Cada cual por sí mismo
16-04-2014
HECHOS 9
1.-
Conversión de Saulo. (1-19)……. 8 Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos,
no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco, 9
donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió…
2.- Saulo predica en Damasco. (20-22) 21 Y todos los que le oían estaban
atónitos, y decían: ¿No es éste el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban
este nombre, y a eso vino acá, para llevarlos presos ante los principales
sacerdotes? ….
3.- Saulo escapa de los judíos. (23-25) 23 Pasados muchos días, los judíos
resolvieron en consejo matarle; 24 pero sus asechanzas llegaron a conocimiento
de Saulo. Y ellos guardaban las puertas de día y de noche para matarle. 25
Entonces los discípulos, tomándole de noche, le bajaron por el muro,
descolgándole en una canasta.
4.- Saulo en Jerusalén (26-29) cuando se supo lo de
Saulo, también en Jerusalén querían matarlo, entonces lo enviaron a Tarso.
5.- Curación de Eneas. (32-35) como lo hacia a otros lugares, Pedro visito Lida y curo a un
enfermo llamado Enea en presencia de todos y creció en numero de santos.
6.- Dorca es resucitada. (36-43) Tabita o Dorca vivía en Jope cerca
de Lida, esta enfermo y murió, avisaron a Pedro que estaba cerca (en Lida) y la
resucito, quedándose muchos días en Jope en casa Simon el curtidor.
En Hechos 9 podemos destacar la
conversión de Saulo, su predicación en Damasco en defensa del evangelio, a
cuyos seguidores persiguió antes, y de su huida de Damasco.
También es notoria la
resurrección de Dorca por Pedro cuando visitaba a los santos de Lida.
Fulminante y milagrosa fue la
conversión de Saulo, Dios nuestro Señor se revelo a Saulo cuando iba de camino
a Damasco para perseguir y encarcelar a los apóstoles y a los santos, añadiendo
a su ceguera espiritual la ceguera física, dándole tiempo para que en oración
continua de 72 horas (tres días) y en ayuna total pensase y decidiera que hacer
y libremente escogió el camino de seguir los pasos de Jesucristo.
Por esta misma causa, Saulo
paso de perseguidor a ser perseguido, predico en Damasco y para no ser apresado
marcho a Jerusalén donde también fue perseguido y le enviaron a Tarso.
Se me encoge el corazón al ver
unos hombres tan efusivos y ardientes en la fe, no importándole nada mas que
esa entrega y esa forma de defender sus principios, aún a costa de sus propias
vidas. Que vergüenza la nuestra por ser tan tibios y cobardes que en lugar de
defender nuestros principios, al menor contratiempo nos cejamos de nuestro
deber como creyente para salvar nuestro pellejo de míseros y cobardes.
Nos hemos convertidos en una
casta de “creyentes” con el nombre de cristianos, y somos de todo menos de
fieles que viven según el evangelio, nos hemos degenerados en unos míseros y
vulgares burgueses con el sobrenombre de cristianos.
Los templos los tenemos llenos
de imágenes hechas por las manos de hombres, llenas de joyas y lujosamente
engalanadas a las cuales las idolatramos, mientras hay vecinos y hermanos que
pasan necesidades, ¿como encajamos o acoplamos esto?.
Salvo algunas excepciones, al
frente del gobierno de iglesias, templos y cofradías están las personas menos
adecuadas, es algo que se ve y se nota no lo digo yo, aunque soy otro que me
comporto como ellos, pero hemos de despertar de nuestro letargo, estamos
dormidos y ciegos en la fe como Saulo, pidamos a Dios que nos derribe de
nuestros caballos de orgullos y ambiciones, del deseo de llegar a lo mas alto
pisoteando a todos y a cuantos nos estorban para poder encumbrarnos.
Retirémonos en oración y ayuno
en estos días, para que Cristo nos envíe al Espíritu Santo, para que nuestros
oídos oigan, para que nuestros ojos vean y para que nuestros corazones amen a
Dios y a nuestros semejantes, desprendámonos de todo y si para refundarnos
hemos de volver a las catacumbas como los primero cristianos, seamos al menos
como ellos y dejemos que se pudra por si sola esta sociedad que nos hacen
prisioneros, busquemos la libertad que Dios da a sus hijos.
Empecemos cada cual por si
mismo, pidamos la ayuda del Espíritu Santo, el nos guiara, no hacen falta
guerras ni revoluciones cruentas, hemos de volver a mirar cara a cara a Cristo
en la cruz con amor y espíritu de entrega y olvidar y volver las espaldas a
gobernantes que no gobiernan sino que nos esclavizan.
Dejemos esta vida fácil y cómoda
y lancémonos al abismo de Cristo, dándolo todo sin esperar nada a cambio como
lo hizo san Francisco, necesitamos su valor y gallardía de quedarse
completamente desnudo ante el mundo. Si no podemos imitar a Cristo, imitemos a
uno de sus mejores imitadores, Francisco de Asís aunque hoy día tenemos al papa
Francisco que necesita nuestro apoyo y ayuda, cojamos la escoba y barramos
nuestras propias casas y cada cual limpiando y adecentado su alma conseguiremos
todos juntos resucitar esta humanidad.
Con la gracia de Dios y la
unión del esfuerzo de todos, hemos de saber que hay energía suficiente para que esta sociedad
cristiana resucite como san Pedro resucitó a Dorca en Jope.
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