LUCES Y SOMBRAS
20/5/13
LUNES DE PENTECOSTÉ
Pensamientos y más
pensamientos, ….mis sentimientos me hacen pensar que todo sigue igual, parece
no haber cambiado nada.
En ciertos momentos,
me siento repleto, eufórico, ingrávido, desbordante, pero, paralelamente inerte
ya que en esos momentos “nada necesito, todo encaja”. De pronto, ese estado
desaparece como cuando lo hace la aurora boreal, desaparecen las bellas
sensaciones, la luz, los colores, la armonía, la euforia y el éxtasis se tornan
en sombras y dudas. Alguna vez te pregunta si todo fue real o formaba parte de
tu peregrina imaginación.
Pero, en múltiples
ocasiones me siento perdido en un inmenso archipiélago sin poder gobernar la
dirección de la balsa que hasta ahora me ha salvado del naufragio.
Las corrientes del
mar y del aire no me dejan varar donde yo quiero o deseo, cuanto tendré que
esperar aún más, hasta poder pisar en tierra firme.
A primero de enero di
por concluido el ciclo de normas que mantuve durante el año anterior, desde
entonces, estoy tratando de llevar a la práctica las experiencias de una
teoría, quiero darle vida a las palabras y letras aprendidas.
Pensaba que sería más
fácil, pero, todo se revela contra un comienzo ordenado y tranquilo. Cada vez
que pienso en esto, veo con más claridad que “Soy como el viento”: En cuanto a
mí como ser, no tengo estabilidad ni firmeza, ni física ni espiritual, soy
frágil como la brisa, tempestuoso como un huracán, acaricio como una suave
brisa o, arraso con la furia de un torbellino.
Presiento que esta
situación me está durando más de lo debido, tan pronto veo soluciones, como al
momento todo se vuelve oscuridad y, el viento azota mi calma, cayendo en el
vacío de la desilusión o en la amargura de sentirme perdido y fracasado, mi fe se
debilita y languidece, y mi esperanza se desvanece, la confusión se apodera de
mi durante las noches oscuras.
Pero, cuando todo
parece perdido, desde lo más hondo de mi salen lamentos o quejidos acompañados
en principio de una tenue luz de esperanza que avanza y conquista la oscuridad,
otra vez vuelve a salir el sol, así, hasta que nuevamente el viento arrastra
nuevos nubarrones dando comienzo a un nuevo estadio de muerte y resurrección
interior.
Lo que escribo a
continuación es a modo de ejemplo o recordatorio como una muestra de vivencias vista
desde distintos ángulos durante algunas de las oscilaciones vividas durante
unos días del primer trimestre del presente año.
21:00 h día 07-01-/2013
En el paseo de esta
mañana he meditado sobre y el porqué del amor de san Francisco a los animales,
plantas y demás creaturas de Dios. Desde el punto de vista de cualquier ser
humano este amor es casi imposible de comprender, al catalogar al sol, al aire,
al agua, animales de todo tipo e incluso a las plantas y árboles como sus
hermanos, creo que, en mí ha habido o a calado levemente algo de su proceder,
ahora, ya no me parece nada fuera de sí.
También me vino al
pensamiento nuestro comportamiento abusivo sobre la naturaleza y nuestro
entorno, comparándolo con ciertas aptitudes de los que llamamos pueblos salvajes o
primitivos.
Nosotros, destruimos
todo aquello que nos molesta, o todo aquello que nos puede aportar dinero a
cambio de satisfacer nuestras ambiciones o caprichos, sin tener en cuenta que
estamos destruyendo nuestro entorno, sin pensar que si nuestro entorno se
degrada, tarde o temprano seremos afectado por esa actitud perversa; seremos
las victimas de nuestra locura colectiva por un desarrollo destructible, atroz
y descontrolado. ……
Ellos, (los que decimos que son pueblos salvajes o primitivos) cogen de la
naturaleza solo lo que necesitan para alimentarse o sobrevivir, (según sus creencias) dan gracias a sus dioses o piden
permiso a los espíritus de animales o plantas por tener que sacrificarlos para
cubrir sus necesidades, …. Esta actitud es tremendamente respetuosa con ellos
mismos y con su entorno.
¿Quiénes son los
civilizados? o ¿Quiénes son los salvajes e ignorantes?
17/01/2013
¿encrucijada?
Hoy dejaré la meditación para tratar de escribir, he
repasado lo escrito hasta la fecha de hoy y veo que todo sigue casi igual, solo
queda esperar a que la semilla plantada crezca y fructifique.
Ardo en deseos de ver frutos, pero esto es algo casi
imposible, he de tener paciencia y esperar. No sé cómo empezar ni cómo o que
haré para poder escribir lo que siente mi corazón.
Es lo más parecido a la angustia y al dolor que se siente
…., es algo así como si acudes a una estación de ferrocarril, de autobuses o en
la sala de espera de un aeropuerto. Nuestros ojos son como dos escáner que
rastrean a la multitud de seres que acaban de llegar, pero el viajero que
esperamos no llega, así un día y otro, el ser deseado no acaba de llegar,
expectante ante las salidas de los viajeros, miramos y miramos, vemos salir
cientos y cientos de personas pero, nuestro pasajero no aparece por ningún
lugar ni medio.
Sabemos con certeza que nuestro viajero esta de camino
pero, al dilatarse en demasía la espera de su llegada, la desesperación y la
angustia crecen por momentos, así un día y otro día…, nada sucede en nuestro
interior salvo la desesperación.
No es nada más que otra de las lecciones que hemos de
aprender, paciencia y más paciencia; todo lo medimos desde la óptica del
tiempo, el espíritu está fuera de estas medidas aparentes, hemos de mirar con
otros parámetros, pues, el viajero que esperamos vive y está fuera del espacio
y del tiempo.
Mientras no sepa esperar, mi alma no tendrá paz ni
sosiego; Dios está en el silencio y en la paz de la vacuidad. Queremos que las
cosas sean realidades miradas desde nuestro punto de vista, pero, creo empezar
a ver y comprender que las cosas no son así, hay que dejar que Dios haga de
Dios y a su manera.
Hemos de evacuar todos nuestros pensamientos y deseos,
esperar sin esperar nada, amar desde el no deseo de ser correspondido, amar por
ser amado, arder en amores sin consumirse, es amarse a sí mismo porque el amor está
en ti.
A pesar de saber todo esto, con cierta frecuencia me dejo
arrastrar por las apariencias de las cosas cayendo en el engaño de la
superficialidad, por eso crecen las dudas y las lamentaciones, alimentando y
prolongando las sequedades del alma hasta llegar a la duda de pensar que todo
es mentira, que Dios no existe y que estoy equivocado al dejar de vivir a moco
tendido y a placer.
Todo se me enreda, todo se me complica para que mi mente
no escape de la superficialidad ni del engaño de la vida. Todo se traba para
que no tenga ni un segundo de libertad espiritual, para que no medite en la
grandeza y simplicidad de la unidad desde la óptica del espíritu, en la
grandeza de ser uno en el Todo por la gracia del Amor Divino.
El agua me arrastra, el viento me reseca llevándose el
roció del amanecer; se me presentan días difíciles ante la previsión o realidad
de un gran cambio, de un posible levantar vuelo hacia ti, hacia tu interior, de
dar definitivamente el gran salto hacia el vacío o el abismo de Dios.
Soy consciente que detrás de las nubes brilla el sol, que
después de la noche viene el día, que mi amor gira según el viento mueva la
veleta de mis sentimientos, del mismo modo sé que Tú nunca has dejado de
amarme, que pacientemente espera mi regreso, aunque por decirlo de otro modo tu
no espera, tu estas, para ti no existe el tiempo, todo es presente para ti, Tu
sí que me conoces, por eso estás dentro y fuera de mi sin dejar ni lo uno ni lo
otro.
Mi barca es zarandeada por las inclemencias, a veces te
siento muy cerca, otras me siento abandonado y abatido, he de confiar más en ti
para que estas dudas y temores desaparezcan de una vez y por siempre, ¿Por qué
he de temer? si tú estás en mí. Señor, aumenta mi fe.
Sé que esta anormalidad está dentro de lo normal ya que,
se está liberando la gran batalla entre él y Tú, la sombra nunca podrá vencer a
la Luz y Tú eres la Luz. Eso es lo que en estos momentos hay en mi interior,
lucha encarnizada y la desesperación de la oscuridad al ver que la luz está
entrando con fuerza y a punto de ser colocada en lo más alto y en el centro de
este templo vivo del Espíritu Santo.
18/01/2013
Un día más estoy aquí, esperando que me hables o me de
alguna señal para comenzar a caminar, porque ¿dónde estás Señor?, ¿por qué te
apartas de mí y me dejas solo?, miro a mi alrededor y no te siento, sé que
estas dentro de mí pero, en acierto momentos no puedo llegar ni a saber dónde te encuentras.
Esto me recuerda a aquellos juegos de niños del
"pilla-pilla", o al escondite, ¿no te parece que estoy algo cansado y
necesitado de tu auxilio?, abre mis ojos para que pueda verte, abre mi corazón
para que pueda amarte, hazme dócil ante tu presencia, alegra mi corazón
alejando mi tristeza, dame una escoba que pueda barrer hasta el polvo de mi conciencia.
Hazme desprendido para alejarme de todo aquello que
impide acercarme a ti, dame una brújula para estar siempre orientado hacia ti,
desnúdame de todas mis adherencias, revísteme de tu luminosa ligereza; sin ti
no puedo dar un solo paso, apresúrate y ven en mi auxilio.
No permitas que caiga en la tristeza o en la melancolía,
en los caprichos o en los escrúpulos absurdos.
Permíteme amar amándote, a amarte amándome, a amarte
desde la libertad más absoluta, a hacer dejándote hacer, a dejarlo todo por el
todo, permíteme alcanzar el silencio para escuchar tu voz.
A donde me llevas Señor, porque, desde el punto de vista
humano me siento raro, fuera de lugar y apartado de la "normalidad". ¿Necesito seguir tu camino o ir al siquiatra?, necesito poder hacer lo que siento
dentro de mí en vez de hacer lo que no siente mi alma, porque, no hay
concordancia entre lo que hago y lo que siento, aquí falla algo ¿no te lo
parece a Ti?
Necesito tu Luz y tu equilibrio en el hacer y pensar, o
¿es que son así las cosas?, apariencias y solo apariencias y engaños, la
realidad está en ti o donde.
Jesús: Hazme ver a través de tu mirada, hazme sentir con
los sentimientos de tu corazón desde la cruz.
(extracto) según san Mateo 11, 25-30
Todo
me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie
conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Venid
a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi
yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis
vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»
El AMOR, el que ES se
ha encarnado (en Jesús), no son dos sino uno
porque el que ES, es el AMOR (Dios), y el AMOR es el
encarnado (Jesús).
"Ambos" son o
es de la misma esencia, pero, la base o totalidad del AMOR tiene por esencia al
que ES, y el encarnado tiene por matriz al AMOR, ambas cosas suman una y no
dos.
El que ES, por decir alguna
cosa es algo así como lo "estático", y el AMOR lo
"dinámico", y la energía que "une" ambas esencias es el Espíritu
Santo, el creador y dador de vida.
Esta es mi idea sobre
la Santísima Trinidad, mi parecer no es estático, sino dinámico, porque Dios guiara
y rectificará mi caminar cuando sea necesario, porque solo deseo hacer y decir
según su voluntad.
Amor
Quisiera ser un niño
para estar en tu regazo.
Quisiera sentirme como
un niño para dormir en tus manos.
Dormido y abandonado en
el Amor, soñar y ser amado.
Quiero despertar lleno
de besos y de abrazos.
Tener por lecho a mi
Dios, amando y siendo amado.
¿Qué dicha tan hermosa?
por sentir amor siendo amado.
Desamor
Que desdicha es
sentirse solo y abandonado.
Que dolor es dormir en
el suelo frio del desamparo.
El corazón se me hiela
cuando me siento abandonado.
No quisiera despertar
sin tener tus besos y abrazos.
No quiero tener por
lecho el odio ni el rechazo.
Qué dolor tan grande el
no sentir amor y no ser amado.
Hemos de dar gracias al Padre por habernos dado
todo su amor, por regalarnos a los que creemos en Él, la Palabra viva por la
encarnación de Jesucristo, su Hijo. No hay mayor ni mejor portavoz del Espíritu
de Sabiduría y de la revelación de la grandeza y poder de Dios, que nos ha
regalado todo a través de su AMOR.
Ilumina Señor nuestro corazón para que
comprendamos la extraordinaria grandeza que hemos recibido, por la esperanza de
poder disponer del mensaje de esperanza liberadora, por la muerte y
resurrección de entre los muertos de Jesucristo nuestro Señor.
El que Es la Respiración y el Aliento de la
vida, se dio a sí mismo por Amor, puso todo en manos de su Hijo y de sí mismo
como hombre sin dejar de Ser, para que los hombres podamos llegar o alcanzar a
comprender el gran misterio de la redención, a través de la revelación divina
de salvación por el AMOR.
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