Así soy o así somos
2016-06-15
Cuando medito sobre mí de una forma parcial, me siento menos que nada, paralizado, insignificante, opaco, perdido, soberbio, ambicioso, fornicador, glotón, embustero, ladrón, adulador, etc., así me seguiría aplicando unos tras otros todos aquellos adjetivos calificativos mas despreciables y denigrantes, pero...., si abro mi corazón a la luz y siento que la gracia de Dios me protege, entonces, cuando me auto observo desde esta nueva óptica, todo se torna en dicha, todos y cada uno de mis más íntimos pensamientos y deseos se transforman en luz, ¿cómo es posible un cambio tan radical con solo cambiar la óptica con la que me auto observo?.
Todo es verdadero, no existe engaño alguno, pero, cual es la realidad de la totalidad de lo que somos. Esta es nuestra realidad cuando nos observarnos solo en una de nuestras totalidades porque, cuando nos auto-observamos normalmente solo vemos o solo somos consciente de lo que le interesa a nuestro ego.
Desde siempre, de una forma u otra se dice que en nuestro interior existen todo un mundo lleno de virtudes y defectos, de bien y de mal, de positivo y negativo, etc. que todo está unido y ligado, que somos una dualidad en nuestra unidad que nos convierte en seres humanos, porque en este cuerpo conviven el homínido liberado por el “soplo de vida” (ó ánima) que le hace ser un nuevo ser en una nueva unidad, con un comportamiento diferente y único de los demás seres creados.
El hombre no es un ser imperfecto, sino que su imperfección se deriva del uso que hace de su vida y de su entorno. Todo es perfecto dentro de su orden y cuantía, como lo es el agua, el fuego el aire, las armas y utensilio para el desarrollo dentro de un uso adecuado y útil, etc. etc. Todos los medios o utensilios si se usan en medidas desproporcionadas causan grandes males y no es por si mismos, sino por el uso que se les dé.
El transcurrir de nuestros días, ha de ser un continuo caminar en equilibrio, es decir, nuestra actuación ha de ser buscando permanentemente el equilibrio en nuestras acciones de actos y pensamientos. Ardua tarea nos espera porque, nuestras vidas se desarrollan dentro de unas situaciones caóticas ya que, permanentemente nos movemos entre lo animal o instintivo que nos arrastra a ser devorado por deseos pasionales que nos animalizan y nos embrutecen. Y por lo contrario que nos lleva hacia el deseo de perfección, por el razonamiento para conseguir el equilibrio del bien hacer, sin excesos ni déficit de las medidas a tomar, es caminar por la senda difícil y estrecha manteniendo el equilibrio para no declinarse en ningún sentido.
El ser humano se caracteriza de los demás seres creados por tener la cualidad de “pensar”, “discernir” y de tener “voluntad” propia para decidir sobre sus acciones, estas cualidades son las causas que les hacen ser libres o de tener “libre albedrío”.
En el ser humano coexisten el animal y el ser (o espíritu), el mal y el bien, lo negativo y lo positivo, el “Yin” y el “Yang”, etc.
De aquí se deduce lo comentado al principio y, la solución a la pregunta sobre el cambio experimentado si nos observamos desde ópticas diferentes, ambas lecturas son reales pero no son verdaderas, la lectura válida es la diferencia de la suma y recta de ambas magnitudes, ese es el resultado del ser en cuestión. Así soy y así somos todos los seres humanos.
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