MAYO, MES DE MARÍA
15-05-2024
Hasta ahora, en contadas ocasiones he escrito sobre la Virgen María, reconozco la grandeza de la mujer más grande y digna que en su seno se engendró el Verbo Divino, personalmente, amo y sigo amando y venerando su indiscutible grandeza, pero pienso, que las manifestaciones marianas hoy en día, son tan excesivas que merman o igualan al Verbo.
Desde siempre la he querido y admirado, pero en un orden o nivel inferior a Cristo, pero nunca jamás igualado por ningún otro ser humano, creo que es justa esta observación, aunque difícil de entender.
Solo trato de manifestar mi opinión sobre este tema y jamás mi intención es sembrar la más mínima discordia. Solo, trato de aclarar por qué escribo poco sobre temas marianos y sí sobre el Amor de Dios (El que ES) la verdadera matriz de todas las infinitas energías luminosas, tanto visibles como invisibles que dieron forma y ser a todo cuanto ha sido creado.
Estas energías infinitas son partes de las potencias o esencias del Ser Divino e increado y parcialmente manifestado. Estas energías que nos envuelven, de las cuales percibimos la vida y todo cuanto somos, es o son parte de la manifestación del poder y sabiduría del que ES, el poder infinito de Dios es más de lo que vemos o percibimos.
Todo cuanto se pueda decir de la infinitud de lo visible, nada es en comparación con lo que está oculto a nuestra visión o capacidad de razonar, nuestra capacidad de ver y entender nuestro universo, a pesar de nuestras capacidades por muy desarrolladas que las tengamos, nuestros conocimientos son nada ante lo inconcebible.
Solo podremos ver y concebir lo que se nos manifieste por medio de la más poderosa e inagotable fuente de energía el AMOR. Cuando esta energía-sentimiento envuelven todos nuestros actos, nos ubicamos en un plano diferente, apareciendo sensibilidades como la percepción o intuición.
En el mes de mayo, la iglesia católica cada año celebra este mes en honor de la Virgen María, flor entre las más bellas de las flores, en cuyo seno por obra y gracia del Espíritu Santo se encarnó la esencia del que ES, y, de esta manera el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, por lo cual, a Jesucristo se le denomina como el Hijo del Hombre, justamente en Jesús, el Padre (el que ES) se nos mostró.
Qué mayor honor puede darse a una mujer que la de ser tratada y reconocida como la madre del Verbo, (la Voz encarnada del Padre). Así que, María es madre por la Encarnación del Verbo, y por esta causa nosotros también podemos ser llamados hijos de Dios.
Se dice que Dios es AMOR, y es verdad, nada podremos entender si no nos sumergimos en el Amor Divino impregnando todos nuestros pensamientos y actos, el amor con y en Dios nos abre todas las puertas, las energías del Amor nos transforma y nos fortalece, con el amor todo lo podremos alcanzar y soportar toda adversidad puesto que: Podemos afirmar de que Dios es AMOR.
Para ello me baso en las afirmaciones de uno de los mejores científicos, la extracción de parte de la carta de Einstein a su hija Lieserl.
El amor es la única y la última respuesta:
Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido inidentificado por nosotros. Esta fuerza universal es el amor.
Cuando los científicos buscaban una teoría unificada del universo olvidaron la más invisible y poderosa de las fuerzas. El amor es luz, dado que ilumina a quien lo da y lo recibe. El amor es gravedad, porque hace que unas personas se sientan atraídas por otras.
El amor es potencia, porque multiplica lo mejor que tenemos, y permite que la humanidad no se extinga en su ciego egoísmo. El amor revela y desvela. Por amor se vive y se muere. El amor es Dios y Dios es amor.
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