miércoles, 8 de mayo de 2013

CONOCER AMAR Y ESPERAR





(“He tardado algo más de mes y medio, pero al fin y por ahora, puedo decir que no más cavilar, todo está decidido salvo que, se me dé a entender algo diferente o distinto, ahora toca perfilar y continuar caminando”).

Sin prisas pero sin pausas, he de poner todo mi empeño en “CONOCER, AMAR y ESPERAR”, para que, por la Gracia de Dios suceda lo que ha menester, o sea, cuando consiga por medio de la oración o meditación el aquietamiento de la mente, espero me sea posible llegar al estado de vacío interior y, de todo aquello que impida la meditación al nivel más alto posible. Es un decir, a la semejanza de la realidad que deseo alcanzar.

He de alcanzar con la ayuda de Nuestro Señor, acallar durante la oración las turbulencias y ansiedades que perturban mi quietud o mi paz interior; para conseguirlo es necesario que mi mente pueda llegar a alcanzar el vacío total, que se podría representar con la oscuridad total, o la eliminación total de pensamientos y deseos (ruidos mentales), cuando consiga este abismo o vacío oscuro, estaré ante el umbral de la oscuridad luminosa.

Para alcanzar la luz es necesario pasar por la oscuridad luminosa, es cuando por la Gracia ha de producirse la transformación de esa oscuridad en luminosidad total, esta nos puede llevar a esa unión temporal de comunión con el Ser. Digo temporal porque, son pequeños momentos o muestras de lo que ha de ser la unión definitiva en la gloria ante la presencia del Ser, del Yo Soy, del que Es, de la Fuente o Matriz de donde proceden todo cuanto ha sido y será creado en el tiempo y fuera del tiempo, esta presencia solo puede ser de Dios, Padre Todopoderoso y Eterno.

Difícil camino me queda por realizar, por eso, he de coger el báculo para apoyarme al caminar, este báculo no es ni más ni menos que el “conocer” a fondo la oración donde es posible por la Gracia la unión con el Ser. A “amar” el camino elegido con todas y cada una de sus dificultades. Y, a saber “esperar” hasta llegar a la meta si así me es concedido, de lo contrario, he de seguir caminando sin parar porque, mi meta será en tal caso andar y andar por mi interminable camino, así pues, también se llega.

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