La EXALTACIÓN y GLORIFICACIÓN de la SANTA CRUZ
La Cruz
de Cristo fue encontrada en el siglo cuarto por Santa Elena, la madre del
Emperador Constantino. Luego fue tomada por los persas, más en el siglo séptimo
el Emperador Heraclio la recuperó, y en esta oportunidad fue elevada (o
exaltada) en la Iglesia de la Santa Resurrección en Jerusalén. Son estos dos
grandes acontecimientos históricos lo que conmemora la fiesta de la Exaltación
de la Santa Cruz, celebrada el día
catorce de Septiembre. Desde su elevación en Jerusalén en el siglo séptimo, la
“elevación universal” de la cruz de Cristo fue celebrada anualmente
en todas las Iglesias del imperio cristiano.
Cuando
Constantino decidió aliarse con los cristianos, perseguidos por sus rivales
Magencio en Italia y Licinio en Asia, es porque los cristianos ya eran mayoría
en muchas ciudades y minorías importantes, vivas y coordinadas en otras muchas.
La demografía cristiana ya había ocupado socialmente el imperio antes de
Constantino.
En el siglo VII encontramos que se celebra la fiesta en
Occidente: aquí traducen el griego hypsosis por exaltación
(en griego: Ὕψωσις
τοῦ Τιμίου Σταυροῦ; en latín: Exaltatio
Sanctæ Crucis), también conocida como Triunfo de la Santa Cruz,
es una fiesta religiosa de la Iglesia Católica, de la Iglesia
Ortodoxa
y otras denominaciones cristianas.
El día siguiente, o sea el 14, se expuso la
reliquia de la Cruz, que
fue hallada, según se dice, también un 14 de septiembre. En ella se conmemora la Cruz en la que fue crucificado Jesucristo. La fecha de esta celebración es el 14 de septiembre.
Esta exaltación de la cruz en
Occidente está relacionada con la recuperación de la
preciosa reliquia que el rey de Persia, Cosroes, se había llevado
consigo en el año 614 cuando conquistó Jerusalén; el
emperador bizantino Heraclio la recuperó el 3 de mayo del
año 628. (por esta causa en
muchos pueblos se viene celebrando ese día se como fiesta de las cruces)
La Iglesia
Católica, muchos grupos protestantes y ortodoxos celebran la fiesta de la
Exaltación de la Santa Cruz el 14 de
septiembre.
Quien posee la cruz posee un tesoro.
Cristo nos enseña que la cruz
es su exaltación, cuando dice: “Cuando
yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí”. Está
claro, pues, que la cruz es la gloria y exaltación de Cristo.
La cruz es llamada gloria y
exaltación de Cristo. El mismo Cristo nos enseña que la cruz es su gloria, cuando dice: “Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en
él, y pronto lo glorificará”. Y también: “Padre, glorifícame con la gloria que yo
tenía cerca de ti, antes que el mundo existiese”. Y
asimismo dice: «Padre, glorifica
tu nombre». Entonces vino una voz del cielo: «Lo he glorificado y volveré a glorificarlo».
Si Cristo no hubiese sido clavado en la cruz, no hubiéramos sido declarados libres, no disfrutaríamos del
árbol de la vida, el paraíso continuaría cerrado. Sin la cruz, no hubiera sido derrotada la muerte.
La cruz significa a la vez el
sufrimiento y el trofeo del mismo Dios:
El sufrimiento, porque en ella sufrió una muerte voluntaria;
El trofeo, porque en ella quedó herido de muerte el demonio y, con él,
fue vencida la muerte.
Junto con Cristo Crucificado, nos elevamos hacia lo alto, para, dejando
abajo la tierra y el pecado, y gozar de los bienes celestiales.
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