TERCER AÑO
11-12-2012
Finalizando los últimos
minutos de este día, tratare de anotar de forma abreviada los 1095 días
pasados. La cuestión es, que sí ha habido un progreso en cuanto a la comprensión
pausada de lo vivido aquel día. Lo verdaderamente raro es la ausencia del
recuerdo de esta fecha especial para mí, solo lo he recordado una hora ante de
acabar el día.
Aquel once de diciembre me
levanté algo más tarde, después de las oraciones y lectura del salmo cincuenta, me puse a meditar; más o menos sobre las ocho pasó lo inesperado; al momento ni comprendí ni entendí
nada de lo que vi y oí, lo sucedido ha sido aclarado llegado ciertos momentos
oportunos a lo largo de estos tres años últimos.
Esta pasada noche no he
podido dormir nada, he estado a dormivela toda la noche con un malestar general
y sin entrar en calor por mucho que me acercara a mi esposa, el hecho es que ni
se me pasó por la mente de que esta noche era la que he estado esperando desde
hace varias semanas, ahora llega y ni idea, aunque creo que ese malestar ha
sido como un aviso. No entiendo lo que me ha ocurrido.
Por esta razón quiero
recalcar lo sucedido, y dedicar varias horas a escribir y después sea la hora
que sea he de orar un poco y meditar ya que esta mañana estaba muy cansado y
sin ganas de nada, ni me levanté ni oré. Últimamente parece que existen ciertas fuerzas y cansancio acompañado de una pereza inusual, no sé si es que están operando ciertas
fuerzas internas para que desista de esta empresa, o estoy envejeciendo con
demasiada rapidez.
No hubo nada de nada, desidia en
abundancia, de repente, un parón sin venir a cuento, pero, en estos momentos
son las 8:08 horas del día 13, (por cierto, cumpleaños de mi esposa.) han
transcurrido cuarenta y ocho horas, tiempo que ahora comprendo que necesitaba
para dar un paso más. En estos dos días, he recibido algo así como ciertos
flases que han hecho que algo se mueva en mi interior.
Yo no sabía ni comprendía el parón de esa
intuición o duende interior que parece que te va guiando de algún modo, durante
este tiempo me parecía estar perdido, necesitaba desconectar con mi realidad
porque me estaba empantanando, así la luz no viene a ti, se ha de ir en busca
de ella, pero es ella la que te encuentra a ti, no tú a ella.
¡Nuevamente
el adviento!, sí, mi adviento está retomando su sentido, saliendo de esta
situación de estancamiento para no perder el tren de la evolución espiritual ya
que, hay que estar en continuo movimiento para que venga la luz interior aunque
sea en forma de flases.
Tengo
muchas cosas que ordenar para que sea posible una nueva puesta a punto, en fechas
próxima iré anotando estos cambios evolutivos que han de aflorar de formas casi
inminentes, en estos momentos no puedo plasmar sobre este papel algo que ahora
solo es luz, es necesario asimilar y aceptar libremente el devenir de la
historia que ha de marcar una nueva forma de ser y hacer.