Sueño con alcanzar Tu Paz
20-03-2014
Alcanzar tu paz es
hoy mi meta, beber de tus aguas claras, sentir tu brisa sobre mi frente,
bendecir tu Santo Nombre, oír el silencio de mi alma, la paz busco, la paz
deseo, solo tu puedes dármela, al relajar las tensiones de mi cuerpo y alma, sumirme en tu silencio,
esperar que salga el sol, para ver y sentir tu aliento, sentir tus caricias y
tus besos en mi alma.
Hoy ha salido el
sol, la niebla se levanta, Tu apareces reluciente, eres el aliento de la vida,
la claridad del día, el aroma de las flores, el dolor de la recién parida, la
inocencia y la belleza del recién nacido, el silbido del aire entre las ramas,
las nubes que salen y cubren el cielo para mojar la tierra preñada de hierbas y
seres que vuelan y se arrastran por tierras difíciles, el esfuerzo de
sobrevivencia, el dolor del pastor que perdió su manada, la esperanza renovada para
llegar al fin de la jornada satisfecho del esfuerzo realizado, etc. etc, y
millones de etc.
Al ver Tu rostro
en todas y cada una de estas secuencias, y poder mirarlas atento y con calma,
ver pasar la vida de ayer, hoy y mañana, cuando
sin alterar mis pensamientos empiezo a percibir la dulzura de tu paz que
alienta y calma, al ser testigo de tu presencia ya nada alterará la paz de mi
alma, ahora empiezo a percibir la paz que me deja, la paz de tu presencia.
Cuando mis ojos han dejado de ver y mis oídos solo perciben la sinfonía del silencio del cosmos y, mi corazón siente y late al unísono de las estrellas, la tierra esta preparada para recibir y gozar de la paz que Jesús de Nazaret nos da y nos ofrece, es la paz que deseo que todos alcancemos, desde ella no volverás a sentir ambiciones, orgullos, envidias, deseos de sobresalir ni de posesiones, etc, etc. Al mascar esa paz ya no necesitaremos nada, Dios se refleja en cada rostro y el no necesita nada porque lo posee todo.
Recordar que: Dios se refleja en todo pero ese todo no es Dios.
Cuando mis ojos han dejado de ver y mis oídos solo perciben la sinfonía del silencio del cosmos y, mi corazón siente y late al unísono de las estrellas, la tierra esta preparada para recibir y gozar de la paz que Jesús de Nazaret nos da y nos ofrece, es la paz que deseo que todos alcancemos, desde ella no volverás a sentir ambiciones, orgullos, envidias, deseos de sobresalir ni de posesiones, etc, etc. Al mascar esa paz ya no necesitaremos nada, Dios se refleja en cada rostro y el no necesita nada porque lo posee todo.
Recordar que: Dios se refleja en todo pero ese todo no es Dios.
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