jueves, 1 de diciembre de 2016

FELIX MARTINEZ

Quiero encausar mis pasos a donde me lleve el viento, y mover mi corazón como aspas de molinos movidas por el aire; eres sacerdote, padre, amigo y mi mejor consejero, ya tus pasos son lentos, tu cuerpo se ha vuelto pesado, casi sin equilibrio, a pesar de todo tu Luz cada día es más intensa. Que espere un poco más la llamada de la madre tierra, aún te necesitamos amigo Félix, porque siempre y más ahora, tu mente y tu espíritu vuelan muy pero muy alto, hoy más que nunca necesitamos y valoramos tu presencia. Como tu nombre es signo de felicidad, que te la de Dios con abundancia aquí o allá.

Soneto a:
Monseñor Félix Martínez Cabrera
Prelado Domestico de Su Santidad
 e
Hijo Predilecto de Valdepeñas de Jaén.


Modesta y ordenada fue tu puericia,
comprimir tu vida en catorce versos
aunque lo sepas, es arduo el intento
e imposible por mucho que yo quiera.

Entre olivos, montañas, agua, y peñas
luna de plata, nieve en sus cabellos.
En su infancia profundas raíces echó.
Valdepeñero es, nieve, fuego y leña.

Mente despierta, sabio de alto vuelos,
alma de ojos lúcido y pasos lentos.
Por doquier reparte besos y sonrisas,

Tierno, humildes, de avispados gestos,
sabios consejos él siempre sabe dar.
Contador de historia, vidas y sueños.


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