sábado, 29 de noviembre de 2014

NO SE TURBE VUESTRO CORAZÓN, NI TENGA MIEDO

No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo
29-11-2014

Hoy es el día en el cual la liturgia nos indica que ha finalizado su ciclo, porque, mañana es el primer domingo de Adviento. En estos últimos años he procurado seguir los tiempos litúrgicos, siendo estos ciclos unos de los más básicos e importantes porque, en este tiempo estamos fortaleciendo o reforzando unos cimientos para que puedan soportar la carga de un edificio que cada día es mas grande y voluminoso.

Desde hace días, estoy haciendo un resumen de la etapa que hoy termino y puedo decir que el resumen está hecho pero en realidad aquí no termina, durante estas cuatro semanas he de prepararme para adaptar estas experiencias para mejorar y reforzar los cimientos del nuevo tiempo, así trataré de mejorarlo basándome en los resultados buenos y malos vividos, como ese dicho sobre el romero cuando te dan una ramita y dice: ”romerito santo que contigo en mi casa entre lo bueno y salga lo malo”.

Cuatro semanas tenemos para prepararnos una hoja de ruta que nos haga llegar al final del nuevo período que mañana comienza, dispuestos y preparados para hacer posible que cada día seamos más eficaces en imitar o vivir a Cristo en nuestras propias carnes.

Hemos de reforzarnos en el Amor, Cristo nos enseñó cuanto nos ama el Padre pues, Dios es Amor como toda su creación es y fue un acto de infinito amor, en todas nuestras acciones y deseos el Amor ha de ser la luz que conduzcan e ilumine nuestros pasos.

El que ama a Dios con todo su corazón, con toda su alma y con toda su mente, no puede tener miedo a nadie ni a nada, para amar a Dios hemos de desprendernos de todo porque, si amamos con toda intensidad desde nuestra más absoluta desnudez tendremos como única propiedad el amor a Dios. Propiedad que nadie no las puede arrebatar, podemos estar tranquilos y seguros de que nada ni nadie nos puede quitar  nada.

El que dice que ama a Dios y teme, es porque su amor no es amor puro, tiene y ama las adherencias o apegos de nuestro ego, este amor no es amor seguro y cierto, de aquí podemos adjudicarnos el dicho  según san Mateo 6: 24  “ no se puede servir a dos señores a la vez ....”, cuando se ve peligrar una posesión terrena que a su vez es temporal, dejamos a un lado ese “amor a Dios” que es una posesión eterna por adquirir o conservar un “bien material”.

El que tiene como única posesión el amor a Dios, sin poseer nada lo tiene todo, vive en el reino de los cielos y posee la paz, (san Juan 14: 27  La paz os dejo, mi paz os doy. No como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.)

Ahora que cada cual saque sus propias conclusiones, cuando en mis actos o acciones esta Cristo presente, a nada ni a nadie e de temer.




No hay comentarios:

Publicar un comentario