Vivamos
el presente
18-07-2014
En estos días tórridos es casi imposible
pensar en otra cosa que buscar lugares frescos y sombras que amortigüen las
altas temperaturas lógicas de estos meses veraniegos, para hacerlo tolerable lo
hemos de acompañar con agua fresca y artilugios refrigerantes.
En mi caso, la productividad cae en
picado, ni pensar puedo por lo mucho que me afecta, prefiero el invierno al
verano a pesar de haber nacido un primero de agosto.
No obstante, el tiempo se aprovecha en
recuerdos de momentos buenos y malos vividos para mejorar en lo posible los que
ahora vivimos, ver que la vida vivida es como un sueño, por eso es tan
importante vivir el momento presente “el
aquí y ahora” con la mayor intensidad porque, el pasado es un vago recuerdo
convertido en un sueño, y el futuro es un deseo sobre el cual se sueña, solo el
presente inmediato o actual es la realidad de la vida, el pasado o el porvenir
no existen, no son mas que sueños
vividos o por vivir, a los cuales no podemos modificar ni un ápice.
Vivamos el presente, el “aquí y ahora” con intensidad y la
simplicidad del buen hacer, olvidando nuestros deseos para hacer el bien a los
demás, procurando que el espíritu reinante sea el hacer la voluntad del Padre
porque, muriendo a nosotros viviremos en Él, vaciando nuestros egoísmos nos
llenamos del amor del Padre para convertirnos en canalizadores de Su gracia
hacia nuestros hermanos, sus hijos.
Pensar en esto y practicarlo es
suficiente para este verano, hemos de dar lo que somos y lo que tenemos,
después vendrán las aguas del otoño y alimentaran nuestros esfuerzos para que
en primavera no falten flores de consuelos y de amores que hablaran de ti.
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