernes 20 de febrero, la niña ya estaba malita con gripe y tenia fiebre, ese mismo día el médico de familia le puso un tratamiento, lo que fueron los medicamentos no lo recuerdo porque, todo son nombre raros para gente común como lo soy yo, como la fiebre no le bajaba, el lunes 23 por la mañana la llevé a Jaén para que la viese un pediatra de pago, este le mandó un tratamiento que incluían inyecciones, las cuales y a sus horas lo hacía el practicante en mi casa. El pediatra me dijo, “si el miércoles no mejora tráemela a la hora que sea”, como no se veía mejoría se la llevé y le cambió a un tratamiento más fuerte o afín. Yo seguía trabajando con la tranquilidad de estar medicada pero, cuando el sábado 28 de febrero el enfermero fue a ponerle la inyección, la vio sin reflejo, este llamó al médico de cabecera que vivía a menos de 20 metros de mi casa, inmediatamente llamó a la ambulancia y la mandó para el Hospital, nadie pudo acompañarla en la ambulancia hasta que yo llegué lo más rápido que pude.
Después de todo, tuve la suerte de que en aquellos días estaban de visita en mi casa mis padre, pues ellos vivían en Málaga, y se quedaron al cargo de las otras dos niñas de 4 y 2,5 años y de mi mujer ya que por entonces tenia todos los días crisis de epilepsia, por eso la niña fue sola en la ambulancia y yo tenia que trasladarme al Hospital. Cuando llegué a mi casa, mi madre estaba friendo pescado para el almuerzo, al venir a abrazarme, le dio sin querer a la sartén y esta cayó al suelo, lo primero que me dijo: “tu hija si no esta muerta se esta muriendo”, ¿Quién te ha dicho eso, mamá? La hija del médico. Corriendo fui a casa del médico y este no estaba, su mujer lloraba y me decía: Que lastima tu hija estará ya muerta, e inmediatamente cayó sin sentido al suelo, mientras una de las dos hijas se marchó a buscar a su padre para que atendiera a su madre, la otra me decía que estos desvanecimientos eran frecuentes en ella porque, padecía del corazón, la señora abrió los ojos y yo traté de consolarla, entre otras cosas le dije: “no se preocupe usted por mi hija si ha muerto,... tranquilícese que usted es mas necesaria para cuidar a sus dos hijas, aún casi niñas porque a mí me quedan dos, y que sea lo que Dios quiera”; como el médico no venía y ella se estaba reponiendo, y me decía “márchate que tu hijita está sola en el hospital. Eso hice de inmediatamente.
Cogí mi Seat 127, en el hospital pasé por información y me dijeron que le habían hecho una traqueotomía y estaba en la UCI, por entonces la UCI estaba casi recién inaugurada, solo tenia dos internistas don Miguel y don Manuel y varias enfermeras, allí permaneció en coma y entubada con respiración asistida hasta del domingo 14 de marzo que salió del coma. Desde el 29 de febrero hasta el 14 de marzo fueron 15 días de verdadera angustias. Aquel 28 de febrero estaban en el hospital los pediatras don Bonifacio y don Francisco Lendínez (este es hijo de una prima de mi suegra), él me contó que, ante la gravedad y la edad de la paciente y en ausencia de familia responsable, él decidió que le hicieran una traqueotomía aunque el otro doctor optó por, dejar que la naturaleza actuara, es decir, dejarla morir. Afortunadamente Francisquito (para mi suegra) había ocupado mi lugar por estar yo ausente y de camino hacia el hospital. En la UCI permaneció durante 40 días, los 15 primeros fueron en coma profundo.
¿Qué sucedió el día 14 de marzo? Tras haber transcurrido hoy 44 años y un mes, al mediodía, me pasé por la UCI ignoraba que era la hora del cambio de personal, para ver como seguía, al llegar a la puerta, por el cristal vi que estaban ambos turnos muy alterados y don Manuel salió y me dijo: “esto está acabando”. Como teníamos un acuerdo que en caso de llegar a este momento, en cuanto el me avisase, yo pediría el alta voluntaria para poder enterrarla en Villargordo que era el deseo de mi mujer, entonces le dije que estaría en la planta para recoger todo y marchar con la cría como si estuviese viva. Cuando subí a la 5ª planta y antes de llegar al mostrador de la sala de enfermeras, ellas salieron a mi encuentro al verme llorar, le dije que me marchaba a la capilla que estaba en el otro ala de la misma planta para que me avisaran allí cuando llamara don Manuel.
En la última fila de reclinatorios me postré de rodillas y de esta forma me dirigí al Señor: “Dios mío, que no sufra más mi hija, tuya es, aunque Tú sabes que es lo que quiero, mas hágase tu voluntad y no la mía. Señor, dame valor y fuerzas, Tú sabes que me da miedo los muertos, jamás he tocado a ninguno y ahora tengo que salir con el cadáver de mi hija entre mis brazos, y además, aparentar que sigue viva, para poder sacarla del Hospital sin tener que enterrarla en Jaén. Dame fuerza y también a mi familia, especialmente a mi esposa, de pronto, me recorría una especie de oleadas desde los talones hasta el cerebro. Entré en un estado de calma total, extrañado dije: Señor, te he pedido valor y fuerza y tu me has dado una calma total, no siento ni padezco dolor ni sentimiento ¿no Te parece que, te estás cachondeando de mi? Expectante dentro de una inmensa paz y calma, así permanecí por un tiempo que no acierto a calcular, minutos, segundos, no lo sé, solo estaba esperando alguna otra respuesta.
Bajé a la UCI y en cuanto pregunté, salió don Manuel y me dijo: “ya tenemos enfermo”, yo le pregunté ¿Qué es lo que hemos tenido hasta ahora? Un cadáver, y prosiguió: después de marchar tú, empezó como a convulsionar, la cogí boca a bajo por los pies y la sacudí varias veces y comenzó a expulsar toda la porquería que tenia en sus pulmones y además, salió del coma, y prosiguió... no se si es mejor que hubiese muerto porque lo más probable es que esté dañado su cerebro .... algo extraño advirtió en mi semblante, me pregunta ¿Qué te ha pasado? Nada don Manuel, ..., volvió a preguntarme: ¿De verdad que no te ha pasado nada?, Quedé callado ..., el dijo: esto ha sido un milagro. Con este suceso, se reinició la transformación de mi ser.
No le quedó secuelas en el cerebro, pero, si le quedo como relicario una “bronquiectasia bilateral” causada por una neumonía complicada con sarampión. Al principio, había que ingresarla en “El Neveral”, hospital para enfermos del pulmón. Durante el primer año hubo de ser ingresada cada 15 días, una semana en casa y otra semana hospitalizada, así, años tras años, estos ingresos se fueron distanciados hasta que no necesito más internamientos. Para ayudarle en casa, y ofrecer un ambiente mas respirable, a petición del pediatra, las vacaciones de aquel verano fué en Valdepeñas de Jaén, a este mes se le agregaba otro que yo lo trabajaba ayudando a los dos empleados que por entonces tenia este pueblo, esto fue posible gracias a la ayuda de mi empresa, viendo que esto facilitaba menos internamiento, solicité cambio de domicilio para darle a respirar un aire más sano, esta fue la causa del traslado desde Mengíbar a Valdepeñas de Jaén, a partir del 10 de abril de 1979 hasta el día de hoy.
Mis hijas y el hijo menor que nació en este bendito pueblo, fueron creciendo, estudiaron en la Universidad de Jaén, y cada uno, se buscó su vida junto a sus respectivas parejas que son como es natural, son otras historias.
Hoy Belén, es enfermera “vocacional”, se ha criado entre médicos y enfermeras, ha trabajado en varios hospitales, actualmente trabaja en el hospital de Alcalá la Real, en 2012 fue ingresada en un hospital de Granada, donde sufrió la rotura de una arteria en el pulmón derecho, estuvo en coma varios días, su estado fué de máxima gravedad, también la muerte estuvo presente, pero salió gracias a Dios, mi postura fue similar, no pedir nada más que, se cumpliera la voluntad de Dios, y así fue, existen muchos detalles con ciertos paralelismos al primer caso explicado con cierta amplitud, aunque le faltan muchos más detalles, ahora este no es menos importante pero, no es necesario ampliarlo más. Belén en este caso fue consciente de lo ocurrido, cuando lea este escrito se enterará de muchos detalles de este bello recuerdo, ahora es madre de una parejita y comprende mejor lo que sus padres han pasado, ¡gracias, Señor! por esta vida, por mi parte, siempre fue aceptada, en estos temas ahora y siempre, he confiado en Ti. Desde aquí quiero expresar a mi yerno Pedro, el agradecimiento por ser esposo y ángel custodio de mi hija Belén. Gloria a Ti, Señor.
Entre estos dos percances, existió un segundo, el 14 de diciembre de 2007, gracias a que estaba en su casa mi yerno Juan Antonio (médico), esposo de mi hija mayor Mª Inmaculada que, estando repasando los deberes de sus hijas, cayó sin sentidos en el sofás, La pericia de su esposo la salvó al llevarla inmediatamente al hospital Carlo Haya de Málaga, le pidió al internista que le hiciesen en el cráneo un drenaje para evacuar la sangre y presión del cerebro al haber tenido un derramen cerebral por doble aneurisma, estuvo en coma durante diez días, en la UCI además, pasó por un edema cerebral, una neumonía y meningitis. Se repitió el cuadro anterior, en este caso le pedí a mi esposa que no pidiera nada para nuestra hija, había que dejar en manos de Dios para aceptar lo que Él decidiera, y así fue: bendito y alabado sea su Santo Nombre. Hubo muchos inconveniente porque no consiguieron taponar uno de los dos puntos sangrantes del aneurisma. Para impedir su traslado a Sevilla para ser intervenida quirúrgicamente, entre mis yernos, Juan A. y Bernardino, gestionaron para que la intervención fuese en Albacete mediante cateterismo, ya que Bernardino trabajaba en el equipo del doctor Liborio López-Ibor, siempre que se desplazaba a Albacete para hacer operaciones de estos temas. En solo tres cuartos de hora, el doctor López-Ibor, solucionó el taponamiento que causaba el derramen; con esto se evitó tener que hacer una operación a cerebro abierto. Inmaculada sigue en su casa en Málaga con la única secuela de pérdida de memoria instantánea, lo que no le dificulta hacer una vida normal. La actitud de mi esposa y mía, fue idéntica que la anterior, confiar en Dios y aceptar su Santa Voluntad. Estoy completamente convencido de que esta actitud de confianza y entrega absoluta, fue la causa del premio divino por la que mis hijas están vivas a pesar de las pequeñas reliquias que les han quedado, la fe salva y da vida.
Dejemos a Dios que haga de Dios. Sea cual sea, a nosotros, nos toca aceptar incondicionalmente Su Divina Voluntad.
ES