Todo
por unas migajas
23-11-2014
Sal del letargo que embrutece llenándote
de carcoma y penetra en la oscuridad luminosa, en la inacción activa, déjate
llevar por el espíritu del viento que es fuente de vida.
Déjate de hacer nada, la vida como la
arena entre tus dedos se te escapa, dejando a tu paso un reguero de flores
muertas y espinas. Déjate arrastrar por inspiraciones de olores que te
conduzcan al manantial cuyas aguas desprenden aromas de luz y vida.
Hazte distribuidor de paz, amor y de
esperanzas, calmando la sed y el ahogo de corazones que cavilan, siembra
consejos y palabras bondadosas, esparce perfumes de rosas, desásete en ardores para
que tus sudores humedezcan la tierra y que los granos de trigo crezcan sin
malas hiervas.
Sal del círculo que trillan y truncan tu
vida llenándote de gorgojos que te envilecen la vida. Sal de esas luces oscuras
que queman tus pupilas, entra en la oscuridad luminosa que es fuente de vida y,
respira el aire fresco de la alborada que despunta.
Es hora y tiempo, prepárate, solo falta
una semana para que el adviento comience, organízate y recoges tus bártulos el
camino espera, no dejes más pasar el tiempo, no te rezagues, presto y con el
cayado en mano como peregrino dispuesto para alcanzar la meta y el premio, Todo por unas migajas.
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