Aquí estoy una vez más
24/02/2014
“El Señor es mi fuerza y
mi energía, él es mi salvación”.
Esta son las mejores palabras para querer y poder
sentirse libre después de unos días de "gripe" bajo un ambiente lluvioso y frío.
Así han sido estas jornadas, mojado por el frio de
una epidemia temporal de un virus dañino, tanto que debilita el cuerpo como el
alma, mi situación en general es como el de todo ser después de una batalla
física y espiritual, ambas buscan la derrota para que abandonemos, no creo sea
este mi final, aunque esté en estos momentos maltrecho y con residuos de tos, mucosidad
y expectoración corporal y algo decaído en ánimos con temor a las recaídas
física y espiritual por abandono, pero en esto aunque débil, estoy dispuesto a batir
fuertemente las alas para remontar el vuelo de la mente y del alma.
Por eso las palabras iniciales son del salmo 117 titulado
“Este es el día que hizo el Señor”,
dan las fuerzas y las energías necesarias para comenzar a vivir el nuevo día
como el de la gran victoria, él no nos abandona, está ahí esperando que
reaccionemos, es justamente lo que estoy intentando de hacer y reactivar todos
mis recursos para recuperar estos días aciago.
Son días para que la esperanza resurja de nuestras
cenizas, hemos de mantener encendida la lámpara de la vigilia mientras,
esperamos la venida de nuestro amado Creador, con las lámparas junto a nuestros
pechos el calor desprendido den templanza a nuestros corazones para, que
nuestro amor vaya creciendo.
Estos son por hoy mis deseos para mí y para todos
aquellos que aman al Señor; lo verdaderamente importante es el mantener la
intención de proseguir inmediatamente el camino después de las caídas, no
importan cuantas, sino la respuesta inmediata de reconducir nuestros pasos por
el camino del evangelio que es la voz del Verbo encarnado, de Dios nuestro
Señor Jesucristo.
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