jueves, 5 de febrero de 2015

SOLO TÚ



Solo Tú
04-02-2015


Donde estas Señor, camino y no veo a nadie a mi alrededor, me siento a descansar y ni pájaros oigo cantar ni revolotear, es inútil que espere compañía o ver caminante solitario que vaya o venga, en mi caminar no hallo a quien poder dirigir un saludo, o dispuesto a escuchar consultas sobre dudas.

Si acudo a eruditos son estos quien prestan sus oídos, pero, cuando me oyen hablar de luces y sombras, de arriba y de abajo, de ser y no ser, de unidad y multiplicidad, etc. les noto cierto temor y se niegan a seguir profundizando en las alturas o, a elevar las profundidades de espacios y dimensiones que se entrecruzan.

Otros, que son los más ni escuchan, sacuden sus manos como queriendo ahuyentar malos presagios, es entonces cuando mi soledad se torna ruidosa al percibir o intuir miradas que corren a refugiarse en sus amigos y colegas, siento el frío del vacío y, de sentencias entre dientes, de guiños y mohines.

También los hay que miran y te tratan con cierto temple, dejando ver cierta lastima al pensar que los avatares de la vida te han trastornado el sentido, musitando que bastante tiene con poder seguir adelante con tu carga familiar, a estos los tengo por los mas abiertos aunque las nubes no les dejen ver con claridad el sol.

Solo Tú, calma y sacia mi sed, solo Tú escuchas la voz silenciosa que grita desde lo más profundo de mi corazón pero, enseguida te disipa como un débil perfume de tu existencia que poco a poco va siendo sustituido por el hedor nauseabundo de nuestras cloacas.

Estas situaciones son causadas por la complejidad de la labor y al no tener fuentes de tu misma naturaleza en las cuales poder comparar o contrastar, nace un estado de soledad e incertidumbre que se alternan con estados de plenitud, no se si esto es causa de mi debilidad personal o es común en otras personas que tengan ideales o fines de características similares, lo cierto es que mi sensación se asemeja a un hierro que tan pronto esta al rojo vivo por el fuego de la fragua y que se va enfriando poco a poco siendo modelado por los golpe recibido sobre el yunque en manos del herrero.

Más, los días me aconsejan que deje de preguntar y continúe en silencio, es el fuego, los golpes y el yunque dirigidos por la mano firme del herrero quien con el ritmo del tintineo irá dando forma a mi corazón endurecido, solo Tú ha de seguir forjando mi caminar, es mi deber de seguir en completo silencio para que solo se oiga la fragancia de Tu presencia.

Sin olvidar que lo ocurrido estos dos últimos meses, no es mas que un ejercicio de los muchos que se nos pide para que de verdad templemos nuestras armas de amor para amar aún en el mayor desamor.


Donde te fuiste amor, cuando apenado acudí a Ti . Cuando más te necesitaba, tu, mas lejos traspusiste de mi. De tu estancia, el viento no me supo decir. Hasta el agotamiento te busqué por valles y montes, agotado junto a mi corazón te encontré, ahora en mi prisión te he de convertir, solo te encontré dentro de mi.


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