INEXPLICABLE
11-12-2013
Esta mañana he comenzado una hora más tarde, reduje el tiempo dedicado a la oración diaria y sobre las 7:45 comencé la meditación sobre el salmo 50 “Renueva mi espíritu”.
Casi al final de la meditación, cuando me di cuenta estaba es un estado de paz inmenso, ausencia total de pensamientos ajenos (como dice San Juan de la Cruz “cuando la casa estaba sosegada”) me encontraba totalmente consciente, como entre dos dimensiones, aunque más bien parecía estar en el pórtico o antesala de la superior pero sin dejar de ver u observar la inferior u la que normalmente vivimos.
Apena percibía molestias o la presencia de mi cuerpo; la estancia o más bien la realidad de la existencia de un lugar donde yo me sentía como algo volátil o inmaterial, algo así como si fuese un cuerpo o núcleo energético como energía-pensamiento que contactaba con otros semejantes, no tenían formas pero todo era familiar o conocido, era como una intercomunicación de fluido pensante o sapiente que a su vez percibía la presencia de otra energía mucho más sutil y transparente, más bien se percibía que de verse, es algo que te clarifica la visión , el pensamiento y la comprensión, haciéndome ver que yo formaba parte de todo cuanto me envolvía, es algo que se puede percibir pero imposible de dar una explicación que pueda reflejar la realidad de la situación, percibí el sentido de la frase evangélica mi paz os doy, mi paz os dejo, o la paz del señor sea contigo, ni hubo voz ni se vio letras algunas es algo percibido con gran intensidad pero que la paz se estaba viviendo e inmerso en ella.
Miraba hacia adentro y en ocasiones hacia a fuera, como mirando desde el balcón de un primer piso a la calle, allí también estaba yo, el pensamiento en este caso salía del cuerpo de abajo y en él veía reflejado el de arriba, era lo mismo o mejor dicho, el mismo, arriba me sentía unido, mezclado o igual a la inteligencia que me rodeaba y la de arriba era igual a la que estaba en mí , lo mismo que presentí que yo era igual que los demás, o sea que todos somos uno en la diferencia, presentía el amor hacia los hombre y como si este amor perdonaba y amaba al hombre y solo deseaba que se levante y camine, y la insistencia de la intuición: camina (hacia el amor, Dios)ni te importe si cae, levántate y camina, anda, anda no te pares por nada, HUBO MUCHAS MAS SENSACIONES, miraba hacia donde estaba y otra vez la paz, todo era dar gracias a Dios, consciente de la hora y el tiempo transcurrido intuía la necesidad de no hacerme pesado, pero me sentía tan a gusto que no quería marchar hasta que di gracias y creo que me santigüe. (Varias veces mire el reloj, no para ver la hora, sino para ver que era real lo que estaba viviendo), y como fue la entrada fue la salida sin alteración alguna como si la dimensión de arriba pasara de la realidad más viva a la ausencia más rápida mi estado de conciencia no cambio ni en la entrada ni en la salida por decir que hubo entrada o salida, fueron estados de conciencia sin perder de vista la realidad circundante en la que vivimos.
Estado de alegría y bienestar, quedando reforzada todas las debilidades emitidas en días anteriores, Dios da y quita pero lo que me ha quedado muy presente es la sensación o acción de la palabra que es vida “la paz del Señor sea contigo” cuando se vive como la he vivido no es palabra es la antesala del reino de Dios, es posible que venga a nosotros, yo al menos he de luchar por esta paz que se siente, se ve, se respira y se vive.
INCREÍBLE
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