OTRA NOCHE MÁS

OTRA NOCHE MÁS

19-10-2013

Necesariamente hoy más que nunca he de decirme: “Otros  días han sido peores que esta mañana”. No he de caer en la desesperación ni en el desconsuelo, no debo estar triste  ni agobiado, debo de aceptar el día a día rechazando ese dolor interno que es como si estuviese retenido por una mano invisible.

Es algo parecido como si presionan mi abdomen, pellizco que te inmoviliza y te encojo como retorciéndote, me pongo a pensar en la causa o, en las causas y no puedo distinguirla no sé el porqué.

Son muchos los días que así me siento, empiezo a estar cansado de una actitud tan negativa; será producto de mis autos exámenes, o puedo pensar que es por orgullo herido al no salir las cosas como quiero, cuando no deben de ser como yo quiero sino como Dios quiere, es posible que sea mi orgullo herido o, será por el pesar de mis ofensas e infidelidades de las cuales solo Dios sabe.

Existe la posibilidad de otras causas que me agobian y me retienen: los problemas de salud de mi familia que, junto a mis achaque y enfermedad es una carga difícil de soportar, no creo que sea esta ultima la causa que me agobia, lo más probable es la conjunción de todas.

Como en otras ocasiones, he de sacar energías y pedir mucha ayuda, aceptar de una vez por todas mi situación interna y las que me rodean externamente, hacerlas mía y abrazar esta pesada cruz con alegría de verdad, seguro que esta cruz se ha de llevar mucho mejor con alegría que dejarse arrastrar.

Si no pongo remedio, lo más posible será que caiga en una depresión de dos pares de…. Esta situación tiene salida pero he de ser más positivo y no dejarme llevar, no te olvide Jose que: no te suelte de Su mano, cógela fuertemente, con Su ayuda déjate arrastrar, como en otras ocasiones Él guiará mis pasos en estas noches oscuras.

Lo más agobiante es la aparición de estas situaciones físicas y mentales que tantas veces se repiten, sensación de impotencia, incapacidad, soledad, quemazón interior y dudas por no ver soluciones, solo queda rezar y confiar en Dios nuestro padre y decir como el salmista: “El Señor es mi pastor nada me puede pasar…..” En estas situaciones no me queda más que: esperar, orar y confiar, la luz pronto vendrá y me sacara de la oscuridad.