jueves, 21 de noviembre de 2013

ANALIZA TUS PENSAMIENTOS Y DESEOS



ANALIZA TUS PENSAMIENTOS Y DESEOS
21-11-2013

Es curioso cuando analiza tus deseos y pensamientos, en principio son aparentemente buenos, pero, en este caso fue perverso.
Recibí una llamada de mi hermana, su voz era de agobio, desánimo y cansada, acababa de llegar a su casa, pues venia de visitar en la UCI al hermano del novio de su hija, lo habían entubado y desahuciado por los doctores, la lucha contra la leucemia reclama su presa, solo queda esperan su fatal desenlace.
El contenido de la llamada me apena, y como un rayo se me agudiza el pensamiento por el congojo de tan alta pena, se está acabando la vida de un chaval de solo veinte años. Pido ayuda para que Dios le salve y, así en compensación yo pueda ver que mis dudas desaparezcan sobre la ayuda y aceptación por la lucha de  mi autorrealización es bendecida de algún modo por el Señor.
Además, sin pensar pido que por esta causa y pensando en aliviar el dolor de su familia, que acepte el Señor recuperarlo y que si es su hora de llevárselo, que al menos le alargue su vida en unos dos años. Este pensamiento fue tan hábil y rápido como un rayo, estaba convencido de que era el momento adecuado para aliviar la pena de su familia y al mismo tiempo afianzar mi falta o debilidad de mi fe.
Pensamiento rápido, movido por sentimientos misericordiosos, eso pensaba, pero no pensaba yo con un pensamiento limpio y sincero, era un pensamiento retorcido, era un lobo disfrazado de cordero, todo quedó al descubierto cuando me pongo ante el PC para ver el vídeo que yo mismo grave en la boda de mi sobrina, porque yo no recuerdo el rostro del hermano del novio de mi sobrina, me puse a repasar las secuencias y encontré una, está A... y a su izquierda su hermano, y cuál es mi sorpresa pues, al revisar a vídeo parado fotograma a fotograma quede sorprendido, A... tiene un carácter muy alegre y siempre esta risueño, en este caso esta con el rostro triste y serio y con su mano derecha saluda muy serio como diciendo adiós, su hermano tiene la mano izquierda levantada y como tratando de quitarse una tela de araña de su cara, este parece como diciendo ¡que pasa¡.
Como toque de trompeta que te avisa de que algo raro está pasando, esas imágenes me sacuden de mi sueño y veo unas breves secuencias que no me encajan. Paro y empiezo a pensar y a preguntarme ¿Qué está pasando? o, ¿Qué estoy haciendo?
Para para Señor, este atroz pensamiento es fruto de mis "yoes" o ego, es despiadado y solo trata de conseguir engordar sus deseos, miserable deseo que juega con el dolor ajeno, un joven que agoniza, será su destino o tu voluntad, ¿quién soy yo para pedirte que alargue su sufrimiento?, porque no te pedí que le curase definitivamente, sino que sin pensar o mejor dicho suponiendo era la hora de su final te pedía alargar su vida unos dos años más ¿a cambio de qué?, no está bien y es mejor que se cumpla tu voluntad y una vez llegada la hora que acaben y cesen los sufrimientos. ¡Qué inconsciente soy yo, y qué egoístas son mis "yoes" o mi ego!
Hágase ahora y siempre tu voluntad y perdona el no analizar antes que nada a mis pensamientos o deseos, para transmutar las intenciones de mí ego en pensamientos que solo busquen como fin último ensalzar tu Santo Nombre y no engordar mis "yoes" o ego.
A este acto o forma de actuar, yo no le llamo pecado sino error y de los más gordos, lo peor es que al no analizarlos antes de admitirlos, pasan desapercibidos y el ego se pone más cebado que un marrano es verdad aunque suene a bobadas, al no analizar los pensamientos, esta acción me ha hecho comprender la realidad de mi pensamiento, que a pesar de su gravedad son muy frecuentes o cotidianos.
Lo mejor de todo es que de algo tan negativo he llegado a una conclusión muy positiva, desde ese mismo momento de actuar rectificando mi acción o pensamiento de negativo a positivo, me he sentido mejor y reconfortado, lo raro y curioso es que como en otras ocasiones desde que cada mañana medito sobre la lectura de un salmo, por el orden esta mañana me ha correspondido el nº 31 y me ha venido como anillo al dedo, no está el salmo completo pero con esto es más que suficiente para sentirme satisfecho por haber rectificado.

Dichoso el que está absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor 
no le apunta el delito.

Había pecado, lo reconocí,
no te encubrí mi delito;
propuse: "confesaré al Señor mi culpa",
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.

Por eso, que todo fiel te suplique
en el momento de la desgracia:
la crecida de las aguas caudalosas
no lo alcanzará.

Te instruiré y te enseñaré
el camino que has de seguir,
fijaré en ti mis ojos.



Espero que aquellos que puedan y quieran leer esto, sepan que son el fruto de mis reflexiones y si en algo le pueden valer, habrá merecido la pena el ponerlo en el blog a costa de sacar a flote mis miserias.

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