miércoles, 6 de agosto de 2014

CAMINABA ¿DORMIDO O DESPIERTO?







CAMINABA ¿DORMIDO O DESPIETO?
06-08-2014

Cuantos días sin decir ni hacer nada Señor, pero, tu sabes lo que dentro de mi pasa, han sido días de ahogo, de falta de luz por la ceguedad de mi alma y por la escasez de aire fresco y puro que diese vivacidad y templanza a este cuerpo lánguido por falta de agua pura y fresca de tu fuente santa.

Cuando ayer tarde caminaba con el sol dándome en la cara, mi pensar solo era continuar y aguantar, sudando por la cuesta arriba hasta alcanzar la sombra de la montaña, una suave y fresca brisa envolvió mi cuerpo y alma, empecé a sentir como si mi entorno me mirara sintiendo una alegría sana, yo seguía subiendo y a cada paso que daba, mi cuerpo y mi alma mejor se encontraban.

Llegado al puerto nuevamente el sol baño mi rostro, sentí alegría al verlo de nuevo y con buenos deseos dije: Adiós hermano sol, hasta mañana, regresando cuesta abajo todo parecía más bello, la marcha mas rápida y ligera con mi pensamiento dando gracias al Creador que nos dio vida y alimento del mismo modo que antaño.

Pensando que en cuanto al espíritu somos hijos de Dios porque, con la encarnación de Jesucristo Nuestro Señor, al redimirnos el nos acogió como hermano suyo y nos elevo a ser lo que fuimos al principio, hijos del creador, y en cuanto a nuestro cuerpo todos los seres creados también somos hermanos al ser hijos de la madre tierra, en ella y de ella hemos nacido, alimentados y vivido, al final de nuestros días nuestros cuerpos regresaran por siempre a la tierra y en tierra nos convertiremos.

Para que las energías que aún posean nuestros cuerpos sin vidas, pasen a formar parte de la cadena alimentaria de otros cuerpos que nos precederán, estos restos, se transformarán en alimentos energéticos y así se irán cerrando ciclos y ciclos de vidas y muertes de los distintos reinos de la naturaleza como ha sido desde el principio en la tierra.

 Al igual que nuestra alma regresara a la vida eterna a formar parte del Ser del cual precedemos.

No somos Dios, pero somos parte de El, esta parte procede de El y fue creada por El a su imagen y semejanza, y valga la redundancia, por eso digo que no somos Dios pero somos parte de El.

Yo me atrevo a decir que para Dios, el alma del hombre o ser humano es casi mas preciada que la de los ángeles, se dice que estos no hacen lo que quieren, son servidores de su creador, cada cual tienen unas tareas asignadas, y el ser humano esta hecho a su imagen y semejanza, de el depende hacer o no hacer la voluntad del Padre.

La ambición nos perdió desde el principio y a pesar de haber sido apartados de su unidad creadora, por creernos autosuficientes y al desobedecer los principios dictados por el Padre, estas desobediencias por sí fueron la causa de la imposibilidad de seguir conectado a la presencia pura de la Fuente, por esa causa el hombre con su libre albedrío se autoexpulsó al ser imposible la connivencia de la pureza Paternal con la indignidad causada por la ambición del hombre, y es así como yo creo que, por nuestro pecado original fuimos apartados de la presencia de Dios y ante tal situación, nuestro Padre Amantísimo conociendo de antemano lo que sucedería pensó en la encarnación del Verbo para redimirnos de nuestros pecados……

Y es así como pasé pensando el camino de vuelta, no sé si está mas o menos de acorde con los principios de la Iglesia pero, es lo que mi mente percibió durante la bajada de regreso de mi paseo vespertino en esta tarde del 5 de agosto de 2014.

Si alguien lee esto, que lo haga con reserva, porque lo que puede valer para uno es posible que no valga para otros, dicho queda.




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