Si no tengo Amor, no soy nada
18-11-2014
Son muchas las cosas que ronda por mi
cabeza, decides Tú hacia donde caminamos hoy, indícame cual ha de ser mi
compañero de viaje para que el caminar sea lúcido y agradable pues, mis pies
están descalzos y el suelo está lleno de espinas y piedras con aristas
cortantes.
¿Qué ponemos en la alforja? ¡Amor, y
quítate de tu muñeca el reloj!, …. a donde vamos no existe el tiempo, ¿qué más echamos?
¡nada más!, …. el camino es difícil y angosto pero no olvides que el Amor es
como un talismán que te protegerá y te dará todo cuanto necesites.
“Si
no tengo Amor, no soy nada” este puede ser el
resumen de lo expresado por San Pablo en su primera carta a los Corintios 13:1-8,
yo añadiría: “Si tengo Amor, lo tengo
todo”.
1 Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de
los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo
que retiñe.
2 Aunque tuviera el don de
la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera
toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.
3 Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a
los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve
para nada.
4 El amor es paciente, es servicial; el amor no es
envidioso, no hace alarde, no se envanece;
5 no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se
irrita, no tiene en cuenta el mal recibido;
6 no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con
la verdad.
7 El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera,
todo lo soporta.
8 El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don
de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá."
“¡Es verdad, la alforja
ya está más que repleta!, gracias amigo por este sabio consejo, solo el (arma del)
Amor me acompaña y me protege, es la coraza más fuerte, ligera y perfecta”.
Ahora puedo empezar el
nuevo ciclo y prepararme lo mejor posible, el adviento ya está llamando a
nuestras puertas, démosle entrada preparando la venida de un nuevo amanecer, cuyo
astro rey está despuntando en nuestros corazones, y con nuestras alforjas que están
llenas de Amor, lancémonos al camino y caminemos, al mismo tiempo Él nos está
esperando y nos acompaña hasta el final, en la meta con su Luz y nuestro Amor
quedaremos fundidos, entonces no seremos dos, solo quedará la luz del más bello
sol.
El adviento nos espera
como la tabla del surf para que cabalgando sobre ella conquistemos las crestas
de las olas, oleadas que nos da la posibilidad de ver más amplio el horizonte;
olas de efervescente Amor que a Dios nos eleva, hemos de convertirnos en
deportistas del Amor Divino.
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