Es hora de la renovación
09-04-2014
Hechos 2
1.- ( 1-13)
Cuando llego el día de Pentecostés,
estaban todos reunidos y después de un recio soplo de viento la presencia del Espíritu Santo se manifestó en cada uno
de ellos en forma de una lengua de fuego y empezaron a hablar cada uno en su
lengua y todos les oían en la suya propia, este es el primer hecho portentoso
de la manifestación del Espíritu Santo.
2.- (14-42)
Primer
discurso de Pedro. Dice que
poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les hablo…. Termina comentando
que aquel día se unieron como tres mil personas y perseveraban en la doctrina de
los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en la
oración.
3,- (43-47)
Por las señales de los apóstoles
sobrevino el temor y mucha maravilla, vendían sus propiedades y vivían y comían
juntos pues todo lo tenían en común, y perseveraban unánimes en el templo y
partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón
alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo.
Pido al Señor que su Espíritu nos ilumine
como a los primeros cristianos pues, actualmente necesitamos una renovación en
el Espíritu de Cristo, adaptando a los tiempos actuales la doctrina de la fe y del
amor, alejándonos del espíritu mundano de la ambición materialista y egoísta en
el cual estamos todos sumidos llenándonos de desdichas y desgracias.
Unámonos a los esfuerzos y consejos de
nuestro actual pontífice que pide una renovación en la iglesia, para que esta
sea una iglesia pobre y para los pobres, pidamos a Dios que nuevamente haga
soplar en la comunidad cristiana el aire del cambio para que quedemos todos
inmersos en el amor a Dios y a los hermanos, y para conseguirlo, nos hagan ver y
comprender que todos somos hermanos en el espíritu.
Pidamos al Señor que ayude al Papa para
que haga cuantos cambios sean necesarios en la sede apostólica de Pedro y
adquiera un nuevo talante, dando ejemplo al pueblo de Cristo para que todos
juntos caminemos dentro de los planes divinos, porque los caminos actuales de
la iglesia son tan perversos y corruptos como los de la sociedad civil, hace
falta una renovación urgente de esta iglesia que, ha de sacudirse el polvo y la
suciedad que se le ha adherido al caminar durante los años transcurrido desde
su fundación, para ello nosotros hemos de estar codo con codo con el Papa
Francisco.
El refranero dice “ayúdate y Dios te
ayudará”, eso es lo que necesita nuestra iglesia una renovación que también ha
de empezar por nosotros mismos, para ello hemos de empezar por orar y orar al
Padre para que nos oriente y para que nuestros corazones actúen de forma limpia
y solidaria, esta es una tarea común y bajo las directrices del papa de la fe y
del amor.
Unamos nuestras oraciones y peticiones
para que el Espíritu Santo ilumine al papa como lo hizo con Pedro, y nos llene
a todos de su divino Espíritu.