viernes, 13 de febrero de 2015

HACIA EL AMOR



Hacia el AMOR
13-02-2015

En estos últimos días de aparente calma o inactividad, nada es lo que pueda parecer, existen grandes movimientos de imágenes, pensamientos, de luces y sombras, de alegrías y tristeza. Días nublos cargados de gamas grises movidos por vientos helados que me han llevado desde el gris mas oscuro al más claro, tan claro como el de la blanca nieve que han cubierto el valle y las altas cumbres dejando un manto de pureza inmaculada.

Cuando todo parece estar estático, en el subsuelo y a buen recaudo la vida sigue reordenando y enraizando una nueva primavera que está próxima su eclosión, la sabia ya recorre con sigilo las venas del nuevo despertar; como rama de sauce me dejo zarandear por el aire de la historia, pero, quiero sobrevivir y participar en un nuevo y radiante despertar colectivo e individual.

En un lugar donde la razón no sea la conductora ya que, por sus cualidades le asusta o recela de la verdad y la bordea o la niega por no poder científicamente probar, porque sus análisis, leyes o normas no están acogidas al amor sino a las ciencias. Quiero que el conductor de mi nuevo renacer sea “el motor del universo”, que es la causa de todas las fuentes, es el principio que transciende a todo principio, me refiero al “AMOR” en mayúscula.

Quiero, deseo y he de procurar por todos los medios el ser conducido por el AMOR y para ello está ese musculo incansable que es nuestro corazón, centro energético vivo donde se refleja la madre de todas las madres y la raíz de todas las cosas creadas.

Con mi esfuerzo y la ayuda de Dios, he de reavivar la llama del fuego del AMOR, un tanto mermada o apabilada por poner todo el esfuerzo en aprender sapiencias que a casi nada me conducen según mis intereses espirituales. Es el AMOR la energía más sutil, útil y abundante del universo, aunque por desgracia   no tan canalizada como el amor egocéntrico que alimenta nuestros egos.

He de cambiar el chip para poder vivir el “aquí y ahora” con el sello del amor universal, a ser posible en todos y cada uno de mis actos de cada día, así el Amor hará posible la permanencia del Verbo, amándonos los unos a los otros como el nos Amó.

¡Oh lámpara de fuego hacia ti me encamino! y, como san Juan de la Cruz digo: “¡oh mano blanda!, ¡oh toque delicado!, ¡oh llama de amor viva, que tan tiernamente hieres de mi alma en el más profundo centro!”. Sin tu calor y sin tu luz, aunque vivo, me siento muerto.

AMOR, no seas huidizo o esquivo, adhiéreme a tu Ser fundiéndome en Tu semblante tan fuerte como sea posible para que, la llama de Tu Amor purifique mis sentimientos y actos, para que mis ojos sean tus ojos y mis oídos tus oídos.

No más resistencias causadas por una vida basada en lamentaciones y culpas por unas historias pasadas, estas fueron ya liquidadas, ahora en nada sirven para liberarte de cadenas que te ataban, fuera ataduras, no mas cadenas que frenan el caminar en libertad.

Hacia el AMOR me dirijo para que ilumine los más profundos y recónditos rincones de las cavernas de mis sentidos, tu luz iluminará mis tinieblas y hará resplandecer mi alma llenando de júbilo cada inspiración y, en cada exhalación me ha de dejar henchido de paz, Tu Paz.




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