Envíanos el
Espíritu de tu Amor
29-09-2014
Aunque tu ya lo sabes Padre mío, escúchame desde
lo mas íntimo de mi ser, a veces no se lo que hago o digo, si ando por el
camino ancho o estrecho, si hago tu voluntad o lo contrario.
Si me paro a observar y comparo, solo me acompaña
y me mantiene la fe en tu amor, y me digo: ¿Quién piensa o actúa como yo?, eso
pienso a veces y, hasta llego a caer al pensar en mis momentos mas bajo, si
merece vivir una vida tan cargada de entregas y esfuerzo por ti, si…, en ocasiones
soy uno más que le atrae el degustar de las apetencias mundanas que tan fáciles
y agradable me saben, ¿Por qué? o ¿Hasta cuando?.
Nada parece estar definido, pero, sé que detrás de
las nubes sigue luciendo el sol radiante, ¿Po qué Padre mío? o ¿Para qué? todas
y muchísimas más pregunta me he hecho últimamente, y me vienen como si fuesen
unos relámpagos un entender que, me agrada y al mismo tiempo me hacen temer
que sean intuiciones fantasiosas mías.
En las tertulias hablamos de muchas cosas, entre
ello del comportamiento humano y de las influencias de las tendencias de las
personas en todas las ramas, últimamente temo exponer lo que estoy intuyendo y
por varias razones, unas veces por mis
escasos conocimientos técnicos sobre estos temas y, otras por la gran
dificultad de exponer los temas por el inconveniente de mi escasa fluidez en la
elocuencia, pero si reconozco poseer la cualidad de expresarme algo mejor
escribiendo.
¿Cuales han sido los inicios del noventa y nueve
por ciento de las vidas de los santos?, los ha habido desde los más gordos a
los más flacos, pero, todos pecadores. ¿Por qué desechamos ciertos
comportamientos como imposibles para poder llegar a tener una vida plena como
la de cualquier santo?, yo creo que no es así porque, para Dios no hay nada
imposibles, solo hablan o hablamos así todos aquellos que no hemos o no han
vivido ni un solo segundo la grandeza del amor de Dios.
Desde mi parecer los pecados o errores que todos
cometemos ante los ojos de Dios son perdonables y corregibles de una forma u
otra, para mí es injusto el condenar a unos y a otros no en relación a su
condición o cuantía de los errores que comenten por la ausencia del
conocimiento y amor a Dios. Me estoy refiriendo a los pecadores más
empedernidos ya sean criminales, prostitutas, lesbianas, homosexuales,
parricidas, desequilibrados emocionales y mentales, etc. etc.….
Sólo Él conoce a sus hijos, hemos de entender que
por nuestra condición humana no estamos en nada capacitados para juzgar
absolutamente a nadie, solo Dios sabe hasta los más íntimos y pequeños errores
y o, pensamiento de todos y cada uno de sus seres creados por amor, Él conoce
nuestras limitaciones y defectos, el lo perdona todo con la misma fuerza de su
Amor, ya sean grandes o pequeños, muchos o pocos, los errores de los que dicen
que ellos controlan y de los que no pueden controlar sus instintos.
Por eso se auto-engendró y nos enseñó a vivir
conforme a la ley del AMOR, a morir a si mismo por amor crucificándonos
voluntariamente en la cruz de nuestros egos, hasta la muerte para resucitar en
Cristo, y así, vencer y corregir nuestros errores sean del tamaño o calibre que
sean. ¿Quiénes somos para decir? “estos si y esto no son recuperables”, los que
piensan así no saben ni conocen la grandeza de la Misericordia y del Amor de
Dios a sus hijos, los hombres.
Cuando un ser humano escoge el camino del
encuentro con Dios aunque por el momento no consiga controlar del todo sus
deseos y apetencias y sigue o persiste en acercarse a Dios, el le va atrayendo
hacia sí hasta que el pecador empieza a percibir ese amor irresistible, todo su
mundo pasado y presente empieza a desmoronarse hasta que no encuentra en este mundo mas
consuelo que el de su Gran Amor.
Llegado a este punto todo queda desligado del ser
humano, cuando empieza a percibir la fuerza de atracción del amor de Dios, ya
nada de este mundo le atrae, comienza el rito del desvestirse y despojarse de
la ropa vieja, una vez desnudo ante su Creador, es revestido con el traje de la
perfección, nada queda de lo viejo, ese ser que fue el arquetipo de los errores
es ahora espejo de perfección.
Padre y Señor mío, intuyo o percibo que este es el camino aunque
es casi imposible explicarlo con palabras de una forma inteligible, si en este
sentido estoy en lo cierto, aumenta nuestra percepción e intuición para que
vayamos entendiendo y conociendo nuestro proceder y Tu hacer. De esta forma,
quedaremos libres de todo error sea cual sea nuestra procedencia porque, Tú
eres el Dios de todas tus criaturas y solo pretende que te amemos como Tú nos
Ama.
Envíanos el Espíritu de tu Amor para que, todos
encontremos el camino que nos conduce a la liberación y purificación de
nuestros errores por el fuego de tu infinito AMOR.
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