miércoles, 17 de diciembre de 2014

CONCLUSIONES EN ADVIENTO





Conclusiones en Adviento
17-12-2014

Quedan pocos días para que termine el adviento, es hora de ir haciendo conclusiones, no más rechazos ni autoinculpaciones, no mas penas por incumplimientos autogenerados, no más días perdidos por temores o fracasos, no mas separaciones por vergüenzas que humillan y no acerca sino que aun más separan.

Lo correcto es aceptar lo que hay, convivir y dar preferencias a lo espiritual y eterno que a los deseos y sentimientos que no hace otra cosa que apartarte de lo verdadero; no mas vivir en la muerte porque he de morir en ella, para resurgir de esa muerte y vivir en lo que me espera; en la vida mundana esto suena a la pérdida de la chaveta, a enajenaciones mentales o lavado del coco.

He de buscar la paz ahuyentando las emociones; he de vivir en las acciones que, ser pacto de mis emociones; he de estar pendiente de las necesidades de los demás y olvidarme de mi existencia terrenal; pues, mi origen verdadero no es la tierra sino el cielo; he de agradecer a este cuerpo todo el tiempo que ha sido y será el aposento que me acoja hasta que llegue el tiempo de marchar.

Al final he comprendido que mi paso por esta vida no ha sido ni es otra cosa que un aprendizaje de amor y de entrega por los demás al igual que, el Padre se encarno en su Hijo para redimir a la humanidad.

Nuestro ser procede de la Fuente que da vida, es, o somos parte de esa vida que ni acaba o termina, somos como gotas de agua, y siendo una sola gota esta posee todas las cualidades del océano; somos ser pero no El Ser, lo que quiero decir es: que somos parte del Ser pero no somos El Ser.

Nuestro ser o espíritu, al encarnarse en un cuerpo humano pierde o queda desconectado de su esencia divina como consecuencia del pecado original, su misión es eliminar de si las causas de exclusión para volver con las experiencias de su “auto-redención”. Para ello hemos de seguir a Cristo nuestro precursor.

Normalmente despreciamos todo lo que de humanos tenemos, hemos de contentarnos con nuestros cuerpos y atribuciones, con nuestras cualidades y conocimientos; no somos iguales ni perfectos a nuestro entender pero, si para nuestro creador; cada cual tiene lo que necesita para hacer el camino por el que en esta vida ha de transitar.

Hemos de cuidar mejor a nuestros cuerpos para que estén fuertes y saludables; no hacer barbaridades para luchar contra nuestros egos, a estos, es mejor acallarlos ignorándolos en las medidas de nuestras facultades, ellos requieren toda nuestra atención y así nos olvidamos de lo esencial, por eso, toda nuestra intención ha de estar en no parar y seguir caminando; márcate un objetivo, para hacer el camino has de andar sin cesar ya que, si deja de respirar fallece, al igual si dejas de caminar nunca alcanzará la meta.

Por eso es necesario mantener sano el cuerpo y la mente, e ir en todo momento dando gracias por todo lo que tienes; anda repartiendo, amor y alegrías; dando la mano a quien te la pida, ayuda sin esperar nada; en la acción de dar o ayudar esta la satisfacción de lo bien hecho, no hay satisfacción y recompensa mayor que al final poder decir: "Señor, nada traigo de cuanto tu amor me diera, todo lo dejé allí, vuelves tus ojos porque, allí  he dejado en sudor lo que quisiste que fuera, ahora solo soy tu aroma".



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