Renovación interior
01-03-2015
¡Abrahán!, detén tu mano …., dijo el
ángel, “Ahora sé que temes al Señor”, esto es cumplir sin rechistar la voluntad
de Dios. En aquellos momentos histórico esta era la forma adecuada de obedecer
por temor, no había otra forma de hacer las cosas, eran tiempos difíciles, de
una u otra manera todos estaban sometidos.
Hoy día también son tiempos difíciles
pero, la historia nos demuestra que se repiten las dependencias y los
sometimientos, unos muy sutiles y otros que claman a la rebeldía.
Han desaparecido factores y han
aparecido otros, la sociedad dominante ha borrado todo principio ético y moral;
ahora se manipulan las conciencias para dar al burgo pan y paja, pero ellos se
llevan y se comen el grano, el odio y la violencia crece por día.
Hoy se hace creer que vivimos en una
sociedad libre pero, el ser humano es mas esclavo que nunca, hay más
manipulación que información. El poder del dinero y la manipulación de las
mentes o conciencias es terrorífico, no hay lugar para vivir en paz y en
consonancia con los avances tecnológicos. Los medios audiovisuales como Tv,
prensa, etc.. por lo general están al servicio o en mano de los poderes
fácticos.
Molesta y se trata de encausar a
aquellos que piensan y actúan de una forma libre y acorde con la naturaleza y con los derechos
de la humanidad, para ello se usan toda clase de elementos tecnológicos que les
puedan causar dependencia, hoy día hay muchísima más personas dependiente que
nunca, no importan si las sustancias tóxica son naturales o sintéticas, lo que
interesa es tener a una masa enganchada cuanto mayor sea el número de adeptos
mejor, así no molestan a los intereses dominantes e inhumanos.
¿Qué se puede hacer para que seamos
verdaderamente libres?, ¿se puede ser libre dentro de una prisión?, ¡si!, para
ello hemos de concienciarnos en sí mismos, no creo que exista prisión mayor que
nuestra propia naturaleza. Somos esclavos de nuestros propios instintos, si
tomamos conciencia de ellos y los sometemos por amor y no por temor, estaremos
solucionando dos problemas, el personal y el colectivo, el interior o y el de
la humanidad.
Si cada cual trata de ser libres en sí
mismos, estaremos solucionando la raíz de los males de esta sociedad, el poder
o poderes (sean del tipo que sean) tratan
de someternos por la desigualdad, nos enfrentan y nos debilitan para que esos
pocos que dominan puedan vivir de nuestro sudor y sangre.
Es necesario y urgente que este cambio
llegue también a los poderes de una iglesia corrompida, donde los “príncipes”
se apoyan unos a otros tapándose los abusos y corrupciones, viviendo en grandes
y ricas mansiones mientras al que ha caído en la ruina por la crisis lo echan
de su casa tirándolo a la calle, ¿dónde están los defensores de los hijos de
Dios?. Callan y se esconden en sus cloacas llenándose el vientre de
podredumbre.
Los poderes fácticos han desterrado a
Dios hasta de dentro de la iglesia, hay un gran número de obispos que no
merecen respeto, ellos fueron ungidos
para ser los guardianes de una fe basada en el amor y la entrega a Dios y al
hombre, en especial a los mas desvalidos, pero, ellos se han entregado a la
erótica del poder conduciendo un rebaño de “cabras y no de ovejas”.
Por todo esto y mucho más, es necesario
que nos miremos a nuestro interior para ver y aceptar la voluntad del Padre con
Amor y por Amor, cambiémonos a nosotros mismos con nuestros esfuerzos y con la
ayuda del Espíritu Santo, es así como podremos hacer cambiar al mundo,
trabajándonos a nosotros mismos podremos crear una nueva regeneración de una
humanidad para que seamos más justos e igualitarios y, basados en el Amor a
Dios, en Él y de Él en nosotros.
Si Dios está con nosotros por amor, a
quien temer, morir en Cristo es resucitar en Él. Caminemos en presencia del
Señor en el reino de la vida y, ofrezcámosle sacrificios de alabanzas en el
atrio de la casa del Señor.
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