Como la lluvia
Hermanito
levanta y mira por la ventana,
corre,
levántate rápido que está lloviendo,
jugaremos en
la calle, está de charcos llena,
mamá nos vamos,
¿donde están nuestras botas de agua?,
¡de aquí no
sale nadie!, o pillareis un resfriado.
Así es la
lluvia para los niños juguetones.
La tierra está
preñada, el agua sacia la sed,
María otea por
la ventana, a jarro cae el agua,
prepara ya tu
tierra hermosa serrana,
esta primavera
la sementera espera,
siembra la
semilla que tu vientre la aguarda,
la lluvia es
vida, amor, locura y desenfreno.
Así es la
lluvia al adolescente impaciente.
Que no falte la
lluvia y fluyan los acuíferos,
para lavar la
ropa a los pequeños guerreros,
corren y
retozan el futuro en primavera,
la perdiz con
su camada, la mamá a su prole
ambas con mucho
amor y cuidados los protegen.
Así es la
lluvia para las madres que dan vida.
Desde el alba hasta
el ocaso giran
andan como las
piedras del molino,
ellos han de conseguir el
sustento,
que no le falte
comida a sus niños,
aunque sea de
lo que le sobra al rico,
que no duerman
con el estomago vacio.
Al padre la
lluvia impide la peonada.
Durante la
emigración temporera,
hacen de padres,
de abuelos canguros,
a todos sus
nietos cuidan y adoran,
ellos son como
la lluvia deseada,
ayudando a la economía
del hijo.
Como lluvia es
la ayuda de los yayos.
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