¿Hacia
donde vamos?
06-11-2014
El otoño ha llegado junto a la caída de
hojas amarillentas, y con el, también ha llegado la lluvia acompañada con
descenso de las temperaturas.
También es hora para que se produzca en
nosotros el otoño secuencial para mudar la piel de proyectos que decaen o
envejecen por el paso de los tiempos haciéndose necesaria una nueva renovación
para recargarnos de energías que nos devuelvan el sentido de una nueva vida
adaptada a los nuevos tiempos.
La renovación periódica de nuestros
proyectos personales no solo es necesario para ser afín a nuestros días,
además, es necesaria para dar vitalidad a nuestros anhelos de superación, es
dar vida a nuestras vidas, es llenarnos del Espíritu Divino para que nuestras
vidas recuperen el color y la luz, para que nuestros actos no sean hojas que
pierden su color y caen muertas al paso de sus días, quiero ser como las hojas
perennes que permanecen con su color de origen y además con el paso de los años
su belleza crece.
No obstante, los tiempos actuales están
cargados de corrientes destructivas, eliminando conceptos y principios básicos
de una sociedad milenaria, en estos momentos ese vacío está siendo sustituidos
por todo lo contrario, donde nada es estable, donde todo está permitido, se
explota y humilla al obrero, donde se ha convertido en derecho matar sin escrúpulos
al no nacido mientras se defiende sin límites a los animales, donde las parejas
no se unen por amor sino por atracción del sexo, donde el egoísmo y la ambición
por el poder da derecho a todo, ….
Caminamos hacia un caos y con el paso de
los tiempos se verá que este declive nos condujo a una autodestrucción de esta
sociedad corrompida en todo, sus gentes, sus instituciones y hasta las
religiosas, todo está fuera de sí y para que todo sea purificado es necesario
pasar por el dolor del desastre de un largo otoño que nos desprenderá de
nuestras hojas muertas, después serán sembrada nuevas semillas durante un duro
invierno, que dará paso a la primavera, esta nos traerá un nuevo renacer de
nuestras propias cenizas como el Ave Fénix, es así como los ciclos de la vida
nacen y mueren una y otra vez.
Hay una expresión que todo el mundo
atribuye a Karl Rahner, pero que en realidad es de Raimon Panikkar de
nacionalidad alemana, (es Hijo de madre catalana y padre hindú,
que por causa de la guerra civil española se trasladaron a Alemania).
Raimon Panikkar dijo: “el cristianismo del siglo XXI será místico
o no será”.
Karl Rahner dijo: “El cristiano de mañana
será místico o no será cristiano”.
Teniendo
en cuenta todo lo antes dicho, y mirando a la iglesia que conozco poco me queda
que decir, salvo la laicidad de los cristianos y la imagen que se da, que por
lo general es de superficialidad y puro teatro. El cristianismo está cada día
más vacío de contenido puramente evangélico, mientras que cada día es mayor la
pasividad de los prelados para mantener los pocos privilegios que les quedan
hasta que los gobiernos de turnos vean que su poder sobre el pueblo es mínimo,
serán desechados.
Prueba
de este entuerto, es actualidad de la enajenación de algunos como la actitud
del Arzobispo de Mérida, teniendo donde vivir dignamente se está restaurando
una mansión por casi unos doscientos mil euros, habiendo en su diócesis
personas que las desahucian y viven en la calle, por ejemplo.
¿Cómo es
posible si Jesucristo no tenia ni donde reclinar su cabeza?. Y…, Él nos dice:
“El que quiera entrar en el reino de los cielos, que coja su cruz y me siga”.
¿Qué cruz ha cogido este Arzobispo?, ¿A qué Cristo o, qué evangelio predica?,
¡así le va a la iglesia y a sus parroquianos!.
Con la
ayuda del declive de esta sociedad globalizada que se dice ser principio de algo
pero, en realidad solo es principio de decadencia, y junto con la de los
prelados, circunstancias que nos conducirán muy pronto a que queden muy solos
los templos, solamente algunos perduraran como almacenes o museos; todos los
cristianos que quedemos seremos huérfanos y, a la vez libres de unos prelados
indignos, entonces tendremos que comenzar nuevamente con las llamadas iglesias
domesticas como al principio, en pequeños grupos y en casa particulares,
viviendo y compartiendo como hermanos, renovando el misterio de Cristo en
comunidad evangélica y asistido por el Espíritu Santo.
Renacerá
la mística, es decir: Vivir una vida cotidiana y normal entregados al quehacer
diario y a la adoración a Dios en espíritu y verdad, permaneciendo en Él y con
Él, amando a Dios y a nuestros hermanos como a nosotros mismos, dándole vida a
la muerte y morir en vida para vivir eternamente.
“Quiera
Dios que me equivoque” ó ¿Quién sabe?, esto es lo que presiento sobre hacia
donde nos encaminamos, para ellos creo que ya ha comenzado aunque para su
conclusión aun faltan probablemente muchas décadas o cientos de años, así lo ha
demostrado la historia hasta el día de hoy.
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