Caminar
con alegría
20-12-2014
Hoy me está costando el arrancar, toda
la parte humana está como el burro del hortelano que “ni come, ni deja de comer
al amo”, así está mi ánimo. Pero el adviento esta acabando y yo sin vender un
rábano; bueno, tampoco hay que comerse el coco, es mejor tratar de no estar
parado pero, tampoco hay que perder el ánimo.
Primero, dar gracias al Señor por poder
levantarnos, seguidamente ser conscientes de que aún seguimos en la brecha en
condiciones físicas que otros como tú o menores ya no las tienen; que, a pesar
de tus achaques nada te impide para no seguir adelante ¿qué más quieres?, como
dice la canción “con la cara lavá y recién peiná, chiquilla de mis
amores que guapa está, que guapa está”.
Y si al levantarte te duelen to
tu gueso, piensa en ese otro dicho que dice: “Si ha cumplio 50 año y al
levantarte no te duele ná, es que está muerto”, así que “pá
lante, ponte a caminá
y a calentá lo gueso”, dicho de
esta manera natural como solemos hacer en nuestra forma peculiar de hablar y de
sentir de este pueblo andaluz.
Lo que quiero decir es que: esta vida
hay que vivirla y con la mayor alegría posible y si no la hay, tenemos que
hacer lo que sea necesario para tenerla ya que los dolores y las penas vienen
solas.
Yo tengo muchos motivos para dar gracias
y vivir contento, solo Dios y yo lo sabemos, pero hay momentos como los días
que estoy viviendo que todos mis planes se han caído ya que la tromboflebitis
me ha venido en un momento que necesitaba estar bien para poder salir adelante en estas
fiesta para visitar y recibir a familiares ya que ellos vendrán pero yo seré un
mueble y lo peor es que Elena esta bastante delicada , pero …. Nada, borrón y
cuenta nueva, Dios sabrá el porqué, a mi solo me queda que decir “si esta es tu
voluntad, bendita sea”, yo he de seguir siendo lo que tu quieras que yo sea y no solo eso,
bendito sea por esto y por todo lo que me venga después, en todo siempre te alabare, nada tenia y lo único que
no quisiera es perderte a Ti.
Con
alegría Señor, con alegría he de caminar por la vida sabiendo que eres Tú quien
a mis pasos guía, tu eres el aire que respiro, los latidos de mi corazón y la
sangre de mis venas, tu eres el amor que da vida y color a mis actos y
pensamientos. Tu, también me has enseñado a querer a mi cuerpo pues en el tiene
Tu morada.
Como libremente he decidido seguirte, por
eso he de aceptar de buen grado todo lo que al cuerpo le afecta pues, cuando tu
lo permites a mi solo me queda decir, bendito seas Señor, ¿es este …. otro
mensaje de alerta?, bien, he de estar muy despierto para entenderlo, pues, como
burro perezoso de vez en cuando necesito algún que otro azote para saber que he
de seguir caminando.
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