Permanecer en el presente
07-10-2014
Han
transcurrido varios días de octubre y casi no he podido escribir nada, las
tareas domesticas no me abandonan y a ellas se unen otras de diferentes
índoles, como son la asistencia semanal al centro terapéutico y las asociadas a
la vida familiar que son las mas numerosas, entre unas y otras el tiempo se me
escurre de las manos.
Como hace algún
tiempo hoy invoco la ayuda del conductor de mis pensamientos para que me
conduzca a aceptar lo cotidiano, la vida mas normal de días de otoño, con
caídas de ocupaciones y de pensamientos que distraen la atención a la belleza
de lo simple, a mirar pasar el tiempo sin desear nada más que cesen las
apetencias y las carreras, a compartir con dulzura momentos de calma, a no
correr para no conseguir nada, a percibir en el alma la armonía de la caída de
hojas, de ramas peladas que casi no puede agitar el viento, a sentir el placer
en las “recacha” o rincones soleados y protegidos del viento donde el tibio
calor de un sol que ya no quema sino que te calienta y parece que te abraza.
Y como
adormecido quedar traspuestos en múltiples pensamientos de épocas pasadas y
resientes, todo mezclado y como torbellino el pasado se disuelve solo quedan
sueños que ni alegran ni duelen, es todo humo, solo al abrir los ojos queda el
presente que es lo real porque, el futuro es otro sueño que si pretende
alcanzar has de no vivir el presente ambicionando lo que no tienes y para
conseguir has de olvidarte de ti y así no eres dueño de tu vida real o presente
lo que diríamos el “aquí y ahora”.
Mi conductor de
pensamiento me está llevando a ver, vivir y gozar del eterno momento que es el
presente que no es otra cosa que vivir plenamente segundo a segundo mis
respiraciones, ver conscientemente caer las hojas, ver ramas peladas que después
en el ahora se visten de verdes rebrotes, y en ese eterno presente ver los
frutos y la vuelta de las caídas de hojas y así ver y vivir una vida que es un
ciclo que se repite una y mil veces.
En estos
ciclos, tu eres como un pasajero que desde el puesto que te ha tocado observa
lo que acontece y nada puede cambiar de lo que fuera de ti pasa pero, tampoco
te has de dejar influenciar por nada externo, solo has de procurar vivir y
aprende de la vida o ruleta porque, todo está quieto y en su lugar eres tú
quien se desplaza en el tiempo viendo cosas que vienen y se van pero, nada es
cierto, todo está en su sitio eres tú quien se mueve o cambia sumido entre el
devenir y lo pasado, nada es devenir o pasado todo es presente, párate, observa
y disfruta del “aquí y ahora”, respira hondo y agudiza tu ingenio, vive con
amor y entrega ese momento, ve cuan grande es el presente, no olvides que tú
eres parte y arte de ese cosmos donde nada falta ni nada sobra, admira la
sabiduría de su creador y tal vez te des cuenta que eres en cierta medida
copartícipe o creador de una vida llena de luz, amor y entrega.
Ahora me está
conduciendo a vivir y entregarme al presente, al momento sin fin que es el
eterno “aquí y ahora”, a olvidarme de los sueños pasados o venideros no desear
nada más que, paso a paso seguir al maestro, coger mi cruz como lo hizo el y
seguirle hasta salir de la ruleta dejando tras de sí, amor y entrega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario