CONFIA EN EL ESPÍRITU DE DIOS

Confía en el Espíritu de Dios

26 de Junio de 2019

Finalizamos junio y comienza una gran ola de calor que según dicen durará hasta de día 2 de julio. Esto entraña un nuevo inconveniente que altera nuestros organismos mucho mas que, la que nos tienen montado estos indeseables políticos saltimbanqui.

Es hora de orar y meditar, preferiblemente al alba, cuando aun perdura la frescura de la noche y la mente descansada, después de un descanso reconfortante, en momentos así     mirémonos a nuestro interior en el silencio más absoluto posible, permaneciendo en él, acallando las voces internas, para que, desde esa paz interior se nos manifieste la luminosidad silenciosa de nuestro ser interior e íntimo, esencia de la cual formamos parte.

Por eso podremos decir con certeza que el Espíritu de Dios habita en nosotros y nosotros en Él. No vale decirlo, sino vivirlo dejando que Él se manifieste a través de nosotros. Esta es la gran obra de Amor de Dios, en la cual, hemos de participar envuelto y empapado de una inmensa paz amorosa, en la cual hemos de diluirnos voluntariamente para que las obras que emanen a través de nosotros procedan de canalizaciones que provienen de la luz amorosa que envuelve toda acción divina.

Nada nos turbe ni nada nos espante, él guiará nuestros pasos, Él es nuestro pastor y guía, hemos de dejar a Dios que haga de Dios, no haciendo nada que proceda de nuestros pensamientos y deseos, dejemos que a través nuestro emanen solo las acciones que proceden del Espíritu Amoroso de Dios, porque todo lo que procede de Él es bueno y necesario, así, Dios se glorificará así mismo a través de nosotros por la intersección de nuestro Redentor.

Abramos las puertas de nuestras almas al espíritu hacedor, al Espíritu Santo; no temas equivocarte, si actúa bajo su acción y protección jamás te desviará por malas sendas, Él actúa en silencio, apártate de los falsos profetas. Confía en el Espíritu de Dios, él te conducirá y protegerá, si fuese necesario ama y confía hasta la exageración, cógete a Él de la mano y no te sueltes nunca, siempre, siempre te conducirá a buen puerto.