Primer
domingo de adviento,
30-11-2014
Protégeme Señor en este tiempo
de vigilia en oración y en espera, ayúdame a descamisárme de este traje roto y
mal oliente, no permitas que me aparte nunca mas de ti, dame fortaleza y
constancia para poder permanecer vigilante y manteniendo mis sentidos en la luz
de tu rostro, no quiero ni deseo desfallecer un solo segundo, pero tu conoces y
sabes cuan frágil es mi firmeza, tutélame en estos días del frío de mi orfandad, necesito sentir el calor de tu amor y la alegría de percibir tu
presencia, conduce mis pasos para no extraviarme del camino que me tienes
encomendado, (Isaías 63: 17 ¿Por qué, oh Jehovah, nos dejas extraviarnos de tus caminos y endureces
nuestro corazón para no temerte? ¡Vuélvete por amor de tus siervos, por las
tribus de tu heredad!), haz crecer mi amor hacia Ti
en todas las dimensiones y en todas las formas y, dame la sensibilidad
necesaria para poder oír, percibir e intuir todo cuanto Tú me dicte, y así
poder seguir tu voluntad respirando tan solo el sentimiento que emana de Ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario