sábado, 13 de mayo de 2017

LA VOZ DEL SEÑOR





La Voz del Señor
13-12-2017

Han transcurrido más de cinco meses desde que comenzó el adviento, fecha que para mí da comienzo cada año un ciclo de espera, para, la conmemoración de la preparación del advenimiento del Mesías. Nacimiento, después la cuaresma que termina con la pasión, muerte y resurrección de Cristo, ….

En febrero me propuse hacer un alto para “digerir y reafirmar” el anterior ciclo, este repasar se convirtió en un trabajo que cada día se ralentizaba más; en marzo, la situación se estancaba cada jornada más, en abril clamaba por un nuevo Pentecostés, a pesar de todo, la situación cada día era más lasa, todo perdía fuerza.

En la mañana del 12 de mayo tomé la determinación de emprender la marcha como en ciclos anteriores, después de orar y antes de ponerme a escribir mi diario, recordé que para entonarme un poco me venía muy bien meditar tras la lectura de un salmo. Ya que en ocasiones similares me ha dado muy buenos resultado, pensé en alguno que me animara, pero, cual. Traté de echar a suerte, escogiendo un número, no tenía ruleta ni nada parecido.

No sé por qué se me ocurrió sumar el día, mes y año (12+5+2017=2034/ por mi edad 73=27,89, así que el numero entero más próximo es el 28. Por tanto, gran sorpresa y mayor alegría al ver que este salmo su título es “La Voz del Señor”. Sé que para muchas personas hacer esto es una tontería y su resultado una casualidad, pero para mí no es una casualidad, es un rayo de luz que emana de corazón de Cristo, haciéndome ver y escoger versos y palabras sueltas, en las cuales me he inspirado, quedando tanto mi alma como mi corazón muy confortado, no creo exista mejor elixir inspirador para dar ánimo y fortalecer todo mi ser como leer y meditar con los salmos.

Además de recordatorio para que pasado un tiempo pueda releer la historia de mi vida, quedando de esta forma mejor grabado en mi mente y no se me olvide, también, necesitaba un revulsivo para reemprender el camino tras las huellas de Nuestro Señor, ensalzando y proclamando con Él y por Él a nuestro Padre Celestial con la ayuda de la acción silenciosa del Espíritu Santo.

¡Señor y Dios mío! Desde el atrio Sagrado de Tu Templo en mi interior, doblego mi voluntad, arrodillándome ante mi Señor. Por tu infinito amor y misericordia soy tu hijo; aclamo, bendigo y glorifico el poder y la gloria del Santo Nombre del que ES y que vive dentro de mí.

Tu voz del Señor, lanza llamas de fuego que purifican y sacuden mi desierto glorificando al que habita en mí; Él, sentado como un rey, bendice y da fuerzas a su pueblo que al unísono grita: ¡Gloria a ti Señor!

En lo más profundo de mi corazón, resuena su voz sobre las aguas torrenciales de mis apetencias, la voz del Señor las descuaja y desmorona, como terrón de tierra empapado por el agua de vida que mana de Sus entrañas, haciéndome brincar como cabrito en la pradera.

Hoy es el primer centenario de la aparición Mariana en Fátima, más la canonización de Jacinta y Francisco, pastorcillos que serán elevado a los altares por el Papa Francisco. Día hermoso y solemne para la Iglesia, ¡Señor! derrama tu gracia para que la paz reine en toda la tierra, y que tu Espíritu Santo nos ilumine porque, estamos ciegos y sordos. Abre nuestros oídos para oír tus palabras que dan vida, da luz a nuestros ojos para que podamos ver la grandeza de tus obras. Y que Maria, madre de Dios y madre nuestra interceda ante Dios por nosotros, junto con Jacinta y Francisco: por Jesucristo nuestro Señor





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