martes, 7 de enero de 2014

TODO Y NADA


TODO Y NADA
07-01-2014

Ya han pasado las fiestas de fin, principio y Epifanía, nuevamente en el camino estoy para proseguir con espíritu renovador y renovado, todo está a punto de comenzar nuevamente pero la máquina esta aún parada, necesito algo de impulso por una ausencia aparente que me empuja y me frena es mi querido y deseado conductor de mis pensamientos ¿hacia donde dirigirá mis pasos hoy?

Todo un universo ante mi está presente, espera que lo observe en silencio, he de concentrar toda mi atención sobre ese universo que tengo ante mis ojos, está esperando sin esperar porque, ni marcha ni espera, está.

¿Qué veo?, ¡todo y nada!, en su inmensidad estoy, y… soy parte de ese todo, y nada soy pues, es tan inmensa su magnitud que siendo no soy nada. Sin embargo, del firmamento soy parte, materia y energía, como materia ni a polvo llego, como energía sutil me expando y a su vez esta energía que es pensamiento salido de la fuente de la vida por ella soy todo y nada, esta es mi sorprendente magnitud y grandeza.

He de digerir todo esto, he de integrarme conscientemente en él, vibrar con él y en él, he de aprender a saber que siendo nada y uniéndome a él, se sumaran mi nada con el todo y el todo al asumir mi nada me dará su fuerza y su poder de amar al todo, y mi nada se transformará en el todo por amor ya que la causa que me creo fue el amor, su infinita grandeza expandió su amor hasta la ausencia de mi nada.

Mi tarea durante este año ha de ser por el camino del dejar de ser, de la renuncia libre y alegre para pasar a la nada para que, el que entregó su vida en un árbol, en el árbol de mi vida la recupere, entonces no seremos dos, solo él y no yo ha de usar mi coraza, no se esconderá tras ella como hago yo, la transformará en túnica blanca y pura su luz purifica, limpia y espanta la ausencia de luz de mi alma.


Al que venció a la muerte he de unirme sin falta, me uno a él para poder vencer en esta batalla, solo conseguiré la victoria si consigo dar muerte a mi todo que me separa del todo, muriendo a mi he de convertirme en nada y esta nada unirla al todo cuando deje de ser yo, entonces el todo vivirá en mi y la gran batalla estará ganada, llegado a este punto ya no temeré nada, porque mi nada se entregó al todo, entonces mi alma comulgará en la plenitud con el que a esta nada la fundió en su luz.

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