martes, 22 de octubre de 2013

BENDITO Y ALABADO



BENDITO Y ALABADO SEA TU SANTO NOMBRE

Te llamo Padre, por varias razones, la primera porque lo eres, la segunda porque Te amo y la tercera porque no te puedo llamar de otra manera, ¿cómo puedo nombrarte si tu Santo Nombre es impronunciable?, que nombre puede definirte si eres indefinible, por eso digo Bendito sea el que Es, y ¿Que es el que Es? ¡Todo!, pero….  ¿Qué más puedo decir?, simplemente ¡Bendito sea el Santo Nombre de Dios!
¡Qué grande es tu nombre! Todas las cosas están sometidas a su dominio, por eso la majestad de tu Nombre esta exaltada sobre los cielos.
Cuando en las noches estrellada contemplo el cielo veo una pequeñita parte de Tu obra, que nadie más que tú has creado, ¿Qué somos los hombres? para que nos haya dado el don de poder bendecir tu Santo Nombre, y ¿qué somos para que tú te acuerde de nosotros?
Le diste el mando sobre las obras de tus manos, todo lo sometiste a sus pies. ¡Claro!, si todo lo hiciste pensando en el Hijo del Hombre Jesús, más nos ha hecho a semejanza Suya porque Él es el Verbo encarnado.
Nos ha permitido contemplar la admirable obra realizada en Cristo para que, también nosotros alabemos y glorifiquemos tu Gloria imitándolo, haciéndonos participe de tu reino para que se haga tu voluntad así en la tierra como en el cielo. “Señor y Dios nuestro”, ¡que admirable es tu Nombre en toda la tierra!

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