viernes, 30 de diciembre de 2016

GIRAR Y GIRAR




Girar y Girar
¿Estancamiento evolutivo?
29-12-2016


La vida es como dar vueltas caminando sobre la superficie de un planeta imaginario, o por el interior de una esfera, creyendo que caminamos hacia una meta, sea del tipo que sea, ascendente o descendente, aspirando alcanzar la gloria que te prometen las religiones, o metas para amasar riquezas, poderes o cualquier tipo de ambiciones o placeres, todo es “lícito” ya que: ¿para eso se nos dio el libre albedrío?

En realidad, no caminas a ninguna parte porque tú eres la esfera, la meta, el caminante. Porque, todo está dentro de ti, tú eres todo, nada hay fuera de ti, eres un universo de energías y posibilidades, eres una unidad, eres luz y sombra a la vez, eres parte integrante dentro de un todo al cual perteneces, eres una copia fiel del gran universo al que perteneces. Tu energía procede y pertenece a la Fuente Infinita e Inagotable, que es, lo que llamamos Dios.

Mientras tu cuerpo tenga vida, has de caminar, darás más o menos vueltas en ese imaginario planeta o esfera energética, hay quien ni siquiera dará una vuelta ni se sumergirá en su interior. Vuelta o inmersión que llamaremos tiempo. El tiempo es relativo, entre otros es el resultado de medir, o contar segundos, minutos, horas, días, semanas, meses o años. La ruleta seguirá dando vueltas, en ocasiones te dirás a ti mismo: ¡esta situación la conozco!, ¡aquí he estado antes! no sé si la he vivido o lo he soñado. Calderón de la Barca se preguntaba: “¿Qué es la vidaUn frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”.

Yo soy el planeta imaginario, el caminante, las olas, el aire, la tierra firme, la llanura, la estepa, el hielo, el calor y frio del desierto, soy la fortaleza y debilidad, tierra cultivada y de barbecho, soy el interior de un mundo lleno de oscuridad y de fuego, todo esto y mucho más es mi vida, es lo que vivo, pero no es lo que en realidad soy. Esta vida no es mía, es la vida del cuerpo del homínido al cual estoy unido; mi realidad, nuestra realidad es otra. Lo que normalmente es mi ser, nuestro verdadero ser, está como adormecido, su realidad la confundimos con un sueño velado por una especie de velo el cual no nos deja ver con claridad, esta oscuridad o hermetismo, nos adormece, nos hace ver que cuando vivimos una vida conforme al espíritu de nuestro ser, nos hace ver que es pura fantasía, o que tenemos sueños de altos vuelos.

Si es así, ¿vivimos conscientemente la realidad de vivir la vida? o ¿vivimos inconsciente el sueño de la vida? Ciertamente la realidad se nos presenta como una fantasía o sueño inalcanzable, pero, lo que verdaderamente nos atrae y nos adsorbe es vivir el sueño de nuestras vidas, por eso Calderón de la Barca se preguntaba: ¿Qué es la vida?, añadía: “es un frenesís, una ilusión, una sombra, una ficción …” En esta vida, todo es un constante bombardeo que fortalece insaciablemente las apetencias y deseos de este cuerpo y mente carnal o corpórea.

Esta vida terrenal y carnal es legitimada o deslegitimada por el buen o mal uso que hagamos de ella, por eso, se nos dio la libertad de elección para compartir estos bienes terrenales o materiales, necesario para mantener una vida humana sana, fusionada con la otra vida que es espiritual, por tanto, ya no son dos, sino una, la cual necesita para su evolución espiritual de una serie de requisitos que generan energías espirituales, emanados de la fuente del Ser Supremo.

Para evolucionar o agrandar nuestra esfera energética, hemos de sacarla del estancamiento, que es el fin por el cual luchamos, hemos de aumentar nuestras energías (denarios) que se nos confió, para que, nuestra unidad energética espiritual aumente, extrayendo y sumando esa energía de la Fuente inagotable, ya que su finalidad es aumentar los denarios (energías) que nos fueron entregado como préstamo hasta que volvamos a la Fuente de toda abundancia de la cual, todos procedemos.  

Verdaderamente, vivir la fusión de dos vidas donde, la espiritual está sometida a la corporal o material. Es algo maravilloso si logramos entenderlo, de lo contrario, estaremos muertos en una vida que acaba en la muerte, pero, si damos vida evolutiva al espíritu, aunque nuestro cuerpo ha de morir, nuestra vida será el germen que ha de hacer evolucionar a nuestro espíritu, una vez desencarnado este, vivirá eternamente.

Para que nuestro espíritu experimente una evolución, el creador nos donó un cuerpo, en el lugar y seno familiar que mejor nos convenía, este espíritu es sometido a un cuerpo y a unas circunstancias, para que, como Cristo se encarnó para hacer la voluntad del Padre, así pues, es nuestra encarnación a imagen y semejanza de Cristo, el cumplir con la voluntad de nuestro Padre Celestial. Esta imitación o camino a recorrer ha de transcurrir durante toda nuestra vida terrenal.

Esta vida es una coparticipación evolutiva de la constante creación de Dios, somos su creación, sus hijos y parte de él, de Él procedemos y a él regresaremos, porque, tenemos un principio en Él, y a Él, regresaremos, causa por la cual se justifica, la inmortalidad de nuestro ser, espíritu o alma.

Todo esto para gente sin fe ni principios espirituales, les parece un cuento, decir que la vida es un sueño, una ficción, una ilusión, un frenesí o una sombra, alimenta su no creencia en la existencia de una vida después de la vida. No existe una dualidad en el hombre sino, una fusión de dos principios que han de convivir, es el resultado de la libertad de elección del ser humano o del llamado “libre albedrio”. Esta es nuestra diferencia con el resto de seres creados, pues él nos creó a su imagen y semejanza.

Comparaciones  

He afirmado con anterioridad que, la vida es girar y girar alrededor de sí mismo, es como ir hacia una meta que se encuentra en un punto sobre la superficie o en el interior de una esfera, creyendo que se camina en una dirección, pero, cuando caminamos lo hacemos en líneas que ni es recta ni curva, ni es ascendente ni descendente, siempre caminamos, unas veces es como girar alrededor de un mundo imaginario o bucear por el interior del mismo.

Cuando estas metido hasta el cuello en situaciones que no manejas y que además te dominan, como lo hacen los vicios y las drogas, solo uniendo a tu voluntad si aún la tienes, has de pedir la ayuda de Dios, solo así, podrás salir de ese infierno que te quema y te destruye como ser y como persona. En esta situación es como si caminamos sobre un mar embravecido, subimos y bajamos sobre olas gigantescas que suben y bajan, en este caso, no eres dueño de la situación, esta perdido, desorientado y sin rumbo.

O, en ciertos momentos estás como caminando sobre tierra firme, tu puedes escoger el hacerlo sobre un terreno plano y caminar en línea recta, o por valles y montañas con subidas y bajadas, puede escoger senderos más o menos favorables. Atravesar desiertos tórridos o estepas heladas, encontraras días de ensueños y jornadas completamente extenuado. También puedes bucear por su interior lleno de luces y sombras………

Estas líneas o caminos, no son más que alusiones imaginarias sobre diferentes estados de ánimo o conductas en el transcurrir de nuestros días. Si queremos evolucionar, (aumentando el tamaño o volumen de esa esfera parlantes, energética y sapiente, hemos de encontrar el elixir que consiga el desarrollo integral que nos permita subir a escalas superiores, o de dimensión en dimensión, o de cielo a cielo) para ello, hemos de añadir más energías de la Fuente Infinita e Inagotable a nuestras vidas, uniéndonos o fusionándonos con esa fuente que emana agua que da vida eterna, fuente o agua viva que es Cristo. El camino es buscar esa fusión en Cristo, es abandonarse en Él, es morir a nosotros mismos por Dios, para fundirnos en Él.

Hemos de usar todas nuestras fuerzas y de todos los medios a nuestro alcance tanto, exteriores como interiores, para dar el mayor beneficio a los dones que hemos recibido, multiplicándolos por el mayor factor posible. Esta es la conclusión o resumen al cual he llegado durante este último tiempo (año) entregado a mejorar mi vida interior, he visto que el trabajo y la meta no están fuera, que hemos de buscar e indagar todo en nuestro interior, el cielo y el infierno está en nuestro interior, el bien y el mal, el amar y el odiar, etc. etc. no hemos de desear nada ni renunciar de nada, todo es bueno y nos fue dado para que usándolo bien, lo aprovechemos en la construcción del reino de Dios, tanto en esta vida terrena como en la venidera, el reino esta como todas las cosas están, pero hay que buscarlas para que vengan a nosotros acá y allá.

El progreso, aunque nos parezca lento, es progreso y es lo que nos interesa, como no somos santos, no podemos recibir más de lo que nuestras acciones dan, mientras más nos demos, más recibiremos, pero, la cuestión no es dar más para recibir más, hemos de dar por el simple hecho de dar, el dar nos engendra la satisfacción del bien hacer. Esto es darse por amor, y no por recibir dádiva por el bien donado. Todo lo que hagamos, hemos de hacerlo por el simple hecho de amar, en este caso, recibiremos amor y seremos todo amor, es entonces cuando recibiremos la mayor recompensa que se deriva del amor, ser amado por el amor de Dios.


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